
Más allá de la empanada y el asado: 14 comidas típicas chilenas para celebrar las Fiestas Patrias
Aunque la empanada de pino, el anticucho y el choripán siguen siendo protagonistas de las Fiestas Patrias, cada vez más voces proponen diversificar el menú y rescatar preparaciones tradicionales de distintas regiones del país.
“Tenemos una gran cantidad de platos que nos entregan tradición y cultura (...) Hay que poner en valor las diferentes cocinas chilenas con su territorialidad”, plantea David Barraza, director de la Escuela de Gastronomía y Turismo del Instituto Iplacex.
Y es que Chile no tiene una sola cocina, sino muchas: norteña, central, sureña, isleña y cordillerana, todas con ingredientes y técnicas que reflejan la geografía, el clima y la historia de sus territorios.
Barraza insiste en que, al hablar de identidad gastronómica, debemos referirnos a las “cocinas chilenas”, en plural, ya que muchas de ellas tienen raíces en los pueblos originarios y en las culturas populares que han ido nutriendo la mesa nacional.
¿Con qué otras comidas celebrar las Fiestas Patrias?
En el norte, platos como la calapurca, la patasca y el chairo –caldos espesos y nutritivos– comparten protagonismo con los tamales y las empanadas de charqui, herencia directa de la tradición andina.
Hacia el sur, la zona centro-sur ofrece una cocina más abundante y casera, con clásicos como la cazuela, el ajiaco, el curanto, el mote con huesillos, el milcao, los chapaleles y los milloquines, pequeñas albóndigas de legumbres con sofrito.
También destacan las empanadas de digüeñes, hongo comestible que brota en los bosques del sur durante esta época del año.
Por su parte, la cocina de Rapa Nui aporta su propio sabor a las celebraciones con el tunu ahi, una antigua técnica que cocina pescado fresco, carnes y mariscos sobre piedras calientes, además de ceviches y curantos con productos de la isla.
Barraza destaca que cada uno de estos platos contiene mucho más que ingredientes: hay memoria, cultura y formas de vida. “Son culturas vivas que aportan religión, música, rituales, vestimenta, artes y, por supuesto, gastronomía”, explica.