
Vecinos de Pudahuel denuncian al aeropuerto por ruidos sobre la norma y piden acuerdo para insonorizar sus casas
En 2008 cuando se construyó el condominio Jardines de Vespucio en Pudahuel, los compradores sabían que vivir al lado del Aeropuerto Internacional tendría algunos impactos. Pero la cantidad de vuelos que salían y volvían en ese entonces se ha incrementado cerca de 30% en los últimos años, lo que implica ruidos ensordecedores de aviones que pasan por encima de las casas día y noche.
Ahora, los vecinos del condominio interpusieron una denuncia ante la Superintendencia de Medio Ambiente, alegando que el aeropuerto internacional no está cumpliendo con los compromisos de su permiso ambiental.
La denuncia sostiene que en zonas del condominio los niveles de ruido superan el límite de 65 decibeles que se estableció en el permiso ambiental, según consta en los datos recopilados por la red de monitoreo de ruido instalada alrededor del aeropuerto, y que tiene una estación en el condominio.
Además, para compensar por las emisiones de dióxido de carbono por los vuelos, en el permiso ambiental del aeropuerto se comprometía la reforestación de 53 hectáreas, de las cuales los vecinos solo conocen una intervención menor de 7,2 hectáreas detrás del aeropuerto y denuncian que los árboles que se plantaron están secos.
Según declara Alejandro Cantillana, arquitecto y vecino del condominio, hay otras zonas urbanizadas cerca del aeropuerto que están en situaciones similares, y que entre todas agruparían a casi 3 mil familias afectadas por la situación.
Pedido de los vecinos
Desde el condominio Jardines de Vespucio piden que se fiscalice el cumplimiento de los compromisos ambientales del aeropuerto y que se genere una compensación por los daños de vivir con ruidos por sobre lo prometido.
Además, entendiendo que el ruido no se va a reducir sino aumentar ya que se está proyectando la construcción de una nueva pista en el aeropuerto, se pide una ayuda económica para insonorizar las casas y que así al menos dentro del hogar se pueda vivir sin ruido.
Para esto, Alejandro propone mecanismos como hacer un cambio de contrato con la concesionaria que opera el aeropuerto para generar un acuerdo público y privado que ayude a reunir fondos para este fin, o aumentar en un dólar la tasa de embarque de los pasajes que compran las personas.
Otra de las medidas que han solicitado los vecinos es que los aviones aumenten su altura al despegar, para pasar más lejos por el condominio y así reducir el ruido, lo que significaría un mayor gasto de combustible pero que se han practicado en otros países como Francia. “Nosotros no nos oponemos a la economía y el desarrollo, pero en este caso las víctimas de la economía estamos siendo nosotros y nuestra calidad de vida”, declara el vecino.
Por último, proponen que si los compromisos de reforestación no han sido cumplidos, que se cumplan consolidando el parque Intercomunal El Tranque, frenando la presión industrial sobre este espacio verde de la comuna.