Inicialmente programadas para cerrar a fines de 2025, las centrales termoeléctricas de la empresa Aes Gener (ahora Aes Andes) están autorizadas para cerrar desde este 31 de marzo. Por esto, la empresa estaría quemando de forma acelerada las 94 mil toneladas de carbón que le restaban, en un solo mes.

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Ante esta situación, vecinas y vecinos de Tocopilla acudieron a la justicia y presentaron un recurso de protección, apoyados por organizaciones como Greenpeace, AIDA y Chile Sustentable.

Desde el Colegio Médico de Antofagasta también advirtieron que la quema acelerada puede generar impactos en la salud en la población que ya vive en una zona saturada. Según la doctora según Pamela Schellman, aumentar la contaminación significa “mayor riesgo de morbilidad y mortalidad tanto por enfermedades respiratorias y cardiovasculares”.

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Entre los argumentos que motivan el recurso, se reclama que Aes Andes admitió ante el Coordinador Eléctrico Nacional (CNE) que no se comunicó con la autoridad ambiental para buscar alternativas a la quema, ni evaluó los potenciales perjuicios a terceros.

Esta omisión, según el recurso, resulta en un incumplimiento de las obligaciones ambientales a las que se someten ambas centrales, y que obligan a elaborar un plan de abandono por cada unidad antes del retiro, lo que en este caso no habría ocurrido.

Además, el recurso denuncia como ilegal la decisión del CNE al autorizar la quema de los excedentes de carbón, lo que estaría en contra de su obligación de priorizar siempre la energía más económica para despachar al sistema eléctrico nacional, que también es la más limpia.

Respuesta de la empresa

Desde Aes Andes enviaron un comunicado publicado por el Diario Financiero, donde afirman que las centrales están operando dentro de los límites permitidos y que tienen la autorización para despachar energía de forma prioritaria únicamente por sobre otras termoeléctricas.

Salud deteriorada

Un estudio de la Universidad Católica encontró ya en 2019 que quienes habitan en la comuna de Tocopilla son los que tienen más riesgo de mortalidad por efectos de la contaminación, de todo el país.

Además, tienen 172% más probabilidad de sufrir tumores malignos de tráquea, bronquios y pulmón, que la media del país.