
Cronistas desnudan a Kast: Apuntan a "carácter altamente maquiavélico" y dicen que hay que "estar atentos a lo que está haciendo"
Hace unos días, salió a la venta la publicación “Kast, la ultraderecha a la chilena”, trabajo escrito por los periodistas Amanda Marton y Felipe González editado por Penguin Random House en la previa de la elección presidencial que tiene al abanderado del Partido Republicano encaramado en las encuestas, peléandole el primer lugar en preferencias a la apuesta oficialista, Jeannette Jara (PC), mientras harto más atrás queda la mermada carta de Chile Vamos a La Moneda, Evelyn Matthei (UDI).
Qué podemos encontrar en esta investigación, es parte de lo que nos comentan sus autores en entrevista con El Desconcierto.
- A la luz de lo indagado de Kast, en función de la publicación últimamente editada, ¿quién es este referente de la ultraderecha chilena?, ¿qué lo define y cuáles son los hallazgos que pudieron hacer respecto de él en su investigación?
Felipe: Kast es, definitivamente, el principal líder de la ultraderecha en Chile. Es quien primero abre la caja de Pandora de lo que es la ultraderecha y quien empieza a plantear temas que, cuando era diputado en la década de los 2000, aún parecían de nicho y marginales, pero que hoy están en el centro del debate.
Entre los principales hallazgos que encontramos, pudimos ver el momento exacto en el que José Antonio Kast pasa de ser un diputado más y se presenta como el líder de un movimiento de ultraderecha que se estaba gestando secretamente desde dentro de la UDI para tomar el control del partido para hacerle frente al Piñerismo, que ya comenzaba a extenderse en la derecha.
Ese momento es en mayo del 2008 y es clave, ya que, como pudimos investigar, el liderazgo de José Antonio Kast fue formado en unas reuniones secretas que se desarrollaban en el living de la casa de Javier Leturia, uno de los fundadores de la UDI, y uno de los mejores amigos de Jaime Guzmán.
En esas reuniones se juntaban militantes del gremialismo a los que no les gustaba el proceso de flexibilización que estaba teniendo el partido mientras se abría a apoyar a Piñera, quien apostaba por una derecha moderna no pinochetista y no conservadora en varios aspectos culturales.
Estos militantes, todos pinochetistas y ultraconservadores, entonces, deciden tomar control del partido y crear una nueva derecha que no se acomplejara con haber apoyado a la dictadura y que no hiciera el quite a los debates morales, y vieron en José Antonio Kast a un personaje a quien podían formar para que liderara ese movimiento. Hoy, todos ellos forman parte del Partido Republicano. Es decir, en esas reuniones está el germen de lo que hoy conocemos como la ultraderecha chilena.

- ¿Qué tan conservador es Kast, considerando que en el libro ustedes mencionan que hasta la familia de Bolsonaro lo habría encontrado “muy cartucho”?
Amanda: Bastante. El caso específico que mencionas fue en 2011, cuando la familia Bolsonaro estaba organizando un encuentro entre líderes de la derecha internacional y recibió los antecedentes de Kast, a quien no conocían en ese entonces. Pero los brasileños descartaron su participación porque lo consideraron muy tranquilo y conservador en comparación con ellos y, por ello, contar con su presencia en el encuentro lo desperfilaría.
Eso ocurre en términos más bien performáticos (es decir, sus declaraciones, cómo se comporta, etc.), porque en términos ideológicos Kast tiene una visión muy similar a la de Bolsonaro (por algo intentó tantas veces reunirse con él).
Kast y la extrema derecha en su conjunto, buscan diferenciarse de la derecha tradicional y de la izquierda a través de sus posiciones más conservadoras con temas socioculturales relacionados con el feminismo, las disidencias sexuales, los pueblos originarios y las personas migrantes.
Particularmente, el feminismo representa un problema enorme para Kast. Ser antifeminista, por ejemplo, es una etiqueta que Kast y su partido aceptan. Esto ocurre porque él y su entorno tuvieron una percepción de que en un periodo relativamente corto de tiempo, varios de los pilares que defendían, de la sociedad tradicional, se vieron amenazados por el avance del feminismo, particularmente en la última década, con la aprobación del aborto en tres causales o la realización de las tomas feministas en distintas universidades del país.
Esa postura suya se percibe en la Escritura Pública de Constitución del partido, que entre sus 18 principios que fundamentan contempla la defensa de la vida humana desde la concepción a la muerte natural; la creencia en Dios, aunque no es confesional expresamente y en la familia fundada entre un hombre y una mujer como base de la sociedad.
Su actitud implica un "debilitamiento de la democracia"
En otro ámbito, ¿por qué se plantea que traicionó al corazón del Partido Republicano?
Felipe: Eso es parte de un sentir extendido en el Partido Republicano y hace referencia a cuando Kast gana la primera vuelta de las presidenciales del 2021. Esa campaña fue hecha en oposición directa contra la derecha tradicional, a quienes los republicanos despreciaban tildándola de “derechita cobarde” o “derecha acomplejada”.
Entonces, cuando Kast pasa a la segunda vuelta, la directiva del Partido Republicano, entre medio de su aturdimiento con un resultado mucho mejor de lo que esperaban, acepta que se integren al comando los partidos de esa derecha que ellos mismos habían tildado de cobarde y algunos rostros del gobierno de Piñera, que ellos consideraban un gobierno fracasado, como Evelyn Matthei y Paula Daza.
El cálculo electoral era claro, ellos pensaban que tenían que hacer gestos hacia esa derecha más moderada, no pinochetista ni ultraconservadora, que representaba Piñera si es que querían ganar la segunda vuelta, pero la forma en cómo Kast traicionó varios de los principios que lo diferenciaban de esa centroderecha no fue bien recibida por sus partidarios.
Por ejemplo, Kast al final terminó retractándose de eliminar el Ministerio de la Mujer; de su propuesta inicial de bajar 10 puntos a los impuestos para las empresas, al final quedó en bajar dos; y en temas valóricos, pasó de decir que iba a derogar el aborto en tres causales a asumir que no iba a poder lograrlo. Para muchos militantes del Partido Republicano esas transacciones atentaron contra la mística que habían formado en el partido y traicionaban el corazón republicano.
- ¿Qué tanta garantía de democracia real puede ofrecerle a Chile Kast si llegara a La Moneda, según la investigación que ustedes lideraron y considerando, además, que el 2008 quiso tomarse la UDI siendo un militante de ese partido?
Amanda: Eso es entrar en el terreno de la especulación, porque no sabemos cómo se comportaría siendo presidente. Lo que sí podemos ver es que otros líderes de extrema derecha, cuando han llegado a puestos de poder, han erosionado la democracia desde adentro. No porque vayan a realizar una intentona de golpe, necesariamente, como hizo Bolsonaro en Brasil (motivo por el cual no puede salir del país y está prohibido de competir en las próximas elecciones), sino porque empiezan a correr el cerco de lo que está permitido.
En ese sentido, Kast ya abrió la caja de Pandora de lo que se puede o no decir o hacer. Hoy vemos que no es él quien se expresa a favor de Pinochet o de la dictadura, porque no necesita hacerlo y porque tiene a otros candidatos que lo hacen por él (pensemos en Kaiser o Matthei), y si lo hacen es porque él ya corrió el cerco de lo que está permitido. Esto, en sí mismo, ya es un debilitamiento de la democracia al que todos deberíamos estar atentos.
"Insiste hasta lo impensado para imponer su visión"
- Respecto del carácter y la personalidad de Kast, ¿cuáles son los principales hallazgos del libro?
Felipe: Para hacernos una idea de cómo ha cambiado su carácter a lo largo de los años hablamos con varias personas que lo han conocido de cerca de distintos momentos de su vida. Así, encontramos que en el gremialismo José Antonio Kast era un personaje de segunda o tercera línea, era muy tímido en su juventud, y no era a quien mandaran a los debates ni a hacer los programas para las campañas, no era un ideólogo, ni tampoco era un líder carismático, pero era alguien que siempre tenía la voluntad para apoyar.
En la UDI nunca tuvo vida partidaria, no era de compartir mucho con el resto de los parlamentarios y, de hecho, cuando fue jefe de bancada, solía limitar mucho las actividades sociales de los diputados, no le gustaba que se juntaran con políticos de izquierda u otros partidos.
Decía que podía desperfilarlos. En general, cuando preguntamos por los principales atributos de Kast, lo que siempre nos mencionaban era su perseverancia, su tozudez y su arrojo a liderar proyectos que tenían pocas probabilidades de éxito. A esto también hay que sumarle su fortuna familiar, que le ha permitido tener la libertad financiera para empujar su proyecto, primero desde dentro de la UDI y después en lo que ahora conocemos como el Partido Republicano.
También, muchas fuentes nos decían que es una persona que no acepta que lo contradigan y que insiste hasta lo impensado para demostrar su punto de vista o imponer su visión.
Terreno lo viene preparando desde 2008
-¿Qué facetas más desconocidas de él podrían resultar llamativas, considerando su empeño en llegar a La Moneda?
Amanda: Creo que uno de los principales hallazgos del libro es la visión a largo plazo que tiene Kast, con un carácter altamente maquiavélico. Si está donde está hoy es porque viene preparando el terreno por lo menos desde 2008, cuando intentó tomarse la UDI.
En ese sentido, no es un político a quien deba tomarse a la ligera (algo fundamental tanto para sus detractores como para sus partidarios). Algo que nos sorprendió fue descubrir su idea de que si Chile cambió tan rápido en las últimas dos décadas, puede volver a hacerlo.
Para él y su partido solo sería cuestión de tiempo. Por lo mismo, hay que estar atentos a lo que está haciendo ahora, particularmente en los llamados "órganos intermedios de la sociedad", como decía Jaime Guzmán. Por ejemplo: a través de una serie de organizaciones conservadoras vinculadas de forma formal e informal al Partido Republicano, este está dando la batalla cultural para seguir ahondando en temas como el aborto o el rol de la mujer y la familia en su eventual gobierno, sin necesariamente estar hablando públicamente de esto, por los resultados negativos que podría traer.
El secreto está en que cada uno de sus seguidores se imagine siempre en la lista de los beneficiados, no de los afectados por sus políticas.
- Por último, ¿qué tan obsesionado está Kast con ser Presidente de Chile y cuál es su real propósito final en la política nacional?
Felipe: Algunas fuentes nos decían que la presidencia es una obsesión para él, pero esa ambición también tiene un límite. Él ha dicho que no está dispuesto a tener una cuarta candidatura a la Presidencia y que no quiere convertirse en la caricatura del eterno candidato.
Con todo, al margen de sus ambiciones presidenciales, él sí ha podido instalar ideas y una forma de hacer política que antes de él no estaban. Él trajo el movimiento de ultraderecha internacional a Chile y adoptó ideas y formas de otros líderes, como Trump, Bolsonaro, Orbán y Milei, y eso lo ha hecho sin ser presidente.
Además, pudo crear una institucionalidad, que es el Partido Republicano, que ha tenido grandes éxitos electorales, tanto en el Congreso, como en alcaldías, concejales, gobiernos regionales, en el segundo proceso constituyente, etc. Lo que está por verse es hasta qué punto ese proyecto y esas ideas pueden avanzar sin él, ya que el partido es muy sectario, vertical y está hecho a su medida.