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Foto: El Desconcierto

José Toro (PPD) sobre la ex Concertación: "Creo que es un modelo y una manera de hacer política que requiere Chile"

Por: Natalia Riquelme Campos | 07.11.2025
El secretario general del PPD, también candidato a diputado por el D10, reivindicó la forma de hacer política de la Concertación y la Nueva Mayoría, destacó el rol histórico de su partido en la modernización de la izquierda y reflexionó sobre las causas del estallido social.

A pocas semanas de las elecciones presidenciales y parlamentarias del 16 de noviembre, el centro político se ha convertido en el territorio de disputa más codiciado por las dos candidaturas más cercanas a esa postura en medio de unas votaciones con varios aspirantes de ultraderecha.

Y es que mientras Jeannette Jara (PC) y Evelyn Matthei (UDI) buscan capturar el voto moderado que tradicionalmente representó la Concertación, los partidos herederos de esa coalición -entre ellos el PS y el PPD pero también Amarillos y Demócratas- enfrentan el desafío de mantener su relevancia en un escenario cada vez más polarizado.

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En este contexto y en entrevista con El Desconcierto, el secretario general del PPD, José Pepe Toro, reivindicó el legado de los 30 años de gobiernos concertacionistas y el de la Nueva Mayoría y reflexionó sobre la política de los acuerdos como una fórmula para gobernar el país y una alternativa frente a los extremos.

El también candidato a diputado por el distrito 10, que agrupa a las comunas de Santiago, Providencia, Ñuñoa, Macul, La Granja y San Joaquín, defendió el rol histórico de su partido en la modernización del progresismo chileno, y advirtió que las causas del estallido social de 2019 aún siguen vigentes.

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Los inicios militantes

¿Cómo fue que tomó la decisión de entrar a militar al PPD? Y sabemos que también hay una alianza, una hermandad con el Partido Socialista. Entonces, ¿por qué el PPD y no el Partido Socialista?

Yo entré a militar al PPD cuando tenía 14 años de edad y me acuerdo bien porque entré un 11 de julio de 1998. El 10 de julio es mi cumpleaños, por eso lo tengo tan presente. Era un contexto en Chile donde la candidatura de (Ricardo) Lagos era fundamental, Lagos compitiendo con Joaquín Lavín, con su famosa frase de viva el cambio.

Era un contexto en que un primer socialista democrático o socialdemócrata podía llegar a la presidencia de Chile después de haber recuperado la democracia. Y Lagos, como fundador del PPD, representaba un modelo de virtudes, de principios que uno quería seguir, quería luchar, quería finalmente representar y mejorar las condiciones de la familia. Mi intención era incidir en la democracia, en las instituciones de la democracia.

¿Su familia tiene tradición política entonces?

Mi papá era militante del PPD, pero era un militante de base. Nunca fue un gran dirigente, nunca provino de una familia histórica política, sino más bien él, como muchos otros, sintió la necesidad y el llamado para recuperar la democracia de meterse al PPD. Y ahí se quedó participando de la dirigencia comunal y en algunos espacios de la dirigencia regional.

Yo soy el primer profesional de mi familia y en ese tiempo mi papá, que era un dirigente de base, vivía y vivimos todavía en la misma población de hace 30 o 40 años. Y a mí me gustó salir a pintar, me gustaban los ideales. Me gustó esta cosa de que alguien como Ricardo Lagos pudiera ser presidente de Chile y dije bueno, esto significa militar, hay que meterse en esto.

Y empecé a meterme, terminó que me quedó gustando demasiado. Fui presidente comunal de la Juventud. Traté de aprender, en ese tiempo también se hacía campaña con estas cosas de batucadas. No tuve mucha coordinación para eso, traté de aprender en ese ejercicio, pero no funcionó. Pero ahí sí que me caminé, me empezó a gustar, después me gustó el derecho, fui candidato al centro de alumnos de mi colegio.

¿Y en la universidad también fue candidato?

Fui candidato, sí. Fui dirigente de mi centro de alumnos, partí como tesorero, terminé siendo su presidente y fui presidente de la Sociedad de Debate de mi universidad. Creo que la política es de mucho aprendizaje permanente y sobre todo del cumplir los sueños de alguien como yo, que viene de un origen humilde, de una población pueda tener la posibilidad de representar a sus vecinos, a sus vecinas, de luchar porque personas como uno tengan más acceso, tengan más oportunidades.

Me acuerdo de amigos que quedaron en el camino porque no pudieron seguir estudiando. Y esa era una realidad, una realidad porque no tenían el apoyo de su familia, porque la familia no estaba muy presente o porque también había procesos de drogadicción entre medio de las familias que les impedían entonces seguir estudiando.

Foto: El Desconcierto

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El rol histórico del PPD

¿Cómo ha visto usted todo el desarrollo que ha tenido el PPD desde sus orígenes hasta el día de hoy? Todo ese proceso de construcción larga, pero también de mucho desarrollo, de crecimiento a la interna.

Yo he vivido los piques del PPD. El PPD fue un partido que llegó a tener 23, 24 diputados con cuatro o cinco senadores, el senador más votado por la región metropolitana en su minuto, con Guido Girardi. Y fue un partido que vino a modernizar la izquierda, vino a modernizar el progresismo.

Fue el primer partido que peleó por la ecología, por el medio ambiente, por los derechos de la comunidad LGBTIQ+, por el matrimonio igualitario. Por el divorcio, por el aborto, por la eliminación de los hijos ilegítimos en este país. Habían hijos ilegítimos, aunque hoy día pareciera ser eso como una obviedad.

Y uno empieza a mirar para atrás y dice bueno, todas estas batallas son batallas que se empiezan a dar con la recuperación de la democracia desde el PPD y que vienen a cumplirse desde el año 2005 en adelante. Desde el 2005 reciente tuvimos ley de divorcio.

¿Usted cree que el PPD cumplió un rol en todo lo que fue la transición y también con la llegada de candidatos más a la izquierda como Gabriel Boric? ¿Usted cree que el PPD jugó un rol en la institucionalidad chilena?

Sí, yo creo que el PPD jugó y juega un rol. Juega un rol en el progresismo. Los valores medioambientales fueron puestos en la izquierda chilena por el PPD, sobre todo en la lucha de la regulación ambiental, la institucionalidad que hoy día tenemos en conjunto, por supuesto, con las organizaciones de la sociedad civil.

Los partidos son instrumentos finalmente que van canalizando esta lucha y defensa, pero principalmente la organización de la sociedad civil tiene mucho que decir en esto y en eso el PPD logra conectarse muy bien con este mundo independiente.

Por eso siempre el PPD tuvo una flexibilidad para que personas progresistas de izquierda pudieran ser parte de la política. Servía como un instrumento que le permitía también a personas de diferentes organizaciones sociales ser parte.

Usted reivindica, por así decirlo, los 30 años frente a la crítica que hace el Frente Amplio o los sectores más a la izquierda.

Yo reivindico los 30 años de la Concertación, sin duda, y también los cuatro años de la nueva mayoría. Creo que es un modelo y una manera de hacer política que requiere Chile, que son los acuerdos. Y es más, creo que el propio gobierno del presidente Gabriel Boric reivindica esa historia con su manera en cómo logra sacar adelante grandes acuerdos, por ejemplo, como la reforma de pensiones.

Y por lo tanto se da esta paradoja habitual, una cosa es la crítica desde fuera del sistema, sin tener la representatividad. Y otra cosa es cuando ya se está gobernando y uno tiene que gobernar para todos los chilenos.

El estallido social y la Constitución

¿Cómo toma una nueva conmemoración del estallido social a la luz de toda esta crítica que se hizo de pronto a los 30 años de la Concertación?

Yo creo que tenemos mucho que reflexionar, porque el estallido no fue ni totalmente violencia, como algunos quisieran señalar y decir permanentemente, ni tampoco fue pura situación pacífica: como cualquier estallido social tiene de dulce y agraz.

Pero creo que las causas del estallido social están todavía presentes en la sociedad chilena y eso es un pendiente que tenemos que reflexionar. Las causas de la injusticia, las causas de la desigualdad, la lucha en contra de los abusos todavía está pendiente.

¿Cuáles son esas causas y por qué todavía están presentes?

Tratamos de darle una salida institucional, un cauce democrático al estallido, pero no tuvimos resultados positivos. Y eso también es una reflexión que es en conjunto con las causas del estallido. ¿Cómo no logramos aprovechar este momento para cambiar una constitución que es completamente dictatorial?

Lo hubiéramos cambiado por una constitución hecha en democracia, pero nos farreamos la oportunidad. Y eso también es parte de la reflexión que tenemos que hacer relacionada con el estallido social, porque no creo que vayan a estar en las condiciones para otro tipo de estallido. Pero las causas de la injusticia, las causas de la desigualdad, la lucha en contra de los abusos todavía está pendiente.

Entonces, ¿usted aplazaría un debate sobre una nueva constitución?

Creo que hoy día no es tema. Creo que la manera de resolver eso tiene que ver más con reformas constitucionales que con otra cosa. Pero creo que el tema de los abusos está muy presente en la sociedad chilena. Creo que el tema de las injusticias sigue siendo un gran tema.

Hoy día veníamos de una reunión con un grupo de madres que sus hijos fueron vulnerados en sus derechos en un colegio del sistema público, que hubo maltrato y finalmente tocaron varias puertas y nadie las llamó. Y logramos que alguien lo atendiera y alguien se hiciera cargo de investigar, de resolver.

¿Cuántos de esos casos de personas que no tienen acceso, que no tienen condiciones de contacto, condiciones económicas, siguen estando presentes solo porque falta información? Solo porque alguien que es un funcionario público no se tomó el tiempo de atender una solicitud.

Foto: El Desconcierto

El Estado y los funcionarios públicos

¿Qué opinión le merece esta crítica que se hace sobre la reducción del gasto público, particularmente la cantidad de funcionarios públicos que están contratados y aquellos que se les dicen operadores políticos? ¿Cómo a usted le gustaría que se abordara esa discusión?

Con el mayor sentido de responsabilidad democrática y frente al Estado. Primero, lo que tratan de decir que el Estado es una farsa, es una mentira. Creo que no hay un exceso de funcionarios públicos, no hay un derroche de gasto público. Chile tiene el menor gasto y menor deuda pública, además, que todo el resto de los países de la OCDE. Y eso es muy por debajo del promedio.

Yo creo que en Chile se gastan bien los recursos. Siempre se puede ser mejor, siempre. Requerimos mejor eficiencia en el Estado, sin duda requerimos mejor eficiencia. Pero suponer que sólo por los funcionarios públicos que hacen su pega esto se va a resolver o por ahí viene la vía de recorte fiscal, creo que es un error.

Nosotros hemos tenido alternancia del poder y por lo tanto uno no pudiese establecer que sólo hay funcionarios públicos en un determinado sector político. En Chile gobernó la Concertación, gobernó la izquierda y también gobernó la derecha. Y si uno mira para atrás, también gobernó la dictadura. Y todavía debe quedar más de algún funcionario de la dictadura.

Entonces digo, ¿de cuál tipo de funcionario público estamos hablando? ¿Cuál es la grasa del Estado que quieren sacar? Esos mismos que dijeron parásitos resulta que también trabajaban en el Estado. Entonces él no es parásito, sólo son otros.

Trayectoria en el PPD

Me interesa saber cómo José Toro llegó a ser secretario general del PPD, porque tampoco es cualquier cargo.

Con mucha vida interna, recorriendo mucho el partido, conociendo todas las regiones del país, toda la dirigencia comunal, de los regionales, y haciéndome cargo muchas veces de los procesos de inscripción de los candidatos, de la negociación electoral. Creo que eso me fue permitiendo, más de dos o tres campañas en el cuerpo coordinando esas campañas, ser el secretario general.

Yo siempre digo, cuando asumimos con Natalia (Piergentili) en esta oportunidad, creo que nos entregaron un partido que lo querían cerrar, pero con harto esfuerzo logramos mantener nuestra legalidad y logramos seguir trabajando.

Después me toca seguir de secretario general, pero ya no con Natalia, sino con Jaime Quintana, porque también todos los compañeros y las compañeras del PPD veían en mí a alguien que representaba un partido que se parece mucho a Chile, porque tiene mucha meritocracia, porque la gran mayoría que hoy día somos primeros profesionales de la familia, son venidos de familias de esfuerzo, donde producto de tu trabajo y de tu labor como político puedes llegar a estar en los altos cargos sin ningún problema, siempre y cuando lo hagas bien.

En general, internamente en el PPD, he tenido casi todos los cargos. Fui presidente de la Juventud Nacional, después de haber sido secretario de Organizaciones, secretario general y presidente. De ahí fui parte de la Comisión Política.

Toda esa figura universitaria siempre fue relacionada con mucho trabajo voluntario en el verano, mucha acción social, donde además te permitía recibir nuevos cuadros, mucha formación política. Y eso me ha permitido conocer el país, recorrer el país bastante.

Centro izquierda y polarización

¿Cómo se conjuga la existencia de un partido de centro izquierda como el PPD en la tendencia a la polarización?

Se conjuga hoy día desde una mirada de centro izquierda que tiene que existir permanentemente, una mirada socialdemócrata. Yo creo que a futuro todos los partidos de centro izquierda debiésemos ir a un conglomerado mucho más grande y tener una mirada socialista democrática o socioliberal muy presente en la sociedad chilena. Creo que es necesaria, además.

Creo que eso también va en contra de la fragmentación del sistema político. Entonces nos va a ayudar a tener una bancada más fuerte que logre hacer un equilibrio entre los partidos más de izquierda. Creo que eso es fundamental para la política chilena.

Ahora, eso siempre teniendo presente que la unidad del progresismo es fundamental para cualquier aspiración que uno quiere tener y sobre todo para gobernar Chile. La muestra de gobernabilidad es esa posibilidad de unión y de construir una coalición política diversa. Y para eso el mundo de la centro izquierda es fundamental.

¿Cuál cree usted que debería ser el rol que debería tener el PPD de cara al futuro?

Yo creo que si somos gobierno debemos ser capaces de ser un elemento de puente y de generadores de acuerdo con lo que sea la futura oposición. Y si somos oposición debemos ser capaces de ser una oposición completamente constructiva, cualquiera sea el gobierno que existe.

La gente nos pide acuerdos, acuerdos que vayan en beneficio de las chilenas y de los chilenos, de nuestros vecinos, de nuestras vecinas. Y es deber de la política ser capaces de generar esos acuerdos. Yo creo que cuando a Chile mejor le ha ido es cuando los acuerdos primaban en favor de los intereses del país.

Entonces hay PPD para rato.

Creo que sí, creo que el espacio de la centro izquierda en general existe para rato. Lo que tenemos que hacer es fortalecer el espacio, fortalecer el progresismo, porque eso también nos permite salir de los polos y salir de un mundo polarizante cada vez más.

Foto: El Desconcierto

Medio ambiente y desarrollo

El PPD fue uno de los principales partidos que impulsaron las temáticas medioambientales en su debido momento. ¿Cuáles son los principales desafíos también en este contexto mirando hacia el futuro?

Yo creo que el tema del cambio climático es una tarea pendiente de todo el Estado y de todo el mundo. Y por lo tanto, desde ahí uno tiene que entender que cualquier crecimiento económico o cualquier desarrollo económico es respetando el medioambiente y la biodiversidad.

Esto no impide no desarrollar esas actividades económicas, pero uno tiene que encontrar los justos medios, los justos equilibrios para que el país en términos de infraestructura avance, pero también se respete lo poco que nos queda de los recursos naturales y del medioambiente.

Y creo que ahí hay un tema fundamental hoy día en las nuevas generaciones, en cómo se logran conectar con la naturaleza, con el medioambiente, como es parte fundamental del hábitat y por tanto es un deber respetarlo. Y creo que ahí el empresariado chileno también está un poquito al debe en cómo logra tener proyectos que generen crecimiento económico, pero también respeten el medioambiente permanentemente.

¿Cómo dialoga esta necesidad de flexibilizar permisos para fomentar el crecimiento con la protección del medioambiente?

Puede ser que la institucionalidad esté sobrepasada por diferentes trabas burocráticas, pero la flexibilización de permisos no implica no respetar el medioambiente, no implica no hacernos cargo de los costos que significan y de los impactos que tienen cualquier tipo de obra.

Y por lo tanto, lo que tenemos que tener son medidas que permitan que esos impactos sean cada vez más reducidos. Hoy día existe tecnología, desarrollo y profesionalismo para que los impactos al medioambiente sean casi igual a cero.

Conexión con la ciudadanía

A la luz de su trayectoria política al interior del PPD, ¿cómo usted cree que puede influir en la política nacional, pero al mismo tiempo también haciendo un llamado a la ciudadanía que quizás no está tan conectada con la política?

Yo entiendo la desconexión de los partidos porque dentro de los partidos hay una lucha bien dura, no es tan fácil, porque tiene que ver con la lucha con el poder. Y creo que cuando uno conoce eso, uno es posible entender que ese poder existe solo en la medida en que tiene una base ciudadana y que yo me puedo conectar con los territorios que represento para estar presente.

La mayor queja siempre de las organizaciones sociales con las que me he reunido es que las autoridades no están. Y es la misma queja que todos mis comunales, que todos mis regionales nos decían a las autoridades nacionales. Ustedes nunca están.

Yo hice una manera distinta de hacer política. A mí me citaban y yo iba y así recorrí el sur del país tres, cuatro o cinco veces en estos cuatro años que fui secretario general estando presente. Creo que eso es la mayor experiencia que uno puede poner a disposición de la gente que quiere representar.

La experiencia de saber que la manera de conectar con las personas es estando uno o su equipo y la gente entiende muy bien que uno no va a estar todos los días ni va a estar todos los meses, pero quiere esa conexión, quiere que finalmente uno se convierta en un representante ciudadano.

Usted ha recorrido el país, ha estado cercano a la ciudadanía en sus diversas organizaciones civiles. ¿Qué es lo que percibe usted de lo que requieren las personas y también cómo espera usted aportar a solucionar esos problemas?

Yo creo que el rol de un diputado no sólo está en el espacio de ser alguien que aprueba leyes, sino también ser un facilitador, un facilitador de las organizaciones sociales que genere vínculo en su trabajo permanente. Me ha tocado recorrer el distrito permanentemente.

Yo vivo en el distrito. Mi familia sigue estando en la misma casa en Macul de hace 40 o 50 años. Y la verdad es que la gente lo que quiere es que uno no le mienta. Y cuando alguien te dice vamos a acabar con la delincuencia, la gente sabe que le están mintiendo y lo que quiere son respuestas reales y concretas.

¿Cómo se terminan las listas de espera? ¿Cómo hay más especialistas? ¿Cómo nos hacemos cargo de la seguridad? Efectivamente, nos hacemos cargo de la seguridad con mano dura, con cárcel efectiva, pero también con acceso o algo tan simple como tener mejores condiciones de veredas. Porque la gente en situación de discapacidad no puede caminar bien con las veredas de La Granja, de Macul, San Joaquín.

¿Cómo nos preocupamos de los datos en La Granja? Una de las principales preocupaciones es la iluminación. Entonces uno dice bueno, pero la gente que vive en Santiago, en Providencia y Ñuñoa, eso no pareciera ser un problema porque viven en una ciudad constantemente iluminada, pero todavía hay sectores que son un problema.

Entonces digo hay un espacio del desarrollo que tiene que llegar a todos los sectores y eso también se traduce en mayor infraestructura pública de calidad para todos.