Radiografía del ahorro: cuánto dinero reservan los santiaguinos y por qué las cifras siguen estancadas
El ahorro familiar en la Región Metropolitana atraviesa un punto muerto. Un reciente estudio de CORPA Estudios de Mercado, elaborado entre julio y agosto de este año, advierte que el 50% de los hogares declara no ahorrar o destinar menos del 10% de sus ingresos mensuales, una cifra que prácticamente no ha variado desde comienzos de 2025.
En ese sentido, ahorrar ya no representa una meta de estabilidad, sino una forma de resistir la incertidumbre.
Para muchas familias, el ahorro ha pasado de ser una herramienta de crecimiento a un salvavidas temporal.
“Ahorrar hoy en Chile no es planificar el futuro, es sobrevivir al presente. Lo que antes era una reserva, hoy es un colchón cada vez más delgado. Y cuando ese colchón se acaba, cada imprevisto se siente como caída libre”, señala Pavel Castillo, Economista Conductual y Gerente de Intelligence en CORPA.
¿Cuánto ahorran los chilenos que viven en Santiago?
El estudio —aplicado a 2.952 personas entre 18 y 55 años— muestra una radiografía clara de las brechas estructurales.
Un 22% de los encuestados no ahorra nada, mientras que un 28% guarda menos del 10% de sus ingresos. En contraste, apenas uno de cada diez hogares logra reservar más del 50%.
Las diferencias por nivel socioeconómico también son evidentes: en el segmento ABC1, el 36% ahorra menos del 25% de sus ingresos y solo un 9% supera la mitad.
En los estratos C3D, uno de cada cuatro hogares no guarda nada y tres de cada diez apenas logran separar una fracción mínima de su sueldo.
“El ahorro refleja las brechas estructurales del ingreso. Las mujeres, por ejemplo, enfrentan más responsabilidades de gasto y menor capacidad de acumulación. No es falta de voluntad, sino límites materiales”, explica Mariángeles Cifuentes, Cientista Político y Directora de Estudios en CORPA.
¿Qué grupos etarios ahorran más?
Los jóvenes entre 15 y 30 años aparecen como el grupo con mejor desempeño relativo: un 34% logra ahorrar hasta un 25% de sus ingresos.
Sin embargo, la situación se agrava entre quienes tienen entre 31 y 55 años, donde más de la mitad reconoce no ahorrar o hacerlo en niveles mínimos.
Por género, las diferencias se mantienen estables, aunque persistentes: el 24% de las mujeres no logra ahorrar nada, frente al 21% de los hombres.
Resistir a la incertidumbre
A pesar de la aparente estabilidad en las cifras, los analistas advierten que esta tendencia no implica mejora.
“Esta estabilidad no significa tranquilidad. Las familias están aprendiendo a vivir con menos margen, y eso no es una buena señal. No vemos mejoras, y el impacto más fuerte se siente en los hogares de clase media y baja”, advierte Castillo.
La falta de variación en los niveles de ahorro confirma lo que los expertos califican como una “normalización del ajuste”.
En un contexto de salarios estancados y costos de vida en aumento, el ahorro se ha vuelto un indicador emocional y social que refleja la dificultad de proyectar el bienestar más allá del mes a mes.