Este jueves, la bencina de 93 y 97 octanos experimentó un alza de $27,5 pesos por litro, una situación que implica un impacto al bolsillo de los usuarios, particularmente de aquellos que más consumen combustible como los que trabajan en logística y transporte público, pero también para quienes diariamente se trasladan a sus trabajos y transportan a sus hijos a establecimientos educacionales, entre otros.

Respecto de este nuevo escenario para el consumidor se pronuncia Leonardo Besoaín, docente de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Santo Tomás (UST), quien explica la real dimensión de la merma en el presupuesto que representa este nuevo incremento del costo de la bencina.

¿Cuánto impacta en el bolsillo este incremento?

- Si bien el alza puede parecer fuerte, hoy en día representa un poco más de 2% con respecto al precio que teníamos a la fecha, por lo que el gasto mensual en bencina debería incrementarse en la misma proporción.

¿Cuánto puede mermar el presupuesto familiar esta alza?

- Si consideramos únicamente el gasto en combustible, para una familia que tiene un ingreso de 1 millón de pesos mensuales, este aumento representa alrededor de menos de 1% del presupuesto familiar, considerando que el gasto mensual en bencina podría incrementarse, en promedio, en alrededor de $5.000 al mes.

¿De qué manera se puede optimizar el uso de la bencina para que el impacto en el bolsillo no sea tan significativo?

- El ideal es poder estimar el gasto en combustible en los distintos traslados, y con esto determinar si realmente el uso del transporte público representa un menor gasto que el uso del vehículo, dado que no siempre ocurre esta situación.

¿Existe alguna proyección respecto del comportamiento que podría tener el precio de las bencinas durante lo que resta del año?, ¿es posible hacer un cálculo estimativo de su precio?

-El alza que se produjo en esta ocasión responde a un alza significativa tanto en el precio internacional del barril de petróleo, como a la fuerte alza que ha tenido el dólar en las últimas semanas, lo que hace difícil poder estimar un precio hacia fin de año, dada la variabilidad de los componentes del precio de los combustibles

Usar menos el auto en casos específicos, ¿puede ser una opción real considerando además la saturación del parque automotor?

- En general utilizar otros medios de transporte distintos al vehículo puede resultar beneficioso para muchas personas, dependiendo obviamente de las condiciones para utilizar medios alternativos y las distancias que se debe recorrer. No siempre genera ahorro la no utilización del vehículo, más allá de lo que pueda significar el parque automotriz.

A nivel de presupuesto familiar, ¿cómo se podrían introducir ajustes para seguir utilizando el auto en los casos de mayor necesidad?, ¿cuál es el análisis a las finanzas particulares que se puede hacer para que rindan óptimamente en tiempos de crisis?

- En el caso de que se deban realizar ajustes al presupuesto familiar, lo ideal es identificar y priorizar los gastos del mes, eliminando, al menos por un tiempo, aquellos que no sean esenciales para el diario vivir, esto considerando una estimación del aumento mensual en el gasto en combustible, considerando los traslados normales y algunos extraordinarios que se puedan realizar en el mes.