El discurso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ante la Asamblea General de Naciones Unidas fue demoledor. En poco tiempo, amenazó con la "total destrucción" de Corea del Norte, aseguró que el dinero de Irán "sirve para financiar terroristas", llamó a Cuba "un gobierno desestabilizador y corrupto" y a Venezuela una "dictadura socialista completamente inaceptable".

"Vamos a imponer sanciones al régimen de Maduro en Venezuela que ha llevado a su nación al colapso total", dijo el mandatario de EE.UU., al tiempo que señaló que la "corrupción" del gobierno venezolano ha "destruido una próspera nación, imponiendo la ideología, generando pobreza y miseria en todos los lugares donde ha llegado".

La respuesta del presidente del país latinoamericano aludido, Nicolás Maduro, no se hizo esperar, llamando a Trump a "tragarse sus palabras".

"Esa es nuestra respuesta, Donald Trump, que se trague sus palabras de odio y de guerra. Él pasará a la historia y la revolución bolivariana siempre seguirá de pie", dijo Maduro durante el cierre del evento para la paz y la soberanía "Todos somos Venezuela", celebrado en Caracas.

Luego continuó respondiendo los dichos del mandatario estadounidense: "Él cree que Venezuela es un edificio de Nueva York, que él puede chantajear a los dueños del edificio que salen despavoridos y le venden su país o su edificio. Mister Trump, Venezuela no es una inmobiliaria de Nueva York, Venezuela es la tierra que parió a los hombres y mujeres más heroicos de la historia de América".

"Con la agresión del nuevo (Adolfo) Hitler de la política internacional, el señor Donald Trump contra el pueblo de Venezuela, supremacía racial, la supremacía imperial, hoy se expresó el magnate que se cree el dueño del mundo, pero a Venezuela no la amenaza nadie", agregó Maduro.