Un agente de la Policía de Nueva York ha sido suspendido tras usar una llave de estrangulamiento prohibida por el cuerpo para inmovilizar a un ciudadano afroamericano cuando era arrestado.

Los hechos tuvieron lugar este domingo, en un contexto marcado por las grandes protestas contra el racismo y la violencia policial en todo Estados Unidos, que continúan sacando a miles de personas a diario a las calles de Nueva York a raíz de la muerte de George Floyd a manos de agentes en Minneapolis.

Hace tan solo unos días, el ayuntamiento de la Gran Manzana acordó que el uso de llaves de estrangulamiento por parte de la policía no esté únicamente vetado, sino que además sea un crimen por vía penal.

El jefe del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), Dermot Shea, informó en la noche del domingo de que, tras una rápida investigación, el agente involucrado en el suceso ha sido suspendido sin sueldo.

Shea, que calificó lo ocurrido de “alarmante”, aseguró que el NYPD va a investigar el episodio más a fondo, pero consideró que era necesario actuar de forma “inmediata”.

En el incidente, que fue registrado en video, puede verse cómo un agente aparentemente coloca su brazo sobre el cuello del hombre durante unos diez segundos, mientras varios testigos gritan diciendo que le está ahogando.

La víctima, identificada como Ricky Bellevue y que había sido diagnosticada con problemas mentales en el pasado, perdió el conocimiento durante el arresto, según dijo a The New York Times Lori Zeno, la directora ejecutiva de Queens Defenders, una organización que ha asumido su defensa.

Zeno identificó al agente suspendido como David Afanador, que en 2014 fue acusado de agresión en otro arresto y posteriormente absuelto.

Después de que el vídeo de la detención de este domingo se difundiera por internet, la policía hizo públicos más de 30 minutos de imágenes grabadas por las cámaras que los agentes llevan en su uniforme.

Según las autoridades, los policías acudieron al paseo marítimo de Rockaway, en el distrito de Queens, tras recibir una llamada sobre un hombre que estaba gritando a gente que pasaba por la zona.

En las imágenes difundidas por la policía puede verse cómo aparentemente Bellevue y otros hombres se burlan de los agentes durante unos diez minutos, mientras ellos no solo no intervienen, sino que incluso se ríen.

La situación cambia cuando Bellevue mete la mano en una papelera y parece sujetar algo, preguntando a los policías si están asustados, lo que lleva a los agentes a correr a inmovilizarlo.

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