Debate ARCHI: Jara marca diferencias con Kast y Kaiser y lleva la discusión hacia la seguridad y las pensiones
“Me interesa conducir Chile y por eso me postulo para presidenta del país”, abrió Jara, marcando el tono de su participación. Desde los primeros minutos, pidió al electorado no dejarse llevar por “ofertones” y recordó los resultados concretos alcanzados durante su gestión como ministra. “Chile necesita certezas, no ofertones. En mi caso, hemos avanzado en una reforma previsional que en septiembre aumentó 700 mil PGU. No es una promesa, es un hecho. Y en enero un millón y medio de personas van a subir sus pensiones”, afirmó.
La candidata subrayó que su eventual gobierno se centrará en dos pilares: combatir la delincuencia con seriedad y garantizar que las familias lleguen a fin de mes. “Sé lo que cuesta salir adelante, sé lo que vale el esfuerzo de las personas, y sabremos reconocerlo debidamente”, afirmó Jara.
El punto más álgido del debate ocurrió cuando Jara enfrentó directamente a Johannes Kaiser, quien señaló que su sector busca que “para obtener el 100% de la PGU exista aunque sea un mínimo de ahorro personal”. Jara respondió con dureza: “Me preocupa lo que dice Kaiser. No es lo mismo lo que dice que lo que está en su programa. En Chile hay 700 mil mujeres que reciben pensión básica solidaria, mujeres que trabajaron, pero no pudieron cotizar porque nadie les pagó un sueldo. Y ustedes, en el Congreso, se opusieron a que tuvieran un seguro en lagunas previsionales. Ahora quieren darles menos PGU. Eso es un retroceso en derechos sociales”.
Durante uno de los momentos más duros del debate, Jara apuntó al sector político representado por Kast, Matthei y Kaiser, recordando que fue ese bloque el que se opuso en el Congreso a medidas destinadas a reconocer previsionalmente el trabajo de las mujeres cuidadoras y a duplicar el bono por hijo. Según la candidata, esa posición refleja una visión que busca frenar los avances en materia de derechos sociales.
En materia de seguridad, Jara sostuvo que en los últimos años ha surgido un tipo de criminalidad que el país no conocía, especialmente en zonas donde el Estado ha estado ausente. Subrayó la necesidad de reforzar la presencia estatal y el trabajo de inteligencia, y reiteró su llamado a la derecha para que apruebe en el Congreso el levantamiento del secreto bancario. A su juicio, esta medida es clave para seguir la ruta del dinero y desmantelar las redes económicas que sustentan al crimen organizado.
Respecto de la migración irregular, defendió la creación de una policía fronteriza especializada y el uso de Fuerzas Armadas bajo la ley de infraestructura crítica, pero rechazó medidas “anti humanitarias”, como “poner tanques a las personas”.
Con un tono firme y recurriendo a su experiencia, Jara centró su participación en destacar su trayectoria y en poner énfasis en propuestas concretas, diferenciándose de sus contendores al insistir en que Chile requiere certezas y medidas realizables más que promesas imposibles.