La multifacética vida de Felicia Morales: De cellista y peluquera a youtuber y corista de Mon Laferte
Ingeniera en sonido, músico, youtuber y peluquera. La versatilidad de intereses y actividades de Felicia Morales (33) sorprende y despierta curiosidad, ganas de saber cómo lo hace para caer parada con la astucia de un gato en cada una de sus facetas. Pero ella no se enreda demasiado en pensar sobre eso y cuenta que está trabajando en la banda sonora de una película y que ya se embarcó en un curso para aprender japonés.
La intérprete cellista (y pianista y vocalista), que se subió por primera vez al escenario de la Quinta Vergara invitada por Mon Laferte como una de sus coristas, viene de días movidos en el Festival. En una conversación en su casa con El Desconcierto, repasa la presentación de su colega en el Festival con orgullo, pero sin sorpresa, ante su indiscutible éxito.
¿Cómo fue la experiencia de cantar en el Festival de Viña? ¿Cómo viviste eso de compartir escenario con Mon Laferte en un show que además fue tan elogiado, quizás el más memorable de esta edición del Festival?
Fue muy bacán, porque yo igual sabía que le iba a ir bien pero no pensé que iba a ser tanto. Lo que pasó después fue cuático, fue la primera vez que estuve en un show y fue genial, porque pensé que iba a estar muy nerviosa y no tuve nervios. El equipo con el que trabaja la Mon es tan buena onda y profesional que en ningún momento sentí que pudiera salir algo mal. Es como un gran grupo de amigos pasándolo bien.
Como músico, ¿cómo viviste lo que implica el Festival y todo lo extra que le rodea, que se reflejó en las críticas que incluso hizo la propia Mon antes de su presentación?
Es cuático porque es un show de televisión, no más. Y encuentro que ella tiene mucho razón al decir que es raro que el jurado no sea gente que está relacionada con la música, que pongan gente de farándula, a decir y elegir canciones. Y eso de que la alfombra roja sea lo mismo, ver a gente que no tiene nada que ver con el Festival paseándose con poca ropa. En ese sentido, pienso que sería bacán darle un giro y que hubiera músicos que alguna vez participaron en el Festival, por ejemplo, que se invitara a figuras de otros lados también y que se le diera más énfasis a eso.
Y respecto al show puntual de Mon Laferte, ¿cómo lo viviste? Fue muy intenso el espectáculo, gente que no la conocía quedó muy sorprendida después de verla.
Es que los show de la Mon siempre son así. Ella es súper intensa en el escenario y su voz es súper potente, entonces no es como que haya sido algo especial para el Festival. Todos sus shows son así, siempre.
En el fondo, la sorpresa mayor fue para el resto de Chile.
Claro, porque ella ya hizo un show en el Auditorio Nacional de México y una gira gigante por todo Estados Unidos con todos los teatros llenos y ahora va a comenzar otro. Para ella, es lo que viene pasando en el último tiempo.
"Yo estaba feliz acompañando gente"
La carrera de Felicia Morales la ha llevado a múltiples escenarios, de la mano de los músicos que ella apunta como sus amigos. Gepe, Fakuta, Javiera Mena, Mon Laferte, Les Ondes Martenot, Caravana, Dënver (con quienes grabó la banda sonora del corto chileno ganador de un Oscar "Historia de un oso") y Alex Anwandter (cuya banda integra actualmente) han sido los compañeros de escena de la ingeniera en sonido, quien nunca desesperó por iniciar su proyecto solista, desposeída de esa ambición de protagonismo. Hasta que en 2013 autoprodujo su primer disco "Felicia EP", bajo la etiqueta Salón Felicia/Quemasucabeza.
Algunos medios te han indicado como una figura omnipresente en el pop nacional. Has tocado con varios artistas de nuestra generación. ¿Cómo te desenvuelves en ese ambiente y qué opinas de lo que han mostrado?
Ha sido bacán, pero todas esas invitaciones han salido como por amistad y esas cosas. Para mí siempre ha sido como colaborar con amigos, el ambiente es súper bueno y es entretenido participar en bandas de gente súper talentosa. Hubo un tiempo en que me estaban invitando a tocar en varias cosas y en un minuto pensé: Ya, ¿me quedo participando solo en una o voy aceptando? Y decidí aceptar, porque siento que puedo aprender de cada uno, de distintos métodos de trabajo, otro tipo de arreglos musicales. De cada uno puede sacar algo e incorporarlo en su propio método de trabajo.
¿Así te pasó con la Mon?
Sí. Ella me escribió por Facebook y yo decidí tocar con ella, por eso me invitó como una forma de agradecimiento por acompañarla en esos años, cuando todos pedían puras cosas de Rojo. Entonces siempre ha sido como algo muy bacán, no lo tomo como un trabajo difícil, porque todo es un ambiente de amigos.
¿Cuándo comienza esta idea de empezar tu proyecto solista?
Lo de hacer un proyecto sola ni siquiera fue mi idea, en realidad. Hice el ejercicio de grabar cosas que se me ocurrían, porque tenía un estudio aquí en la casa y salió eso, que guardé muchos años. Decidí mostrarlo y unos amigos me dijeron que estaba bacán. No fue que yo dijera: ahora quiero hacer mis cosas, no, no.
¿Y por qué nunca te picó ese bichito?
Porque yo estaba feliz acompañando gente y sentía que no iba a poder hacer mis propias cosas, tal vez. Igual, lo que salió es muy distinto a las cosas donde yo estoy colaborando.
Pero fue súper bien acogido.
Eso fue bacán, porque era algo súper distinto y tuvo muy buena recepción de la gente. No era mi intención para nada hacer algo que fuera bien popular, sino habría hecho algo más pop, pero la gente que lo escuchó lo valora mucho. Y me da risa que mucha gente lo escuche para estudiar o trabajar, como no tiene letras, eso ayuda.
https://www.youtube.com/watch?v=4JiSjsbbJsw
"Salón Felicia es mi sustento, no puedo vivir de la música"
Felicia comenzó a familiarizarse con la música a los 5 años, cuando sus padres -ambos profesores de música- les dieron a elegir a ella y a su hermana el instrumento que aprenderían a tocar. Aunque reconoce que primero fue a la fuerza, la cellista descubrió en esta disciplina uno de sus grandes amores. Una vocación que, pese a desarrollada por Felicia en diversos proyectos y junto a otros destacados músicos, le alcanza a pocos artistas en Chile para pagar las cuentas a fin de mes.
Sin embargo, en medio de sus múltiples cursos y talleres, Morales comenzó uno de estética integral que más tarde se convertiría en una herramienta a su favor. Así surgiría el Salón Felicia, que es reconocido por el talento de su peluquera estrella y la presencia de sus cuatro compañeros felinos.
Me llama la atención eso de que hayas empezado a tocar tan chica, a los 5 años. Tus papás son músicos. ¿Qué te dejó eso de familiarizarse desde tan temprano con la música?
Yo crecí rodeada de todo esto, en mi casa había muchos instrumentos y mis papás nos hicieron elegir a mí y a mi hermana uno, pero dentro de todo, yo lo sentía como una obligación. Era como ir al colegio y tocar algo no era muy agradable en ese tiempo, era como parte de lo que teníamos que hacer. Nunca cuestioné eso ni tampoco ir al colegio, como sucede ahora. Yo decía: esto hay que hacerlo y lo hago. Y después de tanto tiempo, uno se acostumbra y lo siga haciendo no más y le toma el gusto. En un principio fue muy obligada y no nació de mí, a los 5 años no me dieron ganas de tocar cello sola.
¿Cómo fue eso de estudiar Ingeniería en Sonido? Fuiste de las pocas mujeres de la carrera, según leí.
Tuve una compañera solo unos años después. Es raro, pero todos fueron muy amorosos. Había algunos profesores medio anticuados que se ponían raros, pero yo nunca lo tomé como un ataque personal, ni nada. Trato de ver las cosas light para no sufrir en exceso, entonces estudiaba más, no más. Me gustó haber estudiado eso, me ayudó mucho a lo que estoy haciendo ahora, grabar y todo. Sé lo que se puede hacer y no en un estudio, entonces todo es más rápido.
En este contexto de múltiples actividades en tu vida, ¿cómo se compatibiliza con ser peluquera? ¿Qué es lo que te ha entregado hasta ahora Salón Felicia?
En realidad, Salón Felicia es más que nada el sustento, lo que me permite vivir, porque lamentablemente no puedo vivir de la música. Es lo que más me gustaría hacer, de hecho si pudiera vivir de la música creo que no tendría la peluquería. Lo que sí rescato es que con la peluquería he formado grandes amistades, lo que sería heavy romper porque sé que a algunos tengo la instancia de verlos solo cuando vienen a cortarse el pelo.
¿De dónde te surgió la idea?
La idea salió muy de la nada porque a mí me gusta hacer cursos, ahora voy a empezar un taller de japonés, también. Me gusta hacer cosas nuevas, siento que pueden ser útil en algún momento, eso pensé cuando caché un curso de estética integral y lo que menos me llamaba la atención era cortar el pelo, me daba miedo. Pero los amigos empezaron a insistir y yo tenía un poco de nociones y le pegué. Funcionaba.
Hay que decir que te ha ido muy bien, además.
Sí, ahora estoy yo misma bajando un poco las horas porque estoy haciendo otras cosas, pero me escribe un montón de gente. No le estoy dedicando tanto tiempo como antes, aunque sí tengo que dedicarle porque o si no, no tengo dinero para pagar las cuentas. Me entretiene un montón, igual.
¿Por qué es tan difícil vivir de la música?
Porque las cosas son muy irregulares. Si uno no es el autor mismo, que recibe cosas de la SCD o canjes, qué sé yo, es complicado. Hay veces en que uno no toca nada en el mes y otras veces que sí. Yo toco en la banda de Alex (Anwandter) y ahora son como 4 shows al mes, pero en otros nada. Entonces uno no puede estar seguro con eso, hay que hacer otra cosa para la venta, lamentablemente.
"Dejé de comer animales hace unos 5 ó 6 años"
Como orgullosa humana de cuatro gatos (Nutella, Tama, Maruchan, Solar) y dos erizos (Jr Pepinillo, Pretzel Fufino), Felicia mantiene una profunda relación de empatía con los animales. Por ellos, y no por otra razón, se declaró vegetariana hace unos años y comparte en sus diversas redes sociales datos de recetas y productos libres de crueldad animal.
He visto que eres muy cercana a los animales, además de vegetariana. ¿Tiene relación con tu postura frente a la relación de los humanos con ellos?
Sí, claro. Es completamente por eso, no es por algo de salud, no es porque me guste la carne, de hecho sí me gustaba comer carne. Pero lo hago por los animales, siento que es totalmente inconsecuente tener gatos y erizos y adorarlos y después comerme una vaca o un cerdo. Sentí que era muy inconsecuente y dejé de comerlos hace ya unos 5 ó 6 años.
Hace una década era muy difícil ser vegetariano y lograr alimentarse bien. Ahora ha cambiado mucho esa situación.
Ahora es súper fácil y de hecho yo casi dejé también de comer lácteos y huevos. Tampoco consumo miel y también estoy cambiando mi maquillaje para que sea cruelty free. Sí tengo algunos zapatos de cuero que no creo que bote. Mi plan es no comprar nada más de cuero nunca más, ni tampoco más maquillaje testeado en animal. Estoy esperando que se gasten esas cosas (risas).
En ese mismo tema, ¿qué piensas de la falta de regulación que existe en Chile respecto al maltrato y el abandono animal?
Muy mal, ese caso de hace poco de Cholito... del terror. Creo que igual está avanzando lentamente, porque ya el mismo hecho de que se haya grabado un video de eso, que yo por supuesto no pude ver, ya hace que la gente vea que esto pasa. Hay gente que salta y se preocupa y esos son pequeños avances. Además, cada vez hay más productos vegetarianos para elegir y veganos, también. Creo que va hacia un buen futuro todo esto, ojalá.
https://www.youtube.com/watch?v=KfbZVQud5ek
En la preparación de la banda sonora de una película
Y por si fuera poco, el canal de Felicia Morales en YouTube es todo un éxito. Con un promedio de tres videos por semana, la multifacética músico y peluquera enseña a hacer peinados, relata sus aventuras en los escenarios, entrega datos de cocina y comparte las curiosidades de su vida. Es como un diario de vida en formato audiovisual, hasta donde llegan espectadores de todas partes del mundo y de distintas edades a interactuar con ella.
¿Qué es lo que te impulsa a ser youtuber? Exige cierto tiempo en una vida ocupada como la tuya.
Me gusta mucho editar porque siento que es algo similar a editar audios. La idea del canal fue porque empecé a viajar con mi pololo y quería dejar registro de algunos viajes. Además, me di cuenta que en mi canal tenía videos antiguos de amigos y tocatas de amigos en 2006, cuando empezaron a aparecer estas bandas.
¿Qué bandas eran?
Tenía grabados algunos momentos en la casa de la Fakuta o de los Dënver y pensé "qué bacán verlos ahora y después". Entonces quise dejar registro para verlas cuando sea mayor, que esté todo ahí documentado y sentí que sería chori para otras personas verlo. Siempre pienso en cosas que sería bacanes para mí de ver y las hago, como las recetas o los peinados, por si a alguien le tinca.
Y te va muy bien, las suscripciones a tu cuenta ya superan las 24 mil personas.
Me comentan un montón y yo tenía la onda de responder todo, pero me gusta porque la gente es bacán y me escribe gente de todas las edades. De hecho, el otro día me escribió una señora diciéndome que tiene unos 60 y tantos años y le gusta ver mi canal. O niñitos muy chicos, entonces es chori poder comunicarse con gente de todos lados y edades. Las cosas que me gustan a mí son muy amplias: me gusta mucho el maquillaje, los gatos, los juguetitos o cosas de compras internacionales. Hay de todo y es bacán porque ya no me acuerdo del último comentario pesado que me hayan escrito.
¿Cuáles son los próximos proyectos en todas estas cosas a las que te dedicas?
Estoy haciendo la música de una película y ese es un proyecto bastante grande, pero para varios años más. Ahora que terminó todo esto de Viña voy a poder concentrarme. Luego pienso tomar vacaciones pronto y mi idea es que si logro terminar este trabajo, poder hacer en el segundo mi disco. Me gustaría hacer nuevos cursos de peluquería, voy a estudiar japonés, quiero estudiar más maquillaje y estoy haciendo un curso de caracterización y efectos especiales.
¿Y todo al mismo tiempo?
Siento que no tengo que juntar las cosas, el que me hayan elegido para ese proyecto tan grande es importante, entonces no me lo quiero tomar a la ligera. Prefiero ir separándolas y hacerlas calmada, no tengo apuro.