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Sobre la realidad histórica del socialismo: Respuesta a Axel Kaiser
Foto: Pantallazo Youtube

Sobre la realidad histórica del socialismo: Respuesta a Axel Kaiser

Por: Ignacio Martínez Morales | 22.08.2025
Tanto para capitalistas como para comunistas la lucha de clases se gana o se pierde sobre la base de quien controla la división social del trabajo, para el nazismo la nación es una realidad histórica que logra soportar estas diferencias. Me parece esta una diferencia sustancial que se refleja en que ideológicamente para el nazismo el Estado sea una realidad permanente y para el comunismo sea una etapa transitoria.

Axel Kaiser y un importante sector de la derecha chilena se han empecinado el último tiempo en sostener que el fascismo y sus variantes son una ideología de izquierdas. La tesis, aunque provocadora, se revela errada examinada desde una perspectiva histórica.

En lo que sigue me restringiré al nazismo para examinar las ideas de Kaiser, principalmente porque él lo ha elegido como ejemplo de su tesis en una conferencia dictada hace unos meses.

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Un argumento de Kaiser es que al ser una ideología que gobernó haciendo crecer el Estado es automáticamente de izquierdas, lo que se fortalece al remitir a las expropiaciones que habrían hecho, principalmente contra la población judía, y por la subordinación de la industria a un proyecto de desarrollo nacional.

Sin embargo, el nazismo no estaba en contra de la propiedad privada per se, sino que utilizó la expropiación de la tierra para estimular el desarrollo. Esta expoliación de un sector de la población al servicio del desarrollo de un país no define necesariamente su carácter anticapitalista.

Recordemos que la revolución industrial se funda en Inglaterra sobre una reorganización de la propiedad rural que también contempló expropiaciones al servicio del desarrollo económico. Necesariamente, las revoluciones industriales han tenido que reorganizar la propiedad agraria a costa de la expropiación para ser exitosas.

El problema central ahí es no considerar que el criterio del crecimiento del Estado, dado el contexto histórico, es coyuntural y no define necesariamente la ubicación en la dicotomía izquierda y derecha de una unidad político-territorial determinada.

Los esfuerzos por subordinar la industria a un proyecto nacional son comunes al imperialismo alemán del último tercio del siglo XIX, como a las políticas impulsadas por la Inglaterra de la revolución industrial (expropiaciones incluidas), del mismo modo es reconocible una tendencia general en las economías avanzadas y medianas hacia un crecimiento y modernización del Estado como efecto de la crisis de 1929.

Esta tendencia hacia cierto desarrollismo en países latinoamericanos, así como hacia la conformación de Estados de grandes burocracias que impulsaron políticas públicas hacia el crecimiento fueron precisamente cambios para hacer sobrevivir al capitalismo, más que tendencias a contrapelo del mismo. Es así como el tamaño del Estado, una tendencia general del capitalismo fordista, es insuficiente como criterio para definir el carácter de izquierda o derecha de los regímenes que emergen en el período entreguerras y se potencian con la crisis de 1929.

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Resta por considerar el carácter nacional del nazismo frente a la ideología de clase del socialismo ¿son equivalentes? El internacionalismo del comunismo, versus el expansionismo belicista tras la idea de espacio vital definitoria del nazismo, permiten entender una serie de fenómenos que francamente quedan sin explicación si seguimos a Kaiser. La confusión remite a la carencia de criterio historiográfico, y su ánimo propagandístico.

Le recomendaría a Kaiser que considerara seriamente el carácter acomodaticio del pacto de no agresión entre comunistas y nazis durante los primeros años de la segunda guerra mundial y la posterior alianza temporal entre comunistas y capitalistas. La disputa de los socialistas chilenos, de talante socialdemócrata y latinoamericanista, contra las decisiones del comunismo soviético es mostrativo del carácter polémico de dicho pacto.

A su vez, recomendaría que leyera sobre la política exterior de coexistencia pacífica, pregonada por la URSS desde mediados de la década de 1950, bajo el gobierno de Nikita Khruschev. Esta política exterior estaba dirigida a que los Partidos Comunistas adscritos a la tercera internacional se integraran plenamente al sistema político en las democracias occidentales adoptando un enfoque institucionalista, alejándose de la lucha armada.

Esto se vio particularmente en Chile, especialmente en las diferencias con el Partido Socialista, desde fines de la década de 1950 hasta el quiebre democrático de 1973. La coexistencia pacífica permitió, entre otras cosas, que Chile reabriera relaciones diplomáticas con la URSS durante el gobierno de don Eduardo Frei Montalva en 1964.

Tanto para capitalistas como para comunistas la lucha de clases se gana o se pierde sobre la base de quien controla la división social del trabajo, para el nazismo la nación es una realidad histórica que logra soportar estas diferencias. Me parece esta una diferencia sustancial que se refleja en que ideológicamente para el nazismo el Estado sea una realidad permanente y para el comunismo sea una etapa transitoria.

La búsqueda del sentimiento de comunidad es un fundamento de la modernidad tan real como la voluntad de poder, y tan radicalmente diferente como el cielo de la tierra. La historia puede servir para hacer política, pero los conceptos pierden su filo analítico si se diluyen sin pensamiento crítico.

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