El sábado 28 de enero todas las miradas del oficialismo estarán puestas en la calle París 873, la sede del Partido Socialista (PS). Ese día se llevará a cabo el Comité Central de la colectividad, donde se tomará la decisión de ir en lista separada o conjunta para la elección de consejeros constitucionales del próximo 7 de mayo. 

Todo esto en el contexto en el que las relaciones entre la Alianza de gobierno están tensionadas por los diversos episodios que se han dado desde fines del año pasado. De hecho, la Comisión Política del PPD ya resolvió ir en listas separadas con un 98% de apoyo de sus integrantes, metiéndole más presión al PS.

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La colectividad enfrenta un dilema complejo que se podría reducir a seguir empujando la lista única y forzar que el PPD, los radicales y la DC vuelvan a sentarse a negociar, u optar por alguna de las listas, ya sea manteniendo la unidad con el Socialismo Democrático, o forjando una alianza con Apruebo Dignidad.

El factor Bachelet

A toda esta situación se suma el rol que está jugando la expresidenta Michele Bachelet, quien se ha desplegado y mandando señales importantes, como su reunión con Convergencia Social en donde conversaron acerca de la trascendencia de la reforma de pensiones y la importancia de generar una lista única de los partidos de gobierno. 

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La exmandataria dejó su puesto de Alta Comisionada por los Derechos Humanos de la ONU a mediados del año pasado. Luego se sumó a la campaña del Apruebo para el plebiscito del 4 de septiembre e incluso tuvo una reunión con el Presidente Gabriel Boric en el mes de diciembre. 

También está latente la opción de que pueda postularse como candidata para el Consejo Constitucional. Esa al menos es la intención de la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, que hace semanas se lo pidió formalmente. No obstante, la condición que puso Bachelet es que haya una lista de unidad de todo el oficialismo.

De este modo, la exmandataria se alinea con la postura del gobierno de Gabriel Boric, quienes han estado bregando también por una lista unitaria. Sin embargo, las cosas dentro del PS no están del todo claras. El Desconcierto habló con varios militantes del partido para medir la temperatura de los distintos bloques que conforman la colectividad. 

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La división de los terceristas

El senador Fidel Espinoza es uno de los más díscolos de la gestión Boric. El parlamentario ha asumido posturas muy críticas con el gobierno, e incluso con ministras del sector, como Ana Lya Uriarte. También es recordado su cruce con Ricardo Montero, socialista que encabezaba al PS al interior de la Convención y que hoy es jefe de gabinete de Carolina Tohá.

Pese a ello, al interior del partido tiene un peso específico, especialmente en el tercerismo, el mismo lote de Paulina Vodanovic y Álvaro Elizalde. Sin embargo, no podrá participar del Comité Central ya que estará fuera del país tratándose una fractura.

Aún así, consultado por El Desconcierto, el parlamentario explica su posición: “Dos listas es el camino. No podemos ir en la misma lista de quienes se creen con superioridad moral y han ninguneado los 30 años post recuperación de la democracia, sería un error garrafal”.

Sin embargo, en esa tendencia hay matices. Paulina Vodanovic ha defendido la lista única y ha hecho las gestiones con los partidos de la ex Concertación, pero ha fracasado. El domingo, señaló en Estado Nacional que “creemos que la amplitud de las fuerzas del progresismo debería ir en unidad, desde la DC al PC”.

Sin embargo, en Radio ADN precisó que “lo que no puede pasar es que rompamos las coaliciones de Gobierno. Cuando me dicen si es que el PS iría en la lista de Apruebo Dignidad, estamos hablando de que se desarman las coaliciones base del Gobierno. Si es que vamos en dos listas, iríamos con Socialismo Democrático. Es lo que corresponde”.

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Unidad, pero ¿hasta dónde?

La posición en pro de la unidad la ha asumido Camilo Escalona, dirigente histórico, secretario general y una de las voces fuertes al interior del PS. A su juicio, “una sola lista fortalece al Gobierno. No lo miro desde el punto de vista electoral, sino desde el punto de vista político”.

Esta posición la ha contagiado en su tendencia, la Nueva Izquierda, y son varios los parlamentarios que se han plegado. El presidente de las Juventudes Socialistas y actual diputado, Juan Santana, es uno de ellos. De hecho, impulsó una declaración conjunta de parlamentarios para respaldar la opción de una lista conjunta.

Consultado por El Desconcierto, señaló que “el Partido Socialista debe perseverar hasta el final en una lista única. Si es que hay que tomar una definición, esta tiene que ser que nosotros vamos a estar en la lista de gobierno y que esté por la unidad”.

“El PS tiene que estar donde estén los partidos que colaboran con el gobierno y quieren una lista de unidad. Sería inexplicable que finalmente nosotros validáramos la posición de aquellos que creen que es mejor ir en dos listas que en una lista única”, agregó.

En el bloque de Grandes Alamedas también están por unificar esfuerzos. El senador Gastón Saavedra explica a El Desconcierto que “hay que ir en una lista única que represente los intereses de nuestro sector, los doce puntos consensuados tienen que estar en esa lista”. 

Por su parte, Cecilia Toro, que lidera la tendencia de Socialistas de Izquierda y es parte del Comité Central, también se inclina por una lista conjunta de todo el oficialismo. “Esto con el fin de dar una señal política de unidad, a pesar de que sabemos de que electoralmente resta opciones al PS de candidaturas”, explica. En su caso, eso sí, está por no incluir a la DC en esta alianza.

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El panorama en la Alianza de gobierno 

En Socialismo Democrático las posiciones están más claras. El Partido Liberal y el Partido Radical, por su parte, priorizan listas separadas, pero no están cerradas a ninguna posibilidad y se mantienen expectantes a lo que resuelva el PS.

En cambio, en el PPD es más firme la postura de ir en listas separadas y en alianza con la DC. De hecho, de sus filas provino la frase del exsenador Guido Girardi, quien tildó como “lista del indulto” la posible unión de las fuerzas oficialistas.

La decisión del partido se fundamenta en ampliar el electorado y medir su arrastre de cara a las futuras votaciones. Dicha postura ha sido impulsada especialmente por su presidenta Natalia Piergentili y el secretario general José Toro.

Pese a ello, al interior del PPD hay voces disidentes. Entre ellos, está el exministroFrancisco Vidal, quien califico como “suicidio político y electoral” las listas separadas. A Vidal se suma la actual ministra del Interior, Carolina Tohá, y el exministro Nicolás Eyzaguirre. 

En Apruebo Dignidad, el consenso por una lista unitaria es mayor. Uno de los primeros en manifestarse fue el secretario general del PC, Lautaro Carmona, quien considera que un sistema electoral similar a las elecciones del Senado castiga a las regiones más grandes, donde a su coalición “históricamente le va mejor”.

La postura es la msima en el Frente Amplio, desde donde —aseguran— han hecho concesiones para evitar la división de dos listas.