Un duro traspié sufrió esta tarde el proceso de selección de Fiscal Nacional. Luego de que la Corte Suprema diera su voto de confianza a José Morales, siendo la primera mayoría de la quina; y que el Gobierno lo ratificara postulándolo ante el Senado; el persecutor no logró convencer a los parlamentarios quienes terminaron rechazando su nombramiento.

Esto puesto que para que Morales se convirtiera en el nuevo Fiscal Nacional, necesitaba lograr el apoyo de dos tercios de la Cámara Alta, es decir, 33 votos.

Sin embargo, su nombre no alcanzó consenso mayoritario y se quedó en los 31 apoyos, a solo dos votos de conseguir el cargo al que aspiraba desde 2015, cuando se postuló junto a Jorge Abbott a liderar el Ministerio Público.

Ahora, con Morales fuera de la carrera el proceso debe continuar.

Al ser rechazada la nominación del Gobierno —hecho inédito desde la creación del Ministerio Público— la batuta debe volver al Poder Judicial, en específico a la Corte Suprema.

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De acuerdo a lo que especifica el artículo 85 de la Constitución, si se rechaza el nombramiento propuesto por el Ejecutivo, será la Corte Suprema la que deberá completar la quina.

Pero hay otro elemento que se debe considerar en este “segundo tiempo” del proceso: Rodrigo Ríos, uno de los cinco escogidos por la Suprema para ser parte de la quina, renunció a su postulación, por lo que se debe aclarar si la quina será rellenada por uno o dos nuevos candidatos.

Cabe señalar que quienes quedan en carrera en la quina son el abogado Ángel Valencia, que obtuvo 17 votos del máximo tribunal; Marta Herrera, nueve votos; y Carlos Palma, con siete votos.

Asimismo, más abajo quedó Ríos con tres votos, que ya está fuera de carrera y las abogadas Karinna Fernández y Patricia Muñoz que obtuvieron dos votos, quedando en sexto lugar de las preferencias de la Suprema.

Previamente, el 22 de noviembre, la vocera de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, se refirió a este posible escenario.

En la ocasión explicó que “si se rechaza (la nominación) el Senado tiene que comunicarle al Presidente de la República que se rechazó el nombre y él va a oficiar a la Corte Suprema solicitándole que complete la quina dado que se ha rechazado el candidato nominado. Y en ese momento se cita a un pleno extraordinario para, a la brevedad, completar la quina y que prosiga otra vez el proceso”.

Sobre el mecanismo para escoger al reemplazante en la quina, detalló que “se hace con otros miembros que hayan concursado en el mismo proceso, con alguno de los 12 miembros que no fueron nominados originalmente para la quina. Ahí hay diversas propuestas, pero lo que normalmente se hace es que se vota por estos miembros y en consecuencia se hace una nueva votación, pero solo señalando una persona destinada a completar la quina dentro de las 12 que no estuvieron en la quina original. Y eso se manda otra vez por oficio al Presidente de la República”.

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