A lo largo de los nueve meses de trabajo de la Convención Constitucional se han visto toda clase de situaciones particulares; desde fallas técnicas hasta alzas de presión de algunos constituyentes. Sin embargo, se han registrado algunos episodios que han marcado de forma negativa al proceso y lo han expuesto al escrutinio publico. Quienes han aprovechado cada momento de debilidad dentro del órgano constituyente han sido los miembros de Vamos por Chile, que no han dudado en aplicar cualquier artimaña para entorpecer el trabajo en el exCongreso.

Parte de la derecha entró a la Convención como claros partidarios del rechazo. No obstante, se vieron forzados a participar del proceso manteniendo una postura rígida respecto a algunos temas como mantener el Senado, el Tribunal Constitucional, los quórums supramayoritarios, entre otros. Esta inflexibilidad los ha llevado a usar toda clase de resquicios para entrampar el recorrido de la Convención y mostrar una imagen negativa del proceso constituyente.

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La separación para aumentar los usos de la palabra

La primera de estas estrategias se registró en el mes de octubre del año pasado. Cuando los convencionales de la UDI enviaron un oficio a la secretaria administrativa de la Convención Constitucional, con la intención de constituir tres nuevos conglomerados, y así estar sobrerrepresentados al hablar en las sesiones.

Esto tuvo por objetivo, según señalaba el documento presentado, “no perder su porcentaje de participación en el uso de la palabra durante los plenos”, además de responsabilizar a la mesa directiva del órgano constituyente por esta situación.

No obstante, este movimiento se contradecía con el acuerdo del uso de la palabra del reglamento general de la convención, el cual fue firmado sin objeción alguna por los nueve integrantes de la mesa ampliada, entre ellos Rodrigo Álvarez, el único miembro de la derecha con una vicepresidencia adjunta e integrante de la UDI.

Esta división fue tomada como una estrategia de parte de los convencionales de Vamos por Chile para sobrerrepresentarse y sacarle provecho a la norma, aún cuando el bloque constituía una  minoría.

Al respecto, el convencional Pedro Muñoz expresó a este medio que “la derecha siempre busca trampitas para tener más poder del que tienen y sobrepasar los límites del reglamento de la Convención”.

El bombardeo de fake news

Otro mecanismo que han usado constantemente y que les ha valido sanciones en la Comisión de Ética es la divulgación de noticias falsas. En múltiples ocasiones se ha constatado la divulgación de datos e informaciones erradas por parte de los convencionales de Vamos por Chile a través de sus redes sociales.

Dos casos muy llamativos y que fueron pasados a la Comisión de Ética del órgano constituyente, fueron los de Martin Arrau y Marcela Cubillos. El primero de ellos fue un video donde el convencional del distrito 19 expresaba que la Convención había rechazado una serie de normas que buscaban "refundar Chile", asegurando que la familia ya no era el núcleo fundamental de la sociedad, esto debido al rechazo de varias iniciativas que proponían esto, también expresaba que se aprobó una indicación para terminar con todos las concesiones mineras, eléctricas y forestales. Esta difusión de noticias falsas le valió ser sancionado con el 5% de su dieta por "desinformar a la opinión pública".

https://twitter.com/martinarrau/status/1487171335058964481?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1487171335058964481%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fd-2783698405669918629.ampproject.net%2F2203172113000%2Fframe.html

El segunda caso fue el de la exMinistra Marcela Cubillos, quien mediante un posteo en su cuenta de twitter aseveraba que se había cambiado la denominación de "República de Chile" y que también se aspiraba a modificar la bandera, el himno y el baile nacional. Esta publicación le valió la misma sanción que su compañero de colectivo. La decisión de la comisión de Ética no le cayó para nada bien a Cubillos, quien mediante otro tweet hizo sus descargos.

https://twitter.com/mcubillossigall/status/1496860702551642112?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1496860702551642112%7Ctwgr%5E%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.theclinic.cl%2F2022%2F02%2F24%2Fmarcela-cubillos-sancion-comite-etica-fake-news%2F

Estos no son casos aislados de fake news que han publicado los convencionales de la UDI. No obstante, los ejemplos planteados anteriormente son los únicos que han recibido sanción por parte del comité de ética de la Convención Constitucional. Un caso que tomó especial revuelo fue el de Bernardo Fontaine y la portada en Las Últimas Noticias, donde afirmó que los trabajadores ya no serían dueños de sus fondos de pensiones.

Las indicaciones para dilatar los plenos

El 1 de abril se votó en el pleno el primer informe de reemplazo de la Comisión de Derechos Fundamentales, en una votación que duró cerca de 12 horas. La derecha, que no levantó propuestas en los nueve meses de trabajo en esta materia, envió 149 indicaciones para sustituir o suprimir el articulado aprobado por la Comisión, incluso en artículos que quedaron fuera del texto sistematizado y, por lo tanto, que no iban a discutirse. Además, los convencionales del sector ingresaron otras 22 peticiones de votación separada.

Este movimiento dilatorio fue formulado por las convencionales Evopoli (EVO) Bárbara Rebolledo y Rocío Cantuarias, quienes ingresaron 149 indicaciones subsidiarias, es decir, solicitaron la supresión de los artículos aprobados por la comisión para luego ingresar una indicación de reemplazo, forzando a que se tuvieran que realizar hasta tres votaciones por norma. En concreto, Rebolledo presentó 45 indicaciones, Cantuarias 86 y entre ambas otras 18 más.

A pesar de esto, el pleno siguió con su cometido y logró despachar 16 artículos al borrador de la nueva Constitución luego de más de 12 horas de votación. Cabe recalcar que ninguna de las indicaciones ingresadas por las convencionales de la derecha fue aprobada.

Las performances durante los plenos

Las sesiones plenarios se han convertido en el momento que más utilizan los convencionales de derecha para llevar a cabo sus artimañas. En más de una ocasión los miembros de Vamos por Chile han llegado con mensajes escritos en pancartas o se han confrontado verbalmente con convencionales de otros sectores, especialmente con los escaños reservados. Pero sin duda los momentos que más han llamado la atención son los protagonizados por Teresa Marinovic, quien se ha caracterizado por sus agudos comentarios y performances dentro de la Convención. 

Uno de los episodios más recientes de Marinovic son los carteles de los "visti-puntos", usados cuando a su juicio algún constituyente estaría victimizándose. Un ejemplo es el ocurrido en la sesión 77 del Pleno, cuando tomó la palabra Lidia González, representante del pueblo yagán. El contenido de su intervención no le gustó a Marinovic, tomando su cartel y levantándolo en varias ocasiones. Desde la mesa advirtieron la situación y solicitaron evitar los intercambios entre delegados, ya que varios comenzaron a increpar a la convencional del distrito 10.

En otra oportunidad, un grupo de convencionales UDI llegó a la sesión del 11 de abril con unas mascarillas negras con una cruz echa con cinta de papel, intentando simbolizar que habían sido afectados durante el uso de la palabra en las deliberaciones previas a votar.

Hasta ahora las estrategias para entorpecer el trabajo de Convención han permitido dilatar algunos procesos, aunque sin alcanzar el éxito esperado. Todo a tres meses de que el órgano constituyente acabe con su labor y con un mes de abril decisivo para el desarrollo del proceso.