
Rusia, Estados Unidos y Arabia Saudí logran derrumbar acuerdo internacional para frenar contaminación por plásticos
Crear un tratado internacional donde todos los países firmantes tomen medidas concretas para reducir la producción, uso y desecho de plásticos era el propósito de las negociaciones que se dieron durante las últimas semanas en Ginebra, pero la oposición de unos pocos países con intereses petroleros, como Arabia Saudí, Rusia o Estados Unidos, hicieron fracasar el intento.
Los textos propuestos fueron rechazados por casi todos los países participantes del proceso, que lo tildaron de débil ya que no incluía compromisos obligatorios sino voluntarios. La lucha contra la obligatoriedad de las metas del tratado fue llevada a cabo por un bloque liderado por Arabia Saudí representando a varias naciones del Golfo Pérsico, así como Irán, Rusia y Estados Unidos, según han declarado distintos diplomáticos presentes en el proceso.
Las negociaciones ocurridas en agosto en Ginebra se agregaron luego de que fracasara el quinto intento por negociar el tratado en Busan en 2024, que supuestamente iba a ser el último. A pesar de un nuevo fracaso, la gran mayoría de los países presentes en el proceso acordaron continuar con el esfuerzo y sumar más sesiones de negociación, debido a la envergadura de la crisis de contaminación por plástico que vive el planeta entero.
Plástico y petróleo
Los países petroleros y la industria petroquímica se oponen al tratado ya que el plástico está hecho principalmente a partir de combustibles fósiles como el petróleo crudo, que se sumete a un proceso llamado cracking, con el que se calienta el petróleo lo suficiente como para separar las moléculas más pequeñas como el etileno y el propileno, que luego son polimerizados para crear productos plásticos.
La industria petroquímica apuesta a que el plástico será el principal motor de crecimiento para su sector, por lo que sus actores se oponen a la creación de un tratado que tome medidas para reducir la producción de plástico y su uso en el mundo.
Diseñar para no contaminar
En el marco de las negociaciones, Chile y el Reino Unido impulsan una propuesta para el artículo 5 del tratado, que tiene relación con el diseño de productos. Esto para que, desde su fabricación, los productos usen el plástico más duradero, reparable y reutilizable, reduzcan el uso de plástico al mínimo indispensable y provean de incentivos para la reutilización y reciclaje de los materiales.
Chile, como miembro de la Coalición de Alta Ambición, propone ir más allá del reciclaje planteando estándares globales para el eco diseño, prohibir productos plásticos innecesarios y de corta vida útil, fomentar sistemas de recarga y reutilización para evitar el desecho de envases, así como reducir polímeros vírgenes en favor de materiales seguros y sostenibles.
“Este giro busca atacar el problema en su raíz: si no se reduce la producción, ningún sistema de reciclaje será suficiente para frenar la crisis. La transición hacia productos duraderos y circulares no solo es urgente, sino también posible, si se crean las condiciones adecuadas”, explica Ismaela Magliotto, directora de gestión de Uno Punto Cinco.