¿Qué comeremos en el futuro?: Los alimentos que revolucionarán la industria alimentaria frente al cambio climático
En un contexto donde el cambio climático impacta cada vez más los sistemas alimentarios, las académicas coinciden en que será necesario repensar la forma en que producimos, distribuimos y comemos.
Los desafíos son múltiples: desde garantizar la seguridad alimentaria hasta disminuir el impacto ambiental de la industria.
¿Cuáles serán los alimentos del futuro?
Alimentos basados en plantas, con el fin de reducir las producciones intensivas de carne. “La tendencia es ‘plant based’, o sea, regular las producciones intensivas que aumentan el efecto del calentamiento global”, afirma Lilian Abugoch James, académica de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas.
Por ejemplo, sugiere apostar por cultivos como la quínoa o la tuna, resistentes a las variaciones ambientales.
Otro alimento del futuro son las legumbres, como los garbanzos, porotos y lentejas debido a su aporte proteico.
“Tiene que haber un incentivo para mejorar los sistemas de riego, que los agricultores produzcan legumbres. Esto porque nosotros antes comíamos las legumbres producidas en Chile y hoy un 90% de los garbanzos, por ejemplo, se importa, teniendo un país agrícola”, advierte por su parte Gabriela Lankin Vega, Ingeniera Agrónoma.
En la misma línea, los insectos se convertirán en el foco de la alimentación del futuro. Por ejemplo, en España ya se utiliza harina elaborada a base de grillos y moscas (no doméstica).
"Allá ya existe harina de este grillo, que se agrega a las barritas de cereales o energéticas. En el fondo, ya existe la autorización desde el ministerio de salud para que esos ingredientes se integren en la alimentación humana”, asegura Abugoch.
Si bien en Chile aún no se comercializa para consumo humano, sí existen grandes granjas de insectos con el fin de fabricar harina para las salmoneras. Además, algunas comidas para mascotas también se han elaborado a partir de insectos.
Otro alimento que apunta a revolucionar la alimentación a futuro son las algas. Y es que en las zonas costeras, los habitantes suelen incorporar en mayor medida este producto.
"Creo que ahí también hay una muy buena oportunidad de recurrir a elementos que usamos poco, que son naturales, saludables y cuya producción tendrá que ser evaluada para que sea sostenible”, explica Abugoch.
Gracias al desarrollo de la tecnología, también se trabajará en la producción de alimentos en base a células madres de animales, originando carne de laboratorio.
Finalmente, se destaca la elaboración de alimentos mediante biotecnología y sostenibilidad. "La biotecnología, en conjunto con los avances en nanoencapsulación, permitirá obtener ingredientes altamente funcionales y estables, capaces de conservar su valor nutricional y bioactividad durante el procesamiento y almacenamiento”, explica la académica del INTA, Johana López.
Y es que es “muy probablemente encontraremos en las estanterías alimentos que incorporen nanocápsulas con liberación controlada de compuestos bioactivos, capaces de contribuir a la prevención o mejora de enfermedades específicas, promoviendo al mismo tiempo una nutrición más personalizada y funcional”, concluye.
