El choque de liderazgos entre Boric y Vodanovic que se disputa en las elecciones parlamentarias
Una fotografía de la candidata a diputada Isidora Alcalde junto al dirigente comunal de Maipú, Tomás Vodanovic, bastó para definir el reordenamiento del mapa del Frente Amplio, de cara a las elecciones parlamentarias del próximo domingo 16 de noviembre.
Y es que Alcalde se disputa un cupo de la Cámara Baja para representar al Distrito 11 (Las Condes, La Reina, Peñalolén, Vitacura y Lo Barnechea) al igual que la exconstituyente Constanza Schönhaut, cercana al presidente Gabriel Boric.
La imagen, publicada por Vodanovic en su cuenta de Instagram con el mensaje “Mi candidata en el distrito 11. Conozcan y sigan a Isidora Alcalde”, fue leída como mucho más que un gesto de apoyo: simbolizó el alineamiento definitivo del bloque territorialista del Frente Amplio en torno al liderazgo del alcalde de Maipú, quien ha ido ganando peso interno frente al sector más cercano a Gabriel Boric.
Sin embargo, la candidata Schönhaut no se quedó atrás y seis días después del respaldo de Vodanovic, difundió una fotografía junto al Presidente con la frase “una pausa necesaria para conversar con un compañero de ruta. Orgullosa de lo avanzado en nuestro gobierno”.
Dos líderes del mismo partido, pero con estrategias de gobernanza diferentes, respaldando a sus respectivas candidatas: Vodanovic caracterizado por una línea más territorial, cercano a figuras como Emilia Ríos y Macarena Ripamonti; y por otro lado, Boric con un discurso poético y épico del liderazgo.
Para analistas y militantes, aquella postal fue interpretada como una contrademostración de fuerza presidencial, en medio de la disputa por la conducción política del conglomerado.
De esta forma, el Distrito 11 se transforma en un escenario visible de la tensión entre dos almas del Frente Amplio: la que busca reimpulsar el relato transformador del ciclo 2019, y la que apuesta por consolidar una gestión más pragmática y territorial.
Este nuevo reordenamiento no solo determinará un escaño en la Cámara, sino que pondrá a prueba la capacidad del partido de sobrevivir a su propio éxito, reconciliando la épica del cambio con las exigencias de la gestión.
Militares en las calles
Pero el choque de liderazgos data de meses atrás, cuando en marzo de 2024, el alcalde Vodanovic marcó un punto de inflexión dentro del oficialismo.
Tras reunirse con la exministra del Interior, Carolina Tohá, pidió el apoyo militar para ciertas labores de seguridad en Maipú, argumentando que “requerimos, ante la falta de dotación policial y la enorme crisis de seguridad que estamos enfrentando, que el Estado pueda disponer de todas sus herramientas”.
La propuesta generó un sismo político dentro del FA. El diputado Gonzalo Winter cuestionó la idea señalando que “tendría poco sentido que se pusieran a las Fuerzas Armadas a realizar tareas para las cuales ellas declaran no estar preparadas”, mientras el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, fue tajante: “Me sorprende que gente que fue elegida como autoridades de izquierda se terminen mimetizando con las posiciones de derecha”.
El propio Boric reaccionó con ambigüedad. En una entrevista radial dijo: “No me cierro en ningún caso a disponer de esas herramientas”, aunque al día siguiente matizó: “Los militares no están entrenados para hacer control del orden público. Ese tema hay que zanjarlo ya”.
El veto a Gustavo Gatica
En agosto de 2025, otro episodio dejó en evidencia la fuerza de liderazgos dentro de cada ala del partido cuando el comité central del FA rechazó la candidatura parlamentaria de Gustavo Gatica, psicólogo y víctima de la represión policial durante el estallido social.
Fue la misma presidenta del partido, Constanza Martínez, quien bajó su candidatura a diputada para respaldar a Gatica por un cupo para representar al Distrito 8. Sin embargo, la acción no se concretó luego de que ese cupo fuera otorgado finalmente a Tatiana Urrutia, exconstituyente y candidata del alcalde Tomás Vodanovic.
La decisión fue interpretada como una victoria del bloque territorialista de Vodanovic frente al ala épica de Gabriel Boric.
"No compartimos esta resolución y entendemos que generará desazón dentro y fuera de nuestro partido”, expresaron en ese periodo el colectivo Marea Rosa, cercano a la diputada Emilia Schneider.
En la misma línea, a través de una carta el Frente Estudiantil del FA también manifestó su malestar frente a la decisión final, que demostró el peso de Vodanovic al interior del partido.
"Es un portazo a nuestra historia, entregando el mensaje a los movimientos sociales, sobre todo a las organizaciones de derechos humanos, que el Frente Amplio no es más su casa. Esto no solo traiciona nuestros principios y pone en jaque el rol de los frentes sociales, como lo es el que les habla, sino que, además, va en contra de la senda que nos hemos propuesto retomar tras la dura derrota en las primarias presidenciales. Nuestros compromisos e idearios se juzgan a través de nuestras acciones, compañeros y compañeras”, expresaron.