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Seis restaurantes que resaltan los pescados y mariscos en formato chileno
Fotografía: El Rincón de Azócar

Seis restaurantes que resaltan los pescados y mariscos en formato chileno

Por: Felipe Rodríguez Cadiz | 13.07.2025
Los más de cuatro mil kilómetros de costa del país son la expresión viva de la variedad de sabores marinos locales. Moluscos, crustáceos y pescados en diferentes preparaciones destacan en los comedores santiaguinos. Acá repasamos algunos locales en diferentes comunas para degustar platos que están en las más profundas tradiciones gastronómicas nacionales.

EL ANCLA

Con casi dos décadas de trayectoria, este restaurant regentado por los hermanos Gabriel y Mauricio Bustos es uno de los consolidados en oferta marina a la chilena. En sus dos locales, prácticamente no hay diferencias culinarias. El sabor y la calidad de sus productos son de primera y cuentan con una virtud: no han caído en la incorporación de platos peruanos como varios comedores especializados en preparaciones locales. Entre los imperdibles, están los erizos al pil pil, las empanadas de piure o las machas, que siempre rankea alto en el gusto masivo. Para paladares que buscan algo más expresivo y novedoso las opciones más interesantes son el timbal de sierra ahumada, acompañado por un puré de palta y papas mayo. Es una mezcla de sabores frescos y playeros que engranan perfecto como entrada para dos personas. El arroz pirulo, cocinado en un caldo de locos, y con mariscos finos, es también sobresaliente. Así como las lapas apanadas, un producto de escasa valoración y gusto excelente. También, en algunos periodos del año, cuentan con pescados de Juan Fernández. Un hecho es categórico: en El Ancla siempre se va a la segura.

Santa Beatriz 191, Providencia/Avda. Américo Vespucio 01173, La Cisterna. @el_ancla

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OSTRAS SQUELLA

Existen pocos lugares en Santiago donde se puedan comer picorocos, un crustáceo que se da en aguas de Chile, Perú y parte de Argentina. Cada vez más escaso en las cartas de restaurantes marinos, en Ostras Squella -un local tradicional que cumplió 50 años en 2024- este es uno de los platos estelares. De buen tamaño, con una carne firme y sabrosísima, viene acompañado de una salsa tártara. Para los aficionados a los placeres del mar chileno, es indiscutible. Ubicado en una antigua casona del barrio Cumming, Squella cuenta con piscinas para mantener el frescor de productos clásicos como machas o almejas, pero sobresale por sus buenos proveedores. Las ostras de Ancud, en Chiloé, con ese gusto metalizado y de buena calidad; las centollas de Punta Arenas -que están en plena temporada-, siempre distinguidas y preparadas en diversos formatos y los locos a un precio justo y que se parten con una cuchara apuntan entre lo más alto. Cuenta, además, con un buen catálogo de vinos y una terraza que domina visualmente el sector centro poniente de la capital.

Ricardo Cumming 94, Santiago Centro. @squella_restaurante

 

MARINA MAR DE TAPAS

Aunque están plenamente enfocados en pescados y mariscos, este comedor no se rige por los mismos conceptos gastronómicos de sus colegas. Acá se estimula la experiencia de probar pequeños bocados, manteniendo una fidelidad en la frescura de sus elementos -cuentan con una piscina-, realizando cruces que pueden parecer inconexos, pero que resaltan en distinción y categoría. La tarea de Francisco Hraste, su dueño, es singular. Más que platos, apuesta por la sutileza de las mezclas. Esa particularidad se percibe en, por ejemplo, la empanada destripada compuesta por una tradicional empanada de ostión queso frita, que se parte en dos para poner en medio una combinación de camarón con mayonesa adobada al miso, otorgando un contraste entre el mar y la suavidad de la salsa. Hay, también, sándwiches de jibia, un tazón de crema de ostras y almejas, aderezado con vino blanco y perejil -hecha para el invierno- y unas tostadas de sierra ahumada, con mayonesa de cilantro, perejil y ajo, cebolla perla y salsa terayaki casera. Es un local que se preocupa de los detalles. ¿Qué más? Trabajan exclusivamente con viñas independientes y los fines de semana tienen un interesante brunch marino.

Tegualda 1375, Providencia. @marinamardetapas

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EL RINCÓN DE AZÓCAR

A unas cuadras del Estadio Nacional, este lugar que por fuera parece una casa pequeña y de pocas mesas, pero que cuenta en su interior con un salón amplio y acogedor, funciona como uno de los sitios preferidos de los futbolistas chilenos en actividad y retirados. Una muralla adorna con fotos a varios nombres clásicos y, el día de nuestra visita, un ex jugador azul de los 90 estaba en el comedor.

La carta de vinos es acotada y los precios tienen un valor de picada para la mayoría de restaurantes de pescados y mariscos. Los platos calientes -ideales para esta temporada- sobresalen. Un pastel de jaiba, donde la carne marca predominancia sobre el pan y aderezado por una cubierta de queso en su medida justa, aprueba en su carta. Lo mismo que una merluza frita en su cocción ideal. Las ostras, en una excelente relación precio calidad, son un buen aperitivo para compartir. Esa misma bonanza para el bolsillo se manifiesta en unos ostiones con salsa verde, aunque el exceso de cebolla hace que el sabor del molusco se extravíe y se pierda en el paladar. Nada, en todo caso, que no pueda corregirse. Como local de barrio, con más de 65 años de historia y tercera generación en el rubro, El Rincón de Azócar, cumple, pero tiene espacio para mejorar mucho más. Ideal para ir en familia.

Los Plátanos 2476, Macul. @elrincondeazocar

OCEAN PACIFIC’S

Más que un restaurant, Ocean Pacific’s es una experiencia visual. Como si hubiesen buceado en los manuales de la espectacularidad típicamente estadounidense en su embriagante colección de artículos marinos que, por momentos, confunde y abruma. El sitio, pese al incendio que lo afectó hace unos años y a la muerte del fundador, Marcos Rulli, avanza en un camino que busca llegar a un solo destino: ser único en su especie.

Lo logran en algunos ámbitos. Una cava con vinos de distinta procedencia mundial es sobresaliente. Pocos lugares poseen tal cantidad -y calidad-, a la que se suma la diversidad de cepas nacionales, donde todavía hay espacio para sumar más etiquetas independientes para acentuar un sello más granítico con los bebestibles orgánicos. La apuesta actual de la nueva generación Rulli es concentrar la mayor cantidad de productos y opciones marinas agregando una presentación que se balancea entre la prolijidad y el efectismo. La atención de robots como garzones es llamativa, pero también innecesaria. A un restaurant, no hay que olvidarlo, se va a comer. Hay muchas preparaciones: desde pescados de roca, mariscos de diversas partes del país a opciones vegetarianas y caldillos. En su mayoría, con aptitud. El punto de equilibrio es lograr que su vocación masiva -siempre cuentan con público- privilegie la solidez gastronómica por sobre el artificio. Si lo logran, serán súper estrellas.

Huérfanos 2286, Santiago Centro/Avda. Padre Hurtado 1480, Vitacura. @oceanpacificsrestaurant

 

CHILOE EN TU MESA

Pocos restaurantes de pescados y mariscos con sede en Santiago cuentan con la particularidad de enfocar su propuesta en un tipo de cocina regional. Entrar a Chiloé en tu Mesa es sumergirse en un local que genera una sensación de estar comiendo en Dalcahue, Puerto Montt o Ancud, donde solo falta la vista al mar. Desde su fachada con maderas típicamente chilotas a la preparación de sus platos con acento sureño, los comensales sienten que solo les falta la lluvia y el viento para sentirse en el sur profundo.

Además de locos, ceviche de salmón y caldos, la estrella es una sola: el curanto en olla. Servido muy caliente, cuenta con choritos, almejas y cholgas junto a costillar ahumado y longanizas, milcao -de papa rallada y cocida- y porciones de pollo y chapalele. Es de esos alimentos que te noquean, que te mandan directamente a la cama a dormir una siesta. Atendido por sus propios dueños y con cierta informalidad, este restaurant invoca nostalgia -a los sureños afincados en la capital- y una filiación a un país con tradiciones. Pequeños detalles: los locos no pueden ir acompañados de mayonesa industrial. Es, sin embargo, un buen espacio de comida casera con sello austral.

Crédito 471, Providencia. @chiloeentumesa