
El "factor Parisi" en la presidencial: "Es un problema mayor" que puede tener un "poder enorme" en segunda vuelta
Hay nombres que se repiten en las últimas elecciones presidenciales de nuestro país, hablamos específicamente de rostros como Franco Parisi (PDG), Marco Enríquez Ominami (MEO) y el dirigente social Eduardo Artés, quienes este 2025 están perseverando en su reiterado intento por llegar a La Moneda.
De la mano de un PDG que hace un par de días oficializó a la diputada Pamela Jiles como nueva militante, quien llega junto a su marido Pablo Maltés, que sin éxito alguno ha buscado asumir distintos cargos de elección popular, Parisi aspira a suceder al Presidente Boric en una carrera que actualmente asume bastante mejor aspectado que MEO y Artés, estando este último todavía en busca de las 35 mil firmas que requiere para asegurar su nombre en la papeleta del 16 de noviembre, cuando está agendada la primera vuelta.
El economista, en tanto, enfrenta semanas felices que han quedado evidenciadas en su tercer lugar en preferencias presidenciales en a lo menos un par de las últimas encuestas donde aparece detrás de José Antonio Kast (Partido Republicano) y Jeannette Jara (PC), la apuesta del progresismo y la DC para disputar la presidencial.
Imponiéndose incluso a la favorita hasta hace unos meses, Evelyn Matthei (UDI), abanderada de Chile Vamos que continúa en carrera a pesar de las dudas que está generando su candidatura incluso dentro de este bloque opositor a la administración Boric.
"Sirve para construir una marca política personal"
Cómo visualiza este escenario que se genera en medio de la perseverancia de cartas como las mencionadas, es lo que nos comenta Gonzalo Espinoza, académico Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales (UDP), quien además releva algunos factores de la elección que este año se enfrenta con el regreso del voto obligatorio, sumando a lo menos cinco millones de personas al padrón sufragante.
"Sobre la insistencia de algunos candidatos, se explica por una mezcla de factores. Por un lado, les sirve para construir una 'marca política' personal que los mantiene vigentes e influyentes, aunque no ganen. Por otro, el sistema de reembolso de votos del Servel, si bien no es una ganancia directa, baja tanto el riesgo económico que les permite financiar sus campañas y sostener sus proyectos políticos elección tras elección", dice aterrizando el contexto en que se propician estas candidaturas.
Igualmente, destaca a renglón seguido, "cada uno de ellos apuesta a algo distinto".
"La apuesta real de Parisi es consolidar a su partido como una fuerza clave con poder de negociación en el Congreso. Lo de Artés es más bien testimonial, busca mantener viva su ideología en el debate público. MEO, por su parte, podría apostar a la nostalgia y a la posibilidad de que los candidatos principales fallen, para emerger él como una alternativa razonable", desglosa.
Y en cuanto a "la estrategia de Parisi de sumar a Pamela Jiles y Pablo Maltés", Espinoza advierte que se trata de "una jugada que puede ser un arma de doble filo".
Porque "aunque le sirve para apelar al voto de protesta más duro, corre el peligro de ser vista como una alianza puramente oportunista y poco seria, lo que podría espantar a votantes moderados y reforzar las críticas sobre la improvisación de su proyecto".
¿Pueden fidelizar al nuevo electorado?
Siguiendo con su análisis, el académico asegura que "el potencial de estas candidaturas para cautivar al nuevo electorado obligatorio es alto, especialmente para Parisi". Ello porque, argumenta, "ese universo de votantes suele estar más desconectado de la política tradicional y es más escéptico, por lo que un discurso directo, anti-élite y enfocado en soluciones inmediatas como el suyo, les resulta muy atractivo".
Paralelamente, apunta a la incidencia que podría tener en la presidencial. "Si Parisi saca un porcentaje de votos muy alto, le daría un poder de negociación enorme para definir la elección en la segunda vuelta e influir directamente en la agenda del próximo gobierno", advierte.
Pero más allá de su figura, Espinoza también apunta a otro efecto de la carrera a la que se han sumado tanto Parisi como Artés y MEO. "Igualmente, estas candidaturas inciden directamente en la dispersión de votos", alerta.
"Parisi es un problema mayor para la derecha, ya que le quita a Evelyn Matthei una base de votantes populares que necesita para pasar a segunda vuelta, lo que indirectamente podría beneficiar a José Antonio Kast", recalca luego.
¿Y en la izquierda?
En tanto, destaca nuestro entrevistado, en "la izquierda, Artés y MEO le restan porcentajes relevantes al bloque progresista en una elección que se proyecta estrecha".
Finalmente, consultado sobre el daño que podría generer el fundador del PDG a la abanderada de Chile Vamos, Espinoza es claro.
"Sobre si Parisi es la gran amenaza de Matthei, se puede ver de esta forma: Kast y Parisi son amenazas de distinta naturaleza para ella. Kast es su rival interno, compiten por el liderazgo del mismo sector. Parisi, en cambio, es un disruptor externo", sostiene.
Porque, explica, "no solo le disputa votos a la derecha, sino que desafía la viabilidad de una candidatura tradicional al capturar un voto transversal y anti-sistema, lo que lo convierte en una amenaza diferente y muy compleja de enfrentar".
Igualmente, concluye, "cada uno de ellos apuesta a algo distinto".