Tras la nevazón de hace dos semanas que sorprendió al país y ocasionó masivos cortes de electricidad, muchos pusieron sus focos sobre la falta de cuidado del tendido eléctrico, que no supo resistir al clima.

Hoy, La Tercera revela que 8 mil kilómetros de cables eléctricos presentan fallas de seguridad y no cumplen con las medidas de seguridad exigidas. A estos la Superintendencia de Electricidad y Combustibles le revocó la certificación a los cables de la familia RZ1-K, libre de halógenos. Esto quiere decir que no emiten gases tóxicos ni humos de alta opacidad, por lo que no propagarían un incendio ya declarado.

La norma exige que si los cables entran en contacto con el fuego, la llama de extinguirse. Eso no pasó, por lo que el tenido -ingresado y comercializado en el país- perdió su certificación. Se trata de las marcas Miguelez, Top Cable, Ascable y Cables RCT. De ellas, solo Top Cable y Miguelez dieron respuesta, del resto no se pudo encontrar representantes en Chile.

Este tipo de cable es el que se utiliza en lugares que concentren más de 25 personas por más de 15 minutos. Es decir, malls, hospitales, cines, discotecas, casinos, etc.

"El sistema de certificación que posee nuestro país permitió detectar una serie de productos, del tipo cables eléctricos, provenientes de España, los que presentaban problemas con cierto tipo de ensayos, razón por la cual se canceló su certificación, prohibiéndose su comercialización en todo el país", aseguró el superintendente de Electricidad y Combustibles Luis Ávila Bravo.

Inger, la empresa que hace la certificacióon, aseguró en un informe que en los cables "existe un riesgo para la seguridad de los usuarios que requiere ser tratado mediante la adopción de medidas rápidas y efectivas, como es prohibir transitoriamente su comercialización en el país".

"Hemos logrado llegar a cerca de 230 empresas que compraron los cables en cuestión, a las cuales les estamos solicitando información acerca de los lugares donde instalaron dichos conductores o a quienes se los vendieron", agregó Ávila.