La historia de la adulta mayor de 84 años aplastada por portón municipal: Tribunal condena al municipio a pagarle $10 millones
Una mañana de septiembre de 2021, una mujer de 84 años caminaba por la vereda de la plaza de Pueblo Viejo, en Punitaqui, rumbo a misa.
Según se puede apreciar en el fallo judicial, eran alrededor de las nueve cuando pasó frente al portón metálico que cerraba el acceso al recinto.
En segundos, según mostró luego un video incorporado al juicio, la estructura de hierro —de unos tres metros de ancho por dos de alto— se deslizó de manera irregular y cayó completamente sobre ella, arrojándola al suelo y dejándola atrapada entre la vereda y la calzada.
El peso fue tal que los primeros vecinos que acudieron no lograron moverlo. Una testigo contó que debió usar su propio cuerpo para impedir que la reja terminara asfixiándola.
La mujer permaneció inmovilizada hasta que llegó personal de salud, que la trasladó al Hospital de Ovalle, donde se diagnosticaron policontusiones y una luxación de hombro derecho.
Durante meses tuvo dolor, limitación de movimiento y dificultades para realizar actividades básicas.
La afectada vivía frente a la plaza, que se encontraba enrejada y con su acceso cerrado. Los testigos señalaron que la estructura presentaba problemas desde su instalación y que faltaba mantención.
Algunos mencionaron incluso deficiencias más amplias del proyecto de mejoramiento del lugar. El municipio negó falta de servicio y sostuvo que el portón estaba en buen estado, que la obra había sido recepcionada sin observaciones y que habría sido la propia mujer quien manipuló la reja, provocando su caída.
Esa versión fue descartada por el tribunal.
El 3° Juzgado de Letras de Ovalle, a cargo del juez Pedro Hiche Ireland, analizó las pruebas presentadas: videos, fotografías, informes médicos, testimonios de vecinos y funcionarios, y documentación entregada por la Municipalidad de Punitaqui.
La audiencia de percepción del registro audiovisual fue clave. En ella se observó cómo el portón se deslza y cae sobre la persona que caminaba por la vereda, sin que pueda apreciarse que lo estuviera manipulando.
La confesión de la afectada también fue considerada: afirmó que nunca tocó la reja y que solo transitaba por el lugar.
Los testigos de la parte demandante describieron la falta de mantención, mencionando que el portón era muy pesado y estaba desajustado.
Los funcionarios municipales, por su parte, insistieron en que la estructura era nueva y que la caída se debió a una supuesta mala manipulación.
Sin embargo, el tribunal estimó que la municipalidad no logró acreditar un estado adecuado del portón en 2021, especialmente porque los informes aportados por el municipio correspondían a años posteriores.
Tras revisar los elementos del caso, el tribunal concluyó que existió falta de servicio: la estructura estaba bajo administración municipal, no estaba en condiciones seguras y su caída produjo un daño real.
También consideró el impacto que tuvo el accidente en la vida cotidiana de la adulta mayor, cuyos dolores y limitaciones persistieron por largo tiempo.
Aunque la demanda solicitaba más de $21 millones, el juzgado acogió solo el daño moral, por $10.000.000, descartando el daño emergente por falta de acreditación documental. La suma deberá pagarse con reajustes e intereses.