Chile tiene algunas de las ciudades con el aire más contaminado del mundo, y la situación se agrava en invierno en el sur del país, donde la costumbre de calefaccionarse con leña en los hogares y la mala aislación en las viviendas afectan aún más la calidad del aire.

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Es el caso de la región de Los Lagos, donde ciudades como Osorno, Puerto Montt y Puerto Varas suelen aparecer en los ránking de las más contaminadas del país. Ahora, el Ministerio de Medio Ambiente publicó en el Diario Oficial el anteproyecto del Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA), para hacer frente al problema en la región durante los próximos 10 años.

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El instrumento abarca en su totalidad las comunas de San Pablo, Osorno, Frutillar y Llanquihue, y algunas zonas de Río Negro, Purranque, Puerto Octay, Puerto Varas y Puerto Montt. La propuesta será sometida a consulta pública y las principales medidas apuntan al sector de calefacción residencial, que aporta más del 70% de las emisiones de material particulado.

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Medidas descontaminantes

En concreto, el plan busca que las comunas en cuestión logren bajar las emisiones de material particulado fino, que es el más dañino para la salud humana, hasta quedar por debajo del límite permitido ya que hasta ahora todas lo superan. El plazo para cumplir la meta es de diez años.

El proyecto contempla entregar en este período 40 mil subsidios de acondicionamiento térmico y aislación para viviendas, y un programa de recambio de calefactores hacia equipos no contaminantes, abarcando 45 mil unidades.

También prohíbe comercializar leña húmeda, usar chimeneas de hogar abierto y calefactores de leña que no cumplan con la normativa, además de imponer nuevos límites de emisión de material particulado y dióxido de azufre para calderas residenciales, industriales y comerciales.

Para el transporte, compromete la renovación de 200 buses y aumentar la cobertura de controles de opacidad a 20% de la flota operativa, para supervisar que no emanen gases por sobre lo autorizado.

También implementará un programa de educación ambiental sobre calidad del aire y un período de Gestión de Episodios Críticos (GEC) entre abril y septiembre donde aumentan las exigencias, de forma similar a lo que ocurre en la Región Metropolitana.