
"No soy una mina que publique esas fotos": Filtran contenido íntimo de Mariela Montero tras robo de celular y extorsión
La modelo y figura televisiva Mariela Montero enfrenta días de angustia tras ser víctima del robo de su teléfono celular y posterior extorsión con contenido íntimo extraído del dispositivo.
El hecho ocurrió el pasado sábado, cerca del mediodía, cuando la argentina esperaba un taxi frente a su edificio en Avenida Macul, momento en que un sujeto le arrebató el celular de las manos.
En cuestión de minutos, el delincuente comenzó a contactar a familiares de Montero, exigiendo dinero y amenazando con divulgar material privado.
“En 15 o 20 minutos que me había sacado el teléfono de las manos el tipo habló con mi familia pidiéndoles plata y comenzó a amenazar con subir mis cosas”, relató al diario Las Últimas Noticias.
Montero confirmó que ya realizó la denuncia formal ante Carabineros: “Fui de inmediato a la comisaría de Macul y ya estoy esperando que se contacten conmigo del Cibercrimen de la PDI... He vivido un infierno que no se lo doy a nadie”.
La investigación quedó ahora en manos de la Policía de Investigaciones, a través de su brigada especializada en delitos informáticos.
Visiblemente afectada, agradeció no haber estado con su hijo al momento del incidente, y calificó el hecho como una doble agresión.
“Gracias a Dios que no estaba con mi hijo, él estaba con su papá, y pude quebrarme y llorar. No sólo me robaron, sino que me extorsionaron, es una doble violencia”.
Víctima de extorsión
Ese mismo sábado por la tarde, los seguidores de Montero quedaron sorprendidos al ver en su cuenta de Instagram la publicación de fotos íntimas, situación que desconcertó también a su familia.
La propia modelo expresó su impotencia ante lo ocurrido: “Fue una vulneración tremenda. Me dio vergüenza. Yo no tengo ese perfil, no soy una mina que ande publicando ese tipo de fotos. Una cosa es compartir tu intimidad con tu pareja, pero que la compartan con todo el mundo es una vulneración total”.
Aunque en un momento su hermano logró contactar al extorsionador y apelar a su empatía para que eliminara las imágenes, las amenazas continuaron.
“Hasta que en un minuto se contactaron con mi hermano y él les pidió por favor que las borraran, les dijo ‘oye, aquí hay una familia’, y el tipo medio que se apiadó, pero a la mañana del domingo siguió mandándome imágenes, amenazándome con que las iba a subir a mi Telegram, a mis contactos. Yo no le contesté nada, que suba lo que quiera”, agregó.