
Varamientos de carbón siguen pintando de negro las playas de Quintero a 6 años de supremazo contra contaminación
Pescadores de la bahía de Quintero saben que, cuando el mar está calmo, la playa de Ventanas amanece negra por el carbón varado en la arena, afeando el paisaje y preocupando a la comunidad por los posibles efectos de esta exposición de largo plazo en la salud y el ecosistema costero.
Carlos Vega, dirigente sindical de pescadores y ex consejero regional, es nacido y criado en la zona y tiene 69 años. Comenta que el problema del carbón en la playa comenzó con el auge de la actividad termoeléctrica en el territorio y que no ha frenado a pesar de las medidas que se están tomando en los últimos años.
Según Vega, aunque ahora las empresas se encargan de limpiar cada vez que hay un varamiento, los sindicatos no tienen información concreta sobre la composición del material que vara en la arena. “Recuerda que en la bahía también se embarcaba concentrado de cobre, y que ha habido derrames de petróleo. Hoy en día no sabemos 100% qué composición tiene ese carbón y a qué estamos expuestos”, declara.
“Uno pensaría que al 2025 esta situación debería haberse solucionado pero siguen los varamientos constantemente. Piensa cuánto desarrollo le ha aportado esta zona a las empresas y al país, cuantas ganancias. Estamos preocupados de que asuman su responsabilidad y que dejen limpio. Porque lo que va a pasar es que se van a ir, porque hay un plan de cierre, y van a dejar ahí los pasivos ambientales. Esta zona no se merece más soportar estas condiciones”, comenta por su parte Eugenio Silva, dirigente de la comuna y del sindicato de pescadores de Ventanas.
Los pescadores tienen abierta desde 2016 una demanda por daño ambiental contra las empresas que resulten responsables de la contaminación en la bahía, donde opera un cordón industrial con termoeléctricas, descarga de carbón, acopio de cemento y otras actividades industriales. La causa quedó en acuerdo en julio de este año y se está redactando el fallo.
En los últimos días de julio se han reportado varamientos de carbón en la playa, a casi seis años de que la Corte Suprema dictara un fallo considerado histórico, en que obligaba a diversos organismos del Estado a tomar acciones urgentes para identificar las fuentes de contaminación en la bahía y tomar acciones para reducir el impacto.
Aunque se han tomado diversas medidas para monitorear y reducir la emisión de contaminantes a la atmósfera para terminar con las intoxicaciones masivas que al menos hasta 2024 seguían ocurriendo esporádicamente, ninguna medida tomada ha sido capaz de terminar con los varamientos de carbón.
¿De dónde viene el carbón?
Desde la Capitanía de Puerto de Quintero han monitoreado los varamientos y las limpiezas que hacen las empresas cada vez que ocurren. También toman medidas precautorias cada vez que hay buques con carbón o que se descarga carbón en la bahía.
Según explica el comandante Ricardo Cartes Alarcón, los monitoreos han concluido que el carbón que vara en la playa constantemente es antiguo, ya que las mediciones no han detectado ningún vertimiento en la actualidad, y han ocurrido varamientos incluso cuando no hay ninguna descarga y ningún barco con carbón cerca de la zona.
Sobre la posibilidad de tomar medidas para retirar ese carbón antiguo del fondo marino y evitar los varamientos, declara que las opciones para hacerlo, como el dragado de la bahía, generarían un impacto ambiental significativo. Explica que por el momento las acciones que toma la institución son para evitar que haya nuevos vertimientos de carbón al mar, que acrecienten el problema.
Nuevos impactos
Ahora, los sindicatos de pescadores de la bahía de Quintero se enfrentan a lo que ven como una nueva amenaza: los proyectos de plantas desaladoras que se están tramitando para la zona. Dirigentes de la pesca incluso se han tomado las obras de una planta de Aguas Pacífico, destinada para consumo humano y en su mayoría para la gran minería en Santiago.
Esta planta entraría en operaciones durante el 2026, mientras que GNL Quintero también está sometiendo a evaluación un proyecto para instalar otra planta. “Acá los impactos se van a seguir acumulando, ahora con el nivel de salinidad del mar. Estamos todos nerviosos y preocupados por el impacto en nuestras áreas de manejo para la pesca. Estamos arriesgando los recursos de los que vivimos, y es un ciclo de no acabar. No hayamos para cuándo dejar de pelear para que no se siga contaminando el mar”, lamenta Silva.
En su cuenta pública de 2023, el presidente Gabriel Boric prometió convertir a Chile en uno de los principales productores de hidrógeno verde, desarrollando la industria en zonas de sacrificio para que estas ciudades, que han sufrido el impacto acumulado de años de actividad ambiental, “puedan cerrar sus termoeléctricas sin perder fuentes de trabajo”.
“Creo que no se está sopesando la gravedad de la contaminación que han vivido dichas zonas. Muchas de ellas no soportan más industrias. Todo lo contrario, requieren de remediación ambiental”, alerta al respecto la politóloga y directora de políticas públicas de la fundación Ecosur, Pamela Poo.
El discurso de gobierno no plantea fomentar alternativas de desarrollo no industrial en estos territorios que han sufrido por años la sobrecarga contaminante de actividades industriales.
“Creo que no se está sopesando la gravedad de la contaminación que han vivido dichas zonas. Muchas de ellas no soportan más industrias. Todo lo contrario, requieren de remediación ambiental”, alerta al respecto la politóloga y directora de políticas públicas de la fundación Ecosur, Pamela Poo.
Para la experta, la escala de los proyectos será esencial para evaluar si tienen asociados, por ejemplo, proyectos de desalinización, y cuánta carga ambiental se añade al territorio.
El anuncio, según analiza no va acorde a los conceptos de transición socio ecológica justa, “que podría generar empleo con actividades que ayuden a remediar la calidad de vida de dichas zonas”.