Colector colapsado en Concón: Las pruebas que dejan las imágenes “históricas” de Google Earth y Street View
Un viejo adagio sostiene que para entender el presente, debemos mirar hacia al pasado. Eso es precisamente lo que permiten algunas herramientas de google services destinadas, entre otras cosas, a dimensionar cómo nuestro entorno se va modificando a través del tiempo a partir de cartografías, mapas, fotografías e imágenes satelitales.
Las prestaciones de Google Earth y Street View, en este sentido, permiten acceder a un registro histórico de imágenes en un determinado margen de tiempo. Lo que se conoce técnicamente como “time lapse”, o sea, una secuencia de fotografías con un intervalo específico de tiempo.
Este tipo de imágenes son frecuentemente usadas, entre una infinidad de aplicaciones, para detallar el retroceso de los glaciares, los efectos de la sequía, los avances en obras de ingeniería, los desastres naturales y también aquellos provocados por la mano del hombre (antrópicos).
Luis Ribba, destacado geólogo avecindado en Concón y realizador de un informe que permitió la paralización de dos edificios ubicados a 140 metros del edificio Kandinsky, ha recopilado una serie de imágenes a partir de estas herramientas digitales sobre el inmenso socavón provocado por las últimas lluvias en la comuna costeña.
Los hallazgos son realmente sorprendentes y entregan luces sobre las eventuales responsabilidades respecto al desastre ocurrido la madrugada del 23 de agosto y que hoy tiene a una construcción de 17 pisos literalmente al borde de un precipicio.
Pruebas en imágenes
La primera imagen corresponde a un registro de Google Street View (GSV), captado en diciembre del año 2014, donde se aprecia de manera muy evidente el desacople de las tuberías del colector de aguas lluvias, construido por la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del ministerio de Obras Públicas en el año 2005.
Para entonces, el edificio Kandinsky estaba plenamente operativo y sus propietarios ya gozaban de una “insuperable vista al mar”, tal como fue promocionado por la inmobiliaria Besalco, encarga de la construcción del inmueble.
Lo más llamativo de todo, según Luis Ribba, es que se observa que el ducto no está conectado y que si bien existieron algunas lluvias en el periodo, éstas no erosionaron de manera intensa el terreno. “Probablemente la vegetación existente en el sector haya contribuido a sujetarlo”, explica, resaltando la importancia de mantener la capa vegetal por parte del municipio como sucedió en un caso similar en el sector de Las Petras.
“A la erosión le cuesta avanzar cuando hay vegetación y en las imágenes se ve que hay docas plantadas artificialmente en el talud que se usan para afirmar el terreno. Entonces, pudo haber llovido, el agua se salió del colector infiltrando la vegetación y comenzó a socavar lentamente, rompiendo el sello orgánico y acelerando el proceso de erosión. Por eso uno se pregunta, ¿cómo diablos en una sola noche se produjo ese enorme socavón?”, agrega.
Si bien los años restantes no existen registros en Google Street View, salvo a contar de mayo de este año donde se actualiza, resulta interesante observar que en este último periodo el ducto nuevamente aparece levemente desalineado. Imagen donde se percibe una suerte de quiebre en la recta natural del colector. (ver imagen de abajo)
Para Ribba estos episodios de desacoples, sumado a la conexión de un nuevo ramal en el año 2017, no sólo inyectarían un mayor caudal de agua (fuerza hidráulica), sino que demostrarían que el material utilizado no otorgaba las garantías necesarias para salvaguardar la estructura.
El ducto, en rigor, fabricado con polietileno de alta densidad, conocido como tubería PEAD, es utilizado en redes de conducción ganando popularidad por su alta funcionalidad y, sobre todo, por su bajo precio respecto a otras alternativas. Fuentes expertas aseguran que este tipo de tuberías, emplazadas sobre el terreno, han sido desechadas por falta de tracción y deficiente exposición al clima.
En efecto, tras las primeras lluvias del 10 de agosto de este año, las tuberías ya ni siquiera figuraban desacopladas sino derechamente desparramadas por el terreno, situación que fue registrada en un video por una vecina del mismo edificio Kandinsky. Fue tanto el descalabro que se generó una alerta y, según reconoció la propia ministra de Obras Públicas, Jessica López, “se emitió un decreto de emergencia y se inició inmediatamente un estudio”.
https://twitter.com/alertaconcon/status/1694420745596666036?t=kR_HB1hzTCI9ZLfGhzLB6A&s=08
Si bien existen serias dudas sobre la eficiencia del producto utilizado, para Luis Ribba el colapso del colector se debería más bien a un fenómeno multicausal, donde estarían en juego también factores antrópicos, es decir, provocados por el hombre. “Al estar al descubierto, abierto al tránsito, al pisoteo permanente, se va deteriorando y esa es una causa humana”, asegura.
El geólogo, además de las imágenes de Google Street View, recopiló una serie de registros de Google Earth que dan cuenta precisamente del fenómeno antrópico, a través de la marcación de senderos, en distintos periodos de tiempo.
“Es realmente dramático observar como empiezan a formarse huellas de personas o turistas, cada vez más gruesas, y senderos más grandes que empiezan a provocar colapsos. Además, alrededor del colector, se instala una casa en una especie de toma que también contribuye al trajín y a la carga que se genera en el sector. Eso es muy evidente”, sugiere.
[caption id="attachment_862301" align="aligncenter" width="1024"] Senderos y huellas año 2016[/caption]
[caption id="attachment_862302" align="aligncenter" width="1280"] senderos y huellas 2023[/caption]
Si bien las imágenes satelitales de Google, las denominadas históricas, no reemplazan a un estudio científico en terreno, suelen ser consideradas fuentes confiables y reconocidas en diversas investigaciones. “Si uno comienza a analizarlas una por una, aunque no estén en una altísima resolución, dejan en evidencia el daño ocurrido en el entorno del colector”, añade.
Responsabilidades
Vistos estos antecedentes, son varias las dudas que emergen respecto al inmenso socavón generado la semana pasada en un sector aledaño al edificio Kandinsky, ubicado a un costado del Santuario de la Naturaleza Dunas de Concón. Lo primero que salta a la vista es por qué la obra se construyó de manera superficial y no a través de un canal abovedado, como se estila en este tipo de obras.
“En la perspectiva de que fuera racional tener edificios y colectores en una duna, en el marco de una legislación insuficiente, por qué no se construyó de una forma segura, a todo evento, instalando un bloque de concreto con una tubería empotrada al interior. Esto debió tener un mejor estándar, haberse enterrado completo y, por último, abovedarlo”, explica Ribba.
También llama la atención del geólogo que debido a las fallas en el acoplamiento de las tuberías y el evidente deterioro del entorno, no se haya realizado una inspección adecuada que permitiera corregir estas anomalías.
“Bastaba que alguien hubiera revisado las imágenes de Google Street View y haber alertado. Aparentemente no existe constancia al respecto, por eso sería pertinente acceder públicamente a los registros de inspecciones, auditorías o informes que se habrían realizado al respecto, si es que se hicieron”, agrega el experto.
Aunque todavía no existe claridad sobre el tamaño del colector, sería en un principio el ministerio de Obras Públicas el encargado de supervisar la obra al tratarse aparentemente de una estructura primaria. La paradoja en todo caso salta a la vista.
Cuesta creer, asegura Ribba, que en un colector con problemas históricos de alineamiento se le haya autorizado introducir un ramal en el año 2017, aumentando la sobrecarga del ducto sin supervisarlo de una manera adecuada.
“Los problemas según las imágenes vienen del 2014, me parece que no hubo conciencia de la realidad y aunque suene feo decirlo, cargaron el colector sin saber qué pasaba más abajo. Fue un error garrafal”, concluye.