La emergencia climática de agosto 2023, con seis días ininterrumpidos de lluvias en la zona central del país, especialmente en la alta cordillera, tendrá a la ciudad de Licantén como la postal que más graficará la destrucción.

Ubicada a un costado del Río Mataquito y, tal como se puede ver, bajo el nivel de ese afluente, la ciudad costera de la Región del Maule fue completamente arrasada por el agua del afluente, que según los primeros cálculos, creció en un 500% respecto a su normalidad.

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Desde el sábado que el nivel del agua comenzó a subir a niveles dramáticos, pero ya para este lunes, todo el pueblo estaba inundado, incluso los lugares que sirvieron de albergues.

Actualmente este miércoles, Licantén se encuentra sin servicios básicos como energía eléctrica, agua potable, Internet y red de celulares, por lo que hace aún más complicada la labor de rescate de las personas que aún no salen de sus hogares.

Calles son ríos

El alcalde de Licantén, Marcelo Fernández, señaló al respecto que las calles se convirtieron en ríos, pero “hay que aprovechar esta tragedia como una oportunidad para que ciertas cosas no sigan pasando, como que un hospital, una comisaría o un municipio estén en zonas que se inundan”.

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“Hay dos caminos: Si nos cruzamos de brazos a esperar que las políticas gubernamentales lleguen a solucionar todo, no lo comparto”, añadió.

“Están los contactos, está la disposición, han llamado, pero en esto hay tiempos en los que tenemos que acelerar cosas y ahí aparece el apoyo del privado, del vecino y de la vecina, y eso tenemos que empujar”, cerró.