Izani Bruch, capellana de La Moneda: “No creemos en un Dios que castiga: la fe también defiende el derecho a decidir"
En el cuarto capítulo del podcast Hablemos de Aborto, la capellana de La Moneda, Izani Bruch, teóloga, pastora luterana y feminista, derriba mitos: la fe no está reñida con los derechos humanos.
“Siempre digo que mi fe camina con mi opción de defender los derechos de las mujeres, en este caso el derecho a decidir”, afirma Izani en la conversación, donde aborda los desafíos de dialogar con comunidades religiosas y explica por qué hablar de aborto es un tema de justicia social y no de pecado.
¿Cómo concilia Izani Bruch su fe cristiana con la defensa del aborto?
Organizaciones como Católicas por el Derecho a Decidir son parte de un movimiento global que busca ampliar los marcos de interpretación de la fe, recordando que la autonomía corporal y la dignidad humana son principios compatibles con una espiritualidad basada en la compasión.
Para Izani, ese es el camino:
“Creemos en un Dios de amor, no en un Dios que castiga. Nuestro rol como iglesia es acompañar, no juzgar”.
¿Qué propone la capellana sobre el rol del Estado en temas reproductivos?
La pastora explica que conceptos como “aborto libre” suelen estar cargados de prejuicios:
“Nadie quiere el aborto. Lo que defendemos es que ninguna mujer vaya a la cárcel por decidir. Las leyes no obligan a nadie a abortar, pero sí acompañan a quienes lo necesitan”.
Desde su experiencia, advierte que la fe no puede ser un obstáculo para el ejercicio de derechos humanos:
“El Estado es responsable de legislar para toda la sociedad, no para una creencia en particular. Las religiones deben dialogar con las transformaciones sociales”.
Este episodio busca derribar los discursos que reducen la discusión a “provida” versus “proaborto”, mostrando que la defensa de la vida también implica garantizar derechos, justicia social y acompañamiento en momentos críticos.
Escucha el capítulo completo en el podcast Hablemos de Aborto, disponible en las plataformas digitales de El Desconcierto.