Deflación en China: Experto proyecta impactos positivos y negativos en nuestra economía
China está experimentando un proceso de deflación. De hecho, en la segunda economía más grande del mundo, los precios en julio bajaron por primera vez en más de dos años, evidenciando una tendencia que genera inquietud respecto de los efectos que podría tener en los restos de los países del orbe.
De qué se trata este fenómeno y de qué manera incide el comportamiento de la economía del gigante asiático en Chile, son parte de las preguntas que contesta Juan Ortiz, economista senior del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC UDP), a El Desconcierto.
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"La deflación es la caída del índice del Precio al Consumidor (IPC), respecto a un período previo. En este caso, el IPC en China se redujo en términos anuales en el mes de julio, respecto al mismo periodo del año anterior. Es decir, los precios promedio para el consumidor son más bajos ahora que hace un año", ilustra antes de apuntar a sus causas, asegurando que esta "se puede generar por diversos factores. Por un menor dinamismo de la demanda agregada o por shocks positivos de la oferta agregada. En el caso de China, obedece a una demanda débil a nivel agregado".
Crecimiento mermado
Siguiendo con su exposición, Ortiz asegura que "la deflación reciente en China, solo constata el hecho que la actividad económica presenta un crecimiento menor a lo esperado. Por una parte, el crecimiento anual del primer trimestre fue de 4,5%, mientras que para el segundo el alza fue de 6,3% anual. Sin embargo, esta última cifra se ubicó por debajo de lo esperado y surgen dudas sobre la capacidad de la economía para lograr un crecimiento del PIB anual de 5%".
"Por el lado de la demanda, destaca la caída de las importaciones. Y por parte de la actividad, se observa también una caída anual de las exportaciones y datos pocos auspiciosos para la producción industrial. Es decir, tenemos una economía que si bien crece, este crecimiento es bajo, lo cual se refleja en parte en el alto nivel de desempleo juvenil, el cual llega a máximos históricos", agrega Ortiz.
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Paralelamente, detalla que "hoy tenemos consumidores que gastan menos y empresas con un menor gasto de inversión. Por ende, para revertir esta dinámica, el espacio de política es acotado, dado que sería necesario realizar un impulso fiscal vía mayor gasto o menores impuestos, ecuación difícil dado el alto nivel de deuda pública, y también dar señales por parte del gobierno respecto una mayor confianza al sector privado".
Consultado luego sobre una eventual proyección del fenómeno que afecta a China, el economista asegura que "la duración de este fenómeno como tal, es impredecible, pero sí es esperable que el repunte del IPC en términos anuales, tome ciertos meses para superar la barrera de alza de 1% anual. En todo caso, las autoridades económicas chinas, buscarán impulsar medidas para potenciar el consumo privado".
¿Cómo repercute en Chile?
Por otra parte, Ortiz entrega poco auspiciosas noticias respecto de su incidencia a nivel local. "Para Chile, la deflación en China no es un dato positivo para las exportaciones, dado que indica el bajo impulso del consumo privado en este país. Este hecho, sumado a un crecimiento débil de la actividad, incide en la demanda de materias primas por parte de este país, lo cual impacta directamente la demanda presente y futura del cobre, lo cual explica en parte que, si bien el precio del cobre se mantiene sobre los USD 3,8 la libra, no se generará una mayor tracción a un mayor precio a futuro en el corto plazo", detalla.
"Este hecho también incide en el tipo de cambio, un precio del cobre en estos niveles no gatillaría mayores presiones a la apreciación de la moneda, en medio del escenario de depreciación que hemos visto las últimas semanas", asegura.
Sin embargo, Ortiz comenta que no todo es tan negativo. "Existen efectos positivos por el lado del valor de las importaciones desde China a Chile. En este escenario los precios que pagan los fabricantes chinos también se han reducido, por lo que el precio de los bienes importados desde China también bajaría. Por lo tanto es positivo, dado que se generaría un shock positivo de precios de venta más bajo, permitiendo que parte de los bienes transados en el mercado internacional, y que hacen parte del IPC local, tengan niveles de precios menores", anticipa.
"Escenario se vuelve más desafiante para el país"
"Teniendo en cuenta que Chile es un país abierto al mundo, los shocks tanto en términos reales de actividad de los socios comerciales, como los flujos de capitales, impactan la economía local. El escenario externo se vuelve más desafiante para el país", sincera.
Finalmente, comparte su certeza de que "para mitigar el impacto, sin lugar a duda las medidas para impulsar el crecimiento económico en el país son necesarias, tal como expuso el gobierno en la discusión del pacto fiscal, respecto a medidas para apoyar la inversión en el país".