A comienzos de esta semana, un funcionario de salud colombiano subió a su cuenta de Twitter un llamativo video a través del cual denuncia las brutales amenazas de muerte de las que ha sido objeto, mediante el envío de coronas de flores de parte de una persona que lo acusa de una supuesta negligencia en el tratamiento de una paciente con coronavirus.

“Esto es un pedido de auxilio y de ayuda al gobierno nacional. Por mí, por mis compañeros y por todos los médicos de este país”, dijo angustiado y sollozando José Julián Buelvas, un médico que trabaja en centros asistenciales de Barranquilla, Colombia.

Específicamente el profesional de la salud recibió dos coronas de flores, una en el hospital y otra en su departamento. “Usted está dejando morir pacientes en la Clínica Adela de Char por una negligencia abrumadora que trae sus raíces de otras clínicas. Esa negligencia estoy dispuesto a curarla de una sola manera. Quiero, deseo y estoy encantado de meterle una bala en esa cabeza esquizofrénica y altiva", se lee en un papel en el que se hace aún más evidente la amenaza a Buelvas.

Esto no puede pasarnos. Él es José Julián Buelvas, médico intensivista, que lucha contra el coronavirus en Barranquilla y Soledad. Hoy le llegaron dos coronas fúnebres a su casa y a su trabajo. Hablaremos con él en minutos en @BluRadioCo pic.twitter.com/n7CnQ4xb7P

— Ricardo Ospina (@ricarospina) June 8, 2020

“Es imposible que nosotros dejemos morir a la gente. Nosotros fuimos formados para salvarlos”, dijo a los medios el depositario de la macabra advertencia en medio del relato de su situación, la que incluso hizo reaccionar al presidente Iván Duque, quien a través de redes sociales habló de lo sucedido.

"Vamos a identificar y llevar a la justicia a quienes han cometido estos delitos. Es un comportamiento ruin, bajo y la peor expresión de la maldad”, sostuvo mientras varios empleados del hospital donde trabaja el afectado tomaron la drástica decisión de renunciar a causa de las peligrosas amenazas.

El doctor Buelvas, por su parte, pese a su temor y angustia, se presentó a trabajar al hospital, donde fue recibido entre aplausos por sus colegas, quienes celebraron su valentía de seguir al frente de la pandemia.