
Experto y liberación de sicario venezolano: "El crimen organizado permeó las instituciones chilenas y no es solo corrupción"
La liberación por error de Osmar Ferrer, uno de los presuntos sicarios formalizados por el asesinato de José Reyes, más conocido como el "Rey de Meiggs", ha puesto en evidencia una problemática que trasciende a los errores administrativos y cuya libertad ha motivado una nueva orden de captura internacional para el presunto integrante del Tren de Aragua.
Y es que el caso, que se remite a comienzos de julio cuando una orden judicial -que finalmente se confirmó que era verídica- permitió la salida del recinto penitenciario del principal acusado por el crimen del empresario, ha encendido las alarmas sobre la capacidad del crimen organizado y el narcotráfico para infiltrar las instituciones del Estado chileno.
En ese contexto, el experto en seguridad con décadas de experiencia en el sector público, Pedro Valdivia, analizó en El Desconcierto las implicancias de este episodio y otros casos recientes que evidenciarían una estrategia planificada de las organizaciones delictuales que ven como un negocio permear la institucionalidad del país.
Desde casos que involucran a militares transportando droga en aviones institucionales hasta situaciones que han afectado a fiscales y funcionarios de Carabineros, el diagnóstico es claro: Chile enfrenta una amenaza que va más allá de la delincuencia común y requiere una respuesta institucional de la misma magnitud.
El crimen organizado ya permeó las instituciones
-¿Está al tanto de la situación del sicario del Tren de Aragua que fue liberado por error y Qué opina de esta situación? ¿Se puede hablar de que el narcotráfico permeó las instituciones de Chile?
Sí, totalmente. En todo lo que está pasando estoy al día. Yo justamente hice un comentario por una red social. Efectivamente a esta altura de lo que ha pasado, no es el narcotráfico necesariamente, yo creo que es más correcto hablar de crimen organizado. Porque obviamente dentro del crimen organizado el delito más relevante es el narcotráfico, es el más recurrente. Pero situaciones de esta naturaleza las puedes encontrar en varios delitos en Chile hoy día. La trata de personas, la migración, el robo de cobre, que es bastante importante.
En lo referido a esto, indudablemente no cabe ninguna duda de que sí, efectivamente llegó a un punto, está llegando a un punto en que se visualizó, por lo menos en las personas que trabajamos en seguridad desde hace bastante tiempo. Porque el mismo modus operandi que se ha ocupado en todos los países, en todos los países es exactamente lo mismo.
Buscar el país que te ofrezca las mejores condiciones económicas para invertir en delincuencia, por supuesto, la facilidad que te permite la ley, y finalmente empezar a posicionar, dominar territorio, y finalmente llegar a la etapa en que nosotros estamos en este minuto, que es permear las instituciones que son básicas para el desarrollo de la sociedad, entre ellas las policías, las fuerzas armadas, incluso las propias iglesias y el poder judicial.
Múltiples casos evidencian la infiltración
- ¿Cree que ya es un hecho que el crimen organizado permeó las instituciones, no solo por esta situación particular, sino también por el caso de los militares que habrían transportado droga con un avión institucional?
Hay varias señales. Está primero la situación del Ejército, por una parte. Está la situación de la Fiscalía, hay algunos hechos aislados que han sido menos relevantes, pero que también son importantes, que han afectado incluso al Ministerio Público. Hay un caso por ahí por Chillán que afectó directamente a un fiscal, hay una situación de un fiscal también en Rancagua, y para qué hablar de la situación en Carabineros, que hay varios involucrados.
Y hay que tratar de no confundir, y es muy importante quizás este punto de lo que estamos conversando, no hay que confundir corrupción con lo que está detrás cuando es crimen organizado.
Porque la acción del crimen organizado, en lo que estamos viendo, indudablemente que es la comisión de un delito, pero detrás de ese delito la gente en alguna oportunidad lo interpreta como que es un acto de corrupción, corrupción de los carabineros que se coludieron para algo, pero en el fondo es mucho más grave que eso: es una acción del crimen organizado, planificada, y eso sí que es absolutamente grave.
La respuesta burocrática del Estado
- ¿Cómo ve la respuesta de las autoridades ante esta problemática?, ¿ha empeorado con este gobierno?
- No ha empeorado, pero este gobierno indudablemente ha sido más lento. Pero es un problema que tenemos como país, no es un problema solamente de este gobierno. Es un problema país que es absolutamente burocrático en cómo reaccionar, porque somos demasiado legalistas. Yo creo que Chile, bueno de hecho Chile es uno de los países del mundo que tiene más leyes, tiene leyes para todo, hasta por cruzar la calle hay una ley en Chile.
Entonces, el hecho de tener una ley y en las condiciones como se tramita en el Congreso Nacional, en ambas cámaras, dilata cualquier reacción que se requiere que sea inmediata. Llevamos tres años, por ejemplo, en el tema de las reglas del uso de las fuerzas, que reglamentaban la posibilidad de que las Fuerzas Armadas salieran a reforzar los sistemas de seguridad, que es una situación absolutamente exigible para el día de hoy. Sin embargo, la tramitación burocrática de eso lo impide.
Entonces, creo que hay que hacer un cambio radical en el sistema político que permita reaccionar de manera eficiente ante fenómenos que son distintos, porque cuando estamos hablando del crimen organizado no estamos hablando de delincuencia común, estamos hablando de una organización criminal.
Las limitaciones normativas del país
- ¿En qué está fallando entonces el país para tener un escenario tan complejo como el actual?
En que la propia normativa te impide ir más allá de las cosas que requieren hacer la policía. Por ejemplo, hay una discusión permanente, y de hace bastante tiempo, sobre la búsqueda o el origen y el fin del dinero, que pasa necesariamente por tener la posibilidad -en los procesos de investigación- de poder entrar a las cuentas corrientes de determinadas personas. Eso ha sido una discusión permanente, que tampoco se hace.
Hay todo un tema, yo diría como un prejuicio, de que cualquier acto de intromisión entendiendo a veces algunas actividades de inteligencia que requiere el país, o inteligencia que no es operativa en Chile y que debiera ser operativa, pudiese tener acceso a determinada información. Sin embargo, las normas de privacidad de los datos impiden que muchas veces esas acciones operativas que requiere la policía hoy día no las pueda hacer.
Entonces, hay una serie de limitantes que nosotros mismos como sociedad nos ponemos ante un fenómeno distinto a lo que vivimos habitualmente. Ese es el punto. El punto es entender el sistema político, es entender que estamos ante una situación distinta, una amenaza constante, y que ya visto los resultados en otros países como Colombia o como en México, debiéramos aprender de que tenemos que reaccionar de una manera distinta.
Fallas en el protocolo de liberación
- En esta orden que se emitió para liberar al sicario, ¿quién falló en esta cadena de la institucionalidad? ¿dónde podría estar el error, o quizás fue una mala intención?
Con la información que uno tiene de prensa, solamente uno tendría que basarse en que hay una orden, que supuestamente es legítima. Si el protocolo de esa orden no es para corroborar esa orden, como probablemente pueda ser en la delincuencia común (porque en la delincuencia común habitualmente hay estas órdenes y contraórdenes), y no todas son corroboradas porque es delincuencia común...
Pero cuando estamos hablando del crimen organizado, y estoy haciendo un juicio de lo que presumo con la experiencia, probablemente debiera haber un protocolo distinto que significara corroborar, efectivamente, si esa orden existe o no existe.
Porque falsificación de documentos judiciales que permitan libertad en delincuencia común son muchos casos los que a uno le tocó ver en la historia. Eso es así. Pero como estamos hablando ahora de una situación distinta, de un sicario perteneciente al crimen organizado, ese mismo protocolo no puede aplicar. Tendría que haber instancias, seguramente, de corroboración de los datos.
El riesgo de crisis institucional
- ¿Le parece que el país puede vivir una crisis en términos de la intromisión del crimen organizado en nuestras instituciones?
Si no reaccionamos, si seguimos reaccionando con solamente declaraciones, con situaciones de declaraciones de buena intención, de carácter político, sobre todo en un año electoral, en que por ambos lados se están haciendo declaraciones, probablemente estamos sobre la cornisa y podemos caer en cualquier momento.
En este tema, el crimen organizado es un tema país. Eso es lo primero que tienen que entender los políticos. Los de la derecha y la izquierda: es un tema país. Por lo tanto, todo lo que se resuelva sobre el crimen organizado tiene que ser sobre el interés que tiene el país.
Tenemos que dejar atrás la experiencia de lo que estamos viviendo y es simbólico lo que estamos viviendo con la aplicación de las reglas del uso de las fuerzas, donde indudablemente que las posturas políticas han impedido que se lleguen a buenos resultados. Eso no lo podemos aplicar en modificaciones que se tenga que ajustar al crimen organizado. No lo podemos permitir.