El ranking InSight Crime presentó su balance correspondiente al 2022, en el que se analiza el fenómeno de los homicidios en el mundo. El estudio alerta sobre la preocupante situación de Latinoamérica y el Caribe, donde las tasas de homicidios se mantienen con una tendencia al alza.

En ese contexto, se menciona que en Chile los homicidios crecieron más de un 32% en comparación al 2022, con una tasa de 4,6 por cada 100 mil habitantes (en 2021 se registró una tasa de 3,6).

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Además, el balance plantea que, pese a que Chile marcó uno de los aumentos más notorios, siendo el quinto país con el mayor porcentaje de alza, sigue siendo el país con la tasa de homicidios más baja de toda Latinoamérica y el Caribe.

El estudio atribuye el incremento a “numerosos males que aquejan a Chile”, como por ejemplo la llegada de la banda venezolana Tren de Aragua, el narcotráfico, el robo de cobre y el robo de madera.

“La Región de Tarapacá, al norte de Chile, volvió a ver cómo se dispara su tasa de homicidios a nuevos peaks, mientras que el tráfico de migrantes, controlado por la megabanda venezolana Tren de Aragua, se posiciona como una grave amenaza para la seguridad nacional. El narcotráfico se ha expandido en el país, el robo de cobre se ha extendido y las mafias madereras que controlan la tala ilegal se han vuelto más violentas”, menciona el estudio.

Sin embargo, la brusca alza del porcentaje de los homicidios también responde al efecto pos pandemia. “El regreso a las regulaciones previas a la pandemia incitó el aumento de la criminalidad, que fue artificialmente baja en 2020 y 2021”, expresa la publicación.

Por último, el estudio constata que “la tasa de homicidios de Chile, 4,6 por 100.000, muestra que el país sigue siendo uno de los menos violentos de Latinoamérica”.

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