Daniel Agusto (RN), alcalde de Calama da un largo suspiro al otro lado de la línea. Toma unos segundos y asegura tajante que en su comuna hay varios factores que influyen en que el coronavirus se disperse con mayor facilidad que en otros sectores. Habla de los 2500 metros de altura a nivel del mar en donde está emplazada y cómo esta distancia incide en una menor capacidad de oxigenación, también indica el extremo frío de las noches invernales del desierto donde las temperaturas bajan la barrera de los 0ºC, agrega como factor la gran movilidad que aún se mantiene por la industria minera que hasta hace poco desplazaba a miles de trabajadores del cobre por tierra y de enfermedades respiratorias de base que persisten en muchos de sus ciudadanos, tras años trabajando en obras mineras, principal foco económico de la ciudad.

Todo lo anterior, dice, son elementos que configuraron la tormenta perfecta y que hicieron del pasado mes de junio, un mes negro para la ciudad del Loa. “Las muertes en junio de este año aumentaron en más de un 150%. Junio es el mes más fatal de toda la historia de nuestra ciudad”, indica Agusto.

Según el último informe epidemiológico en Calama han fallecido 94 personas producto del coronavirus, por su parte, el último balance diario en la región de Antofagasta de cuenta de más de 4219 contagios en la comuna.

La crisis sanitaria, dice Agusto, ha dejado escenas dramáticas: el alcalde habla de una vecina que estuvo más de 33 horas fallecida en su casa, de personas que no logran llegar a las Ucis. “Hay mucho adulto mayor que está muriendo en las casas, y eso no se informa, no sale, porque a lo mejor no somos Las Condes, Vitacura. No somos comunas del barrio alto de Santiago”, indica.

La tragedia también lo ha golpeado personalmente. El coronavirus le arrebató a su madre, quien falleció internada en Antofagasta. “Esperamos que pronto nos encontraremos nuevamente para no separarnos nunca más.... te amo con mi vida”, expresó el pasado 24 de abril en Facebook para despedirse. El luto fue efímero, solo se tomó un par de días libres por situación en su ciudad.

“Son golpes muy fuertes de la vida, que lo destrozan hasta las fibras más profundas del alma y del corazón y las tenemos que vivir como todo ciudadano, pero hay que recobrar fuerzas y levantarse porque seguimos el ejemplo de una guerrera. Sin duda alguna, creo que el desafío de las medidas que necesitamos de la autoridad son precisamente para que se eviten muchas muertes en la ciudad”, indica.

-Alcalde usted hace poco señaló en varias entrevistas que Calama se iba a enfrentar al dilema de la última cama ¿Eso ya está ocurriendo?

sí, nosotros ya hemos llegado a una suerte de límite en todas las redes de salud local. Se han ido habilitando una que otra cama, pero se han ido ocupando y finalmente la autoridad optó por trasladar pacientes hacia otras comunas de nuestro país: Arica y otras ciudades más. Eso evidencia y nos da la certeza de que la red de salud local ya no está dando abasto. Por lo tanto, eso de trasladar pacientes es el mejor indicativo y la mejor forma de saber reconocer que la situación colapsó en nuestra ciudad. Y eso tiene un costo para las familias, económico y también les significa esos traslados. Así que la red de salud está en una situación muy límite que es muy difícil resistir, nuestros centros de salud primaria están hospitalizando a gente en sillas, en bancas, en sillones y sin tener las condiciones de poder atender dignamente como corresponde a la gente, entonces, ahí es donde nosotros requerimos la autoridad que vino hace unos días atrás. El subsecretario Arturo Zuñiga que se llevó en una agenda varios puntos y no hemos recibido prácticamente ninguna respuesta, y los días pasan y pasan, y la verdad es que necesitamos soluciones, necesitamos ayuda, ahora. No es para relativizar ni ser indiferente como a veces yo veo a algunas autoridades sobre la situación grave que vivimos en Calama. Tenemos la peor tasa de contagios de todo el norte de Chile, ya superamos los 4 mil hace rato y tenemos tasas de letalidad que superan las 100 personas fallecidas.

¿Antes de morir su madre también fue trasladada?

Sí, pero por lo mismo, fue trasladada porque casi no había capacidad en Calama, tuvimos que trasladarla a Antofagasta.

¿Pudo zanjar algo con el subsecretario Arturo Zúñiga en su reciente visita a la comuna?

Lamentablemente, ni siquiera recibimos un llamado telefónico cuando él estuvo acá. La verdad es que eso demuestra también la poca preocupación y empatía por tratar de considerar un poco también a las autoridades locales. Se nos ha dicho a muchos alcaldes que no somos expertos sanitarios, pero le damos cátedra de sentido común, les damos cátedra de estar en la calle, de conocer la realidad, la situación, las dificultades que viven las vecinas, los vecinos, hay muchas situaciones graves de muchas familias. Hay algunas personas que ya están muriendo en sus casas, también algunas que han perdido la vida en urgencias.

¿Qué se debe hacer para mejorar la situación en la ciudad?

Hemos pedido medidas extremas para situaciones muy extremas. Entre esas está, por ejemplo, el cierre del aeropuerto por 14 días, con el acceso a transporte de carga de emergencia de abastecimiento, eso debiese continuar. También hemos solicitado que la empresa minera, que si bien reconocemos que ha tenido algunas acciones tendiente a ir disminuyendo toda la operatividad, pero no son suficientes. La empresa minera debe reducir al mínimo la dotación de trabajadores  y trabajadoras, porque está tan grave la situación que, si no se controla el contagio, después se va a paralizar por las muertes, por el contagio descontrolado, se va a paralizar igual. Entonces estamos advirtiendo que paralice antes, preventivamente, por 14 días y que bajemos esta curva que está pegándole a Calama muy fuerte. He dicho muchas veces, Calama se muere, Calama se está muriendo y no queremos que eso se dé frente a la venda de los ojos que tiene la autoridad que relativiza y se muestra indiferente, a veces con un desprecio por la situación de nuestra comuna. No somos zona de sacrificio, nos quieren someter a una situación de privilegiar la producción minera, los ingresos económicos por sobre el derecho fundamental que tenemos nosotros de vida, y no lo vamos a permitir.

¿Hay falta de recursos?

A nosotros nos faltan todos los recursos en los programas y todos los recursos de apoyo de nuestra atención primaria de salud. Es como dejarnos y decirnos arréglenselas como puedan.

¿Han aumentado el personal de salud?

Hicimos un esfuerzo enorme pero estamos con las mismas dotaciones, y estamos dosificando a través de turnos para poder palear esta situación, y como le dije recién, con un colapso absoluto. Mire, en Calama en los últimos días tenemos 80% de positividad en los PCR que se toman en la atención primaria. O sea, todos los PCR, prácticamente la mayoría que se toman son positivos, mire la señal que tenemos, y en la atención primaria, o sea, que casi todos los enfermos que están llegando son con Covid.

¿Usted cree que esta situación tan al límite que se evidencia en Calama se pudo haber evitado?

Yo creo que se pudo haber minimizado o controlado mucho más. No sé si evitado porque en todo el mundo ha sido difícil evitar esto, pero creo que en Calama pudimos haber controlado de mejor forma esta pandemia y, lamentablemente a estas alturas está descontrolada. Hemos superado a muchas comunas que tienen más habitantes que nosotros, incluso Antofagasta, que tiene más que el doble de nosotros. Eso dice que, una vez más, a Calama se le sentenció la eterna sala de espera, una sala de espera fatal que ahora está matando gente. Yo lo anticipé muchas veces, de abril que estamos pidiendo cuarentena y, en ese entonces, yo decía que Calama era una bomba del tiempo; tuve toda la razón, fue una bomba de tiempo que explosionó y explosionó terriblemente mal, y ahora lo que queda es contener. Entonces ahí es donde yo a veces no entiendo a las autoridades cuando miran, estiran y dictan las medidas, dilatan la situación con una región, con una comuna que tanto le ha dado a Chile.

¿Hay un sentimiento de abandono?

Claro, ahora se transforma en el pago Chile. Es decir, con un desprecio con la vida de nuestra gente, privilegiando, a veces, los intereses económicos y querer seguir funcionando, a como dé lugar, con la actividad minera, pero ahí hay un sentimiento de impotencia, de mucha gente, que está dispuesta a todo, estamos dispuestos a todo con tal de proteger nuestras vidas, o respetan el derecho fundamental a la vida, o el pueblo y nuestra gente, o nuestras vecinas y vecinos de Calama nos levantaremos como nunca antes.

Sobre este punto la semana pasada usted hizo noticia por publicar un video de un avión repleto de pasajeros llegando a Calama comentando que: “¡El aeropuerto de Calama es un matadero!”, luego de esto Codelco informó que dejará de utilizar el aeropuerto de la ciudad ¿Cómo tomó la noticia?

Está por verse cuál es el alcance de ese comunicado porque no señala si va a utilizar otro aeropuerto, si lo va a hacer por tierra, no indica si va a reducir la dotación, solo dice que no lo va a usar, pero estamos nosotros ahora buscando cuáles son los alcances de ese comunicado, para que no tengamos sorpresas y no signifique prácticamente nada o que, a lo mejor, siga ingresando gente por tierra, por bus, y no se termine con la movilidad, que es lo que hemos estado solicitando.

¿Ha bajado la cantidad de trabajadores?

A un 60%, 70% de la dotación, y en todo ámbito es casi normal el tránsito de personas, y la movilidad que no cesa entonces, ahí hay una dicotomía entre lo que dice el ministro y lo que se da en la realidad, al menos en la región de Antofagasta. Calama es la más afectada entre las dos ciudades de la región. Claro, absolutamente, de todo el norte, de todas la ciudades del norte.