
Alcaldesa de Quilpué denuncia modus operandi tras distintas tomas en la región: "Son los mismos personajes"
El sector Calicheros en la comuna de Quilpué ha estado en el centro de la polémica, y es que durante este lunes el terreno que alguna vez perteneció al empresario Alejandro Correa fue testigo del comienzo de los desalojos de la toma que se emplazó en ese lugar.
Se trata de un perímetro en donde habitan más de 100 familias que arribaron allí luego del asesinato de Correa por parte de Renato López, quien posterior al homicidio por encargo ocupó de manera ilegal la propiedad para construir viviendas irregulares.
Esto inició una batalla legal con el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) de la Región de Valparaíso, la cual derivó en la orden de demolición de todas las construcciones en una arremetida que la alcaldesa de Quilpué, Carolina Corti, calificó como "una mafia compleja".
En ese contexto y en conversación con El Desconcierto, la autoridad municipal detalló que hay una trama de engaños y promesas incumplidas que se extiende por diversos sectores de la zona, además de denunciar que no hay catastros para las personas afectadas.
Asimismo, advirtió sobre la existencia de mafias que engañan a familias vulnerables con loteos irregulares y responsabilizó al Minvu y el Serviu de no contar con una política habitacional efectiva. De acuerdo con la edil, los mismos líderes aparecerían una y otra vez en distintas tomas de la región promoviendo loteos irregulares ante la ausencia de políticas públicas efectivas.
El desalojo sin catastro previo
—¿Cuáles son las actividades que la han mantenido ocupada en relación al desalojo del sector de Calicheros?
Las actividades que nos han tenido más preocupadas en este minuto es tratar de dilucidar qué es lo que está sucediendo realmente en ese lugar. En este momento está hecho casi un 80% de demolición, pero lo que uno se pregunta es cómo las personas estuvieron tanto tiempo creyendo.
He estado hablando con bastantes vecinos que ya salieron de ahí y que están buscando opciones tanto de regularización como el subsidio de arriendo. La pregunta es cómo se mantuvieron tanto tiempo en la ignorancia de lo que siempre les dijeron.
Yo siempre he sido crítica de que esto se realizó en prácticamente 30 días y que un desalojo se prepara con antelación, se hace la vinculación, se hace la conexión, se realiza un fuerte vínculo con la comunidad que va a ser desalojada.
Eso lo manifesté en todas las reuniones desde que nos citaron el 28 de agosto de este año. Pero es un poco dicotómico porque las personas desarmaron sus casas en muchos casos, se llevaron los enseres más importantes, pero recién cayeron en cuenta de que estaban engañadas.
—¿Por qué es tan importante contar con un catastro previo al desalojo?
Cuando tienes el catastro de un lugar, lo que haces con el desalojo es conversar y planificas, coordinas con la familia. Primero tienes que saber cuántas mujeres hay, cuántas son jefas de hogar, cuántos varones, cuántos niños, cuántas mascotas y muchas otras cosas que hacen que te vayas preparando.
Para mi gusto, el Minvu y el Serviu se entramparon en esta discusión de que era demolición la orden y no desalojo, pero finalmente quienes desalojan toda la vida son quienes restituyen terreno. En este caso es privado, es verdad, pero claramente aquí hay un problema de desinformación y de falta de vinculación.
Si bien es cierto es un desalojo que no tuvo un enfrentamiento, lo cual lo agradezco, le agradezco a Dios que no haya pasado nada, pero ¿cómo las familias también caen en este juego?
El engaño a las familias
—¿En qué consiste exactamente el engaño a estas familias? ¿Cómo llegamos del asesinato del dueño original del terreno a esta situación?
Hay que decir que todo partió por un crimen. Nada bueno podría haber resultado de algo que parte con un delito tan grave. Se trata de una situación que afecta en Chile a miles de personas en todo el país, porque el sueño de adquirir la casa propia ha sido por tanto tiempo inalcanzable.
No hay una política habitacional que haya sido abordada, se demoran mucho los trámites, los subsidios no alcanzan para comprar porque no está regulado el monto del subsidio versus la oferta que existe. Entonces empiezan a aparecer estos personajes.
Lo hemos visto en televisión, hemos visto distintas declaraciones que han hecho los personajes que lideraban esta toma. Tratas de entender lo que dicen y es casi imposible, porque es sobre la base de cero, no hay algo robusto, legal, para nada. Es como un cantinfleo permanente y constante. Las familias pensaron que, como tantas otras cosas, no se iba a hacer.
Hay una campaña que hizo la comuna de Maule, lanzaron una campaña contra venta de loteos irregulares. Informaron a las personas porque la gente dice que les mostraban papeles, que pagaban su plata, que cuando les decían que iban a desalojar, que eso era mentira, que habían presentado un recurso de protección. Esta agonía la alargaron hasta que se dieron cuenta de que todo lo que habían invertido no iba a valer nada.
Los responsables y la investigación
—¿Quiénes son los responsables? ¿Tienen que ver con el crimen inicial?
No me puedo meter en una investigación de esas porque sería hacer una acusación absolutamente irresponsable. Creo que sí hay que investigar. Después de lo que sucedió, siento que las autoridades pertinentes tienen que hacer una mirada respecto de las personas que lideraban esta toma, porque el daño fue muy grande.
—Como autoridad municipal, ¿no pueden hacer ese vínculo?
A no ser que reciba la denuncia directamente. He hecho otras denuncias de otro tipo de cosas que son igual de graves, pero tengo que recibir esa denuncia, y hasta el día de hoy no se ha materializado con un vecino o vecina que se haya visto afectada.
—Usted mencionó que es una mafia compleja. ¿Se refiere a esto de engañar a las personas?
Claro. La gente no tiene claro que cuando se produce la compra de un loteo irregular, estamos frente a una figura penal. Es gente que maneja algo de información, esa información la adorna, la transmite y de ahí mantiene el engaño por mucho tiempo.
—¿Estas personas ganaban dinero con esto?
No lo sé. Supongo que debe haber algo que se tenga que investigar posteriormente, porque creo que sí es un emblema. Esto va a terminar siendo un antes y un después. Hay muchos paños que cortar, pero lo que me llama la atención es que los mismos personajes se repiten en distintas tomas de la región, que es una de las que hoy está más complicada con el déficit habitacional y con la emergencia habitacional, como lo ha llamado el gobierno.
Crisis habitacional estructural
—¿Cómo ve que se pueda solucionar esto? ¿Qué pasa con las personas que van a quedar sin casa?
Me encantaría que yo fuera la persona que entrega la solución a nuestros habitantes, pero el mandatado a abordar la política habitacional es específicamente el Minvu y el Serviu. Ellos son los responsables.
Ahora, si esto va a servir de ejemplo para que la política habitacional se tome en serio y se tome como botón de muestra Quilpué, dado que ha tenido dos emergencias gravísimas —el incendio, la reconstrucción y las tomas que se han incrementado—, porque es obvio, hay una consecuencia.
No tengo terreno, me tomo terreno, se me quemó la casa, no hay reconstrucción, no hay planes de reconstrucción, no hay política habitacional. Es una mezcla, es una consecuencia de una mala política pública.
Quilpué no ha tenido ninguna compra de terreno en todos estos años por parte del Minvu. Tampoco hay una política de emergencia habitacional pensada en generar espacios sociales que vayan a solucionar este déficit. El problema es muy profundo.
—¿Qué le diría a los habitantes de la región que creen que hacer uso de un lugar de manera ilegal puede ser una solución?
A las personas les diría que el camino no es corto. Normalmente las personas que escogen estos caminos que se ven tan augurosos, que parecen el sueño hecho realidad, deben saber que el camino para llegar a una casa propia no es corto ni para el que está en situación de vulnerabilidad, ni para la clase media, ni para miles de parejas con hijos que no pueden optar a un crédito hipotecario o a un subsidio porque los números de su Registro Social de Hogares no dan. El camino no es fácil para nadie.
La gente tiende a pensar que para otros es más fácil, pero para la normalidad del chileno y chilena, el camino para obtener la casa propia es de un endeudamiento de 30 años. Esa es la verdad. No se ha generado una política social que impulse a que, desde muy joven, tengas lo propio.
Próximos pasos
—¿Qué viene ahora en el corto plazo? ¿Hay alguna fecha relevante?
Lo importante va a ser el cierre del terreno, eso parte hoy en la noche y mañana en la mañana. Después viene el traspaso específico a la familia Correa.
Creo que eso va a ser un acto muy emotivo y muy significativo para la familia y para quienes consideramos que ese terreno se inicia con un crimen tan complejo que al menos a la familia hay que darle la oportunidad de que cierre este círculo tan doloroso.
Ese terreno les va a recordar todos los días que finalmente les terminó quitando a la persona que más querían.