La Organización Mundial de la Salud (OMS) instó este viernes a todos los países ricos a compartir las vacunas contra el COVID-19 con los países menos desarrollados, y así evitar los errores de epidemias pasadas.

“Si guardamos las vacunas para nosotros, y si no las compartimos, habrá tres problemas principales: uno, un fracaso moral catastrófico; dos, eso permitirá a la pandemia continuar causando estragos; y tres, una recuperación económica muy lenta”, advirtió el líder de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El titular de la OMS recordó que los países desfavorecidos necesitaron 10 años para tener acceso a los medicamentos contra el VIH y, para la epidemia de H1N1, los más pobres tuvieron acceso a la vacuna “pero después de que la epidemia había terminado”.

“Así que es un error moral, no ayudará a detener la pandemia y no devolverá los medios para ganarse la vida. ¿Eso es lo que queremos? ¡Depende de nosotros!” , lanzó el director general de la OMS en rueda de prensa.

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En ese contexto, Adhanom advirtió contra el nacionalismo en el suministro de las vacunas, señalando que hoy el mundo “es una aldea global” y que hasta que las vacunas no hayan permitido contener la pandemia en todo el mundo, no habrá seguridad.

Las declaraciones del líder de la OMS llegan cuando diversos países están teniendo problemas para proveer de vacunas a sus poblaciones, debido a la escasez de las mismas, especialmente de las más eficaces.

De hecho, bajo fuerte presión, la Unión Europea anunció este viernes la adopción de un mecanismo de control de la exportación fuera de su zona de vacunas contra la COVID-19 producidas en su territorio, para impedir la salida de dosis destinadas a los europeos.

Esa decisión fue criticada por la OMS. “Es una tendencia muy inquietante”, denunció la doctora Mariangela Simao, subdirectora general de la OMS encargada del acceso a los medicamentos y productos de salud.