Un error común al hablar de accidentes laborales es asociar estos a situaciones que ocurran dentro del espacio de trabajo, pero lo cierto es que la legislación (ley N° 16744) entiende a estos fenómenos como lesiones que ocurren “a causa o con ocasión de su trabajo”. En concreto, un accidente laboral puede darse en el trayecto de la casa al laburo y viceversa, o bien en actividades gremiales, por ejemplo.

Un tema que puede ser delicado, no solo por lo que puede significar una situación de estas características, sino también por las externalidades negativas que puede tener desde el punto de vista de la productividad. Más aún, cuando el tema del ausentismo laboral tomó relevancia y encendió las alertas por los coletazos que pueden experimentar las personas en lo relacionado con la salud mental.

“Está demostrado que invertir en los trabajadores no sólo mitiga los accidentes y enfermedades, sino que también mejora la productividad de las empresas, influyendo directamente en la calidad de vida de las personas”, reflexiona Leonardo Lagos, director de operaciones biotecnológicas de Careyou.

La Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), en su informe anual del 2020 sobre estos tipos de acontecimientos, desglosó que el año pasado los accidentes de trabajo y de trayecto alcanzaron los 152.829 casos. Eso sí, sin incluir las altas inmediatas.

Mayores accidentes y mayor cobertura del Seguro

En cuanto a la especificación por sexo, son los hombres quienes más sufren accidentes de trabajo, alcanzando un porcentaje del 74%. Cabe destacar, de todas maneras, que la brecha se reduce si de accidentes de trayecto se trata. En ese ítem, los hombres siguen sufriendo más accidentes, pero a un 53%, siendo un 47% para las mujeres. A su vez, son los hombres quienes más están cubiertos por el Seguro de Accidentes de Trabajo, alcanzado el 59% y el 41% restante para las mujeres.

Por otro lado, la minería fue el sector económico que más días perdidos registró por accidentes laborales, lo que tiene estricta concordancia con los datos expuestos anteriormente, considerando que la extracción de minerales suele ser una labor realizada por hombres.

“Hay menos fuerza laboral en mujeres, las que están tienen trabajos más seguros. Es decir, menor cantidad de mujeres están expuestas a actividades de mayores riesgos de accidentes. Como es el caso en el sector portuario, minería, transportes. Esto tiene que ver con un sistema cultural que privilegia la contratación de varones sobre mujeres en actividades de mayor riesgo”, subraya Lagos.

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Esta aseveración la complementa Sebastián Barrera, psicólogo de Psyalive, quien comenta que “la tasa de accidentes laborales por género es proporcional a la de participación en el mercado laboral que es liderado por los hombres, sin embargo, esto se determina finalmente de acuerdo al rubro al que pertenece la organización. Por ejemplo, en las organizaciones de salud puede haber más mujeres que hombres trabajando”.

“Ahora bien, en el caso de las mujeres, hay que considerar que están expuestas a una mayor cantidad de factores de riesgo psicosocial como la doble presencia que podría eventualmente disminuir su concentración en el trabajo y aumentar la accidentabilidad”, añade Barrera.

Si se hace un desglose por región, Magallanes y la Antártica Chilena es el lugar donde más se registran accidentes de esta índole, le siguen la del General Carlos Ibáñez del Campo y la de Los Lagos. La Región de Los Ríos también destaca con una tasa de incidencia por sobre el 3%, pesa que en esa categorización no se incluyen accidentes de trayectos.