Cerraron las termoeléctricas pero quedaron las cenizas: Documental denuncia los vacíos en la descontaminación de zonas de sacrificio
Mientras en la ciudad de Huasco los habitantes esperan ansiosos que se cierren las termoeléctricas a carbón para terminar con la contaminación, en Tocopilla protestan que el cierre de las plantas no significó remediar los pasivos ambientales y los depósitos de cenizas, ni conseguir respuestas para los problemas de salud que acarrea la población tras un siglo de contaminación acumulada.
Esto es parte de las situaciones que denuncia un nuevo documental de la coalición Chao Carbón, llamado “Transición Injusta”, disponible para todo público en YouTube. El documental muestra los vacíos sociales y de desigualdad que deja tras de sí la transición a energías limpias, cuando esta no se hace considerando la justicia social y ambiental.
Cierre de termoeléctricas
El documental presenta las dos caras de la transición energética. En Huasco siguen operando cinco termoeléctricas a carbón de la empresa Guacolda Energía, que aún no tienen compromiso de cierre. La empresa ha propuesto que, en vez de cerrar las plantas, estas se reconvertirán a un sistema de co combustión de carbón y amoníaco.
Este sistema, que se presenta por la empresa y por autoridades públicas como un camino hacia una energía más limpia, ha generado alertas en la ciudadanía y en médicos de Chao Carbón y del Colegio Médico.
Declaran que esta co combustión puede aumentar la emisión de óxido nitroso y que no se conocen los impactos a la salud ya deteriorada de esta población, por lo que debería primar el principio precautorio.
Tocopilla, por su parte, se convirtió en la primera ciudad de Chile en cerrar todas sus termoeléctricas en 2024 pero los habitantes declaran que el cierre se hizo sin un plan aprobado donde no ha habido remediación de los sitios contaminados y de los depósitos de cenizas cercanos a poblaciones.
Sufrimiento ambiental
Un estudio realizado en 2021 por la Pontificia Universidad Católica reveló que Tocopilla, con poco más de 26 mil habitantes, presenta una tasa de mortalidad de 6,6 por cada mil personas, muy por encima del promedio regional y nacional (4,6 y 5,7, respectivamente).
Un estudio del Departamento de Salud Pública de la Universidad Católica, basado en datos del Ministerio de Salud entre 2006 y 2016, revela que en Huasco, en comparación con el promedio nacional, el riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares es un 71% mayor y, por enfermedades cerebrovasculares, casi cuatro veces mayor.
Las hospitalizaciones por asma son 4,97 veces más frecuentes, y el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias crónicas es 2,39 veces más alto. Según los especialistas que redactaron el estudio, estas hospitalizaciones están directamente relacionadas con la exposición prolongada a contaminantes emitidos por termoeléctricas.
Otras zonas de sacrificio
Aunque el documental se centra en estas dos ciudades, la postergación y sufrimiento prolongado se puede ver el otras zonas que han acumulado años de contaminación por la quema de carbón para producir energía.
Es el caso de Coronel, donde el cierre de termoeléctricas dejó grandes infraestructuras industriales en desuso que afectan el paisaje, deterioros acumulados en la salud y pérdidas de empleo que no fueron remediadas con un plan temprano de reconversión laboral.
También es el caso de Quintero y Puchuncaví, donde el cierre de la fundición Ventanas no ha logrado reducir las intoxicaciones constantes de niños y niñas ni la claridad sobre los contaminantes presentes en el aire y su origen.