Cuenta pública: anuncios de hidrógeno verde en zonas de sacrificio levantan alerta
Anuncios de la cuenta pública como inversión en sistemas de agua potable rural, regulación para otras empresas de la bahía de Quintero o la creación de sistemas de almacenamiento de energías renovables, fueron celebrados por el mundo ambientalista. Pero otros, generaron ciertas alertas.
El presidente Gabriel Boric manifestó la aspiración de que Chile se convierta en uno de los principales productores de hidrógeno verde, desarrollando la industria en zonas de sacrificio para que “ciudades como Tocopilla, Mejillones, Quintero o Coronel puedan cerrar sus termoeléctricas sin perder fuentes de trabajo”, afirmó.
“Creo que no se está sopesando la gravedad de la contaminación que han vivido dichas zonas. Muchas de ellas no soportan más industrias. Todo lo contrario, requieren de remediación ambiental”, alerta al respecto la politóloga y directora de políticas públicas de la fundación Ecosur, Pamela Poo.
Para la experta, la escala de los proyectos será esencial para evaluar si tienen asociados, por ejemplo, proyectos de desalinización, y cuánta carga ambiental se añade al territorio.
El anuncio, según analiza no va acorde a los conceptos de transición socio ecológica justa, “que podría generar empleo con actividades que ayuden a remediar la calidad de vida de dichas zonas”.
Una persona que ha levantado una alerta sobre el desarrollo del hidrógeno verde, es el director de la ONG FIMA Ezio Costa, quien sostuvo para el medio Codex Verde que el hidrógeno verde es un área en que existen varios riesgos que no se han abordado aún, por lo que levantó la necesidad de que se conozcan las medidas que se van a tomar para evitar el daño ambiental.
Modelo extractivista
“El cobre ha hecho crecer nuestra economía y con ello ha financiado políticas sociales de educación, vivienda y salud. Para seguir avanzando en el camino del desarrollo, impulsaremos dos nuevas industrias clave para el futuro del planeta: la del litio y la del hidrógeno verde”, comentó en su cuenta el presidente.
"El extractivismo del litio y el cobre ha sido históricamente utilizado para financiar políticas sociales, esa lógica ha generado subsidios y políticas asistenciales que no terminan con la dependencia ni abordan políticas más estructurales", analiza Pamela Poo.
Pone especial énfasis en el caso de la industria del hidrógeno verde, que "es generar una industria para exportación, por ende la escala y automatización probablemente tampoco dejen mucho a las zonas donde se desarrolle. Lo que si dejarán las tres actividades serán problemas ambientales y profundización de la crisis ecológica en nuestro país", conlcuye.