El Reino Unido anunció este miércoles 42.302 nuevos contagios de COVID-19 en 24 horas, el máximo desde el 15 de enero, con 49 muertes más, hasta un total de 128.530 desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020.

Según los últimos datos oficiales, se han contabilizado además 538 hospitalizaciones, un 53,2 % más que hace una semana, lo que refleja el impacto de la más contagiosa variante Delta del coronavirus, dominante en este país.

Cabe recordar que desde hace unas semanas, hasta el domingo pasado, la Eurocopa se disputó en Londres, con un Wembley que presentó lleno total y con pocas medidas de protección. Reino Unido, este miércoles, confirmó un explosivo aumento de los contagios por COVID-19.

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Pese al aumento de los contagios, el Gobierno del primer ministro, Boris Johnson, sigue adelante con su plan de culminar el próximo lunes la desescalada del confinamiento impuesto el pasado enero en Inglaterra, al considerar que el éxito del plan de vacunación contrarresta el avance del virus.

El 19 de julio, reabrirán las discotecas y se eliminará el límite de aforo en teatros y cines así como de las personas que pueden congregarse en interiores o al aire libre.

Con todo, Johnson ha recomendado "cautela" e insta a los ciudadanos a seguir usando la mascarilla en espacios cerrados -aunque ya no es ilegal no hacerlo-, mientras que se recomienda a las empresas y locales como clubs nocturnos que limiten la entrada a quienes tengan certificado de vacunación.

El gobierno conservador mantiene también medidas sanitarias para los viajes internacionales, de manera que quienes llegan de países verdes o ámbar deben hacerse tests y los viajeros de territorios rojos han de aislarse en hoteles designados.

El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, ha indicado que, al margen de la línea gubernamental, mantendrá la obligatoriedad de llevar mascarilla en la red de transporte londinense, medida que plantean aplicar también otros alcaldes británicos.

Escocia, Irlanda del Norte y Gales tienen sus propias competencias sanitarias y avanzan a su propio ritmo en la desescalada.