Biólogos marinos a choque contra discurso de Dominga: “La incompatibilidad no se resuelve con tecnología y medidas de mitigación”
Que Dominga ha sido diseñado con los estándares más avanzados de minería verde y que su proyecto establece medidas para asegurar que no haya una afectación a la fauna marina de la reserva Pingüino de Humboldt es parte del relato de la empresa Andes Iron al promover el proyecto minero portuario.
Ahora, una declaración del Colegio de Biólogos Marinos de Chile se suma al debate y sale al cruce de dicho discurso. “Pretender que toda incompatibilidad puede resolverse mediante tecnología o medidas de mitigación es una visión tecnocrática que no reconoce los límites ecológicos”, se declara en la carta pública del organismo.
Los especialistas critican que el fallo del Tribunal Constitucional que le dio un nuevo aire al proyecto, afirma que el valor ambiental del área en cuestión no es suficiente para impedir el desarrollo de actividades productivas en ella.
Esto, según los profesionales del colegio, sienta un “precedente peligroso” donde se desconoce que el propósito central de la legislación ambiental es evitar actividades que comprometan un ecosistema de alto valor.
También declaran que, aunque el Sistema de Evaluación Ambiental no es un instrumento de planificación territorial, sí permite criterios de área de influencia y sensibilidad ambiental que en la práctica definen las actividades que son o no son compatibles con un área.
“Existen actividades que, por su naturaleza, no pueden coexistir con ecosistemas frágiles, por mucha innovación que se prometa. La presión por desarrollar el territorio no debe hacernos olvidar que hay zonas donde simplemente no se debe intervenir” agrega la carta.
Esta declaración se suma a una carta firmada por once doctores en ciencias marinas, firmada por la reconocida oceanógrafa Susannah Buchan, donde destacan que la zona del archipiélago de Humboldt donde se instalaría el proyecto es reconocida como hotspot mundial de diversidad marina con especies en peligro como el pingüino de Humboldt, la ballena fin o el chungungo.
Además, destacan que el área es esencial para la pesca artesanal, siendo responsable de 80% del desembarque de locos y lapas en la región de Coquimbo. Organizaciones turísticas y sindicatos de pescadores han levantado una oposición contra el proyecto ya que sostienen que va en contra de la vocación de desarrollo sostenible que han levantado en el lugar, con empleos que dependen de la diversidad natural.
