Respecto de la nota publicada bajo el título “GEF Montaña es cuestionado por irregularidades éticas”, quisiera referirme a la validez de una serie de afirmaciones que nos imputa El Desconcierto en su edición del jueves 7 de septiembre.

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La unidad gestora y responsable del proyecto GEF Montaña es el Ministerio del Medio Ambiente y no la Fundación Sendero de Chile que es sólo la administradora de los fondos de dicho proyecto, en el marco de un convenio suscrito con ONU Medio Ambiente y el Ministerio del Medio Ambiente.  Nuestra labor es puramente administrativa y contable, para los efectos de contratar, pagar y rendir los fondos del proyecto GEF Corredores de Montaña, según las indicaciones del Ministerio del Medio Ambiente. No formamos parte de la dirección ni de la coordinación del proyecto. Esta práctica de delegar la administración en una tercera entidad es la práctica habitual en los fondos del GEF.

Se señala en la columna de Queremos Parque que el Vicepresidente de Medioambiente y Permisos de AngloAmerican, Leonel Sierralta forma parte del directorio de la Fundación.  Efectivamente es así, pero es importante aclarar que el directorio de la Fundación Sendero de Chile está compuesto por 12 miembros y busca ser representativo de distintas visiones de la problemática socioambiental.  El Sr. Leonel Sierralta se incorporó al directorio de Sendero de Chile el año 2016, cuando aún no trabajaba en AngloAmerican y se lo invitó entonces a formar parte del directorio, en su calidad de ex jefe de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad del Ministerio del Medio Ambiente y su participación ha sido positivo para la Fundación.

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Se señala en la nota que “Queremos Parque descubrió ciertas irregularidades en el programa que los llevaron a solicitar información vía ley de transparencia. Sin embargo, algunas solicitudes fueron negadas. Especialmente la que pedía información sobre las ejecuciones presupuestarias del programa”. Al respecto cabe señalar que, de acuerdo al convenio suscrito entre la Fundación Sendero de Chile con ONU Medio Ambiente, los fondos aportados al proyecto GEF Montaña son rendidos ante ese organismo y debe ser solicitada formalmente a ONU Medio Ambiente, que es la entidad a la que se le rinden los fondos o bien, ser solicitada a nuestra Fundación, para que solicitemos a la entidad internacional la autorización para informar ante una consulta de particulares, donde generalmente se accede a dichas peticiones.

Queremos Parque califica que el proyecto piloto de ganadería sustentable que impulsa GEF Corredores de Montaña (proyecto que se está ejecutando en 35 comunas de las regiones Metropolitana y de Valparaíso, con 3 líneas de acción diferenciadas) es una forma de desentenderse del territorio, sin dar ninguna garantía real de sustentabilidad.  Al respecto, quisiera detenerme en este punto para aclarar nuestra posición como Fundación Sendero de Chile.

Estamos a favor de crear una gran área silvestre protegida del Estado en el predio fiscal ex fundo Río Colorado, donde se combinen las categorías de Parque Nacional y Reserva Nacional, que tenga como objetivo proteger los ambientes de glaciares, vegas y la rica biodiversidad de la estepa altoandina del Chile Central, sin erradicar la histórica actividad sociocultural de los campesinos de la zona.

Promovemos el desarrollo participativo de la planificación del manejo y del uso público del área a ser protegida, incorporando la visión de CONAF y Bienes Nacionales, de las poblaciones y organizaciones locales, del municipio, del gobierno regional, del sector turismo y de las universidades, con miras a armonizar los objetivos de protección de la biodiversidad, ecoturismo y ganadería con carga animal regulada.

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Deseamos que se desarrolle un esquema de ordenamiento territorial y gobernanza del área protegida que esté a la altura del desafío que implica tener a cerca de 8 millones de habitantes a menos de 2 horas en vehículo de distancia de un tesoro natural de 140 mil hectáreas.

Finalmente lamentamos que Queremos Parque, publique una nota como la señalada, sin conversar antes con nosotros para conocer nuestros datos y visión, induciendo a los lectores a pensar que somos parte de una operación destinada a impedir la declaración del área silvestre protegida, lo que no corresponde a la realidad.