
Advierten de riesgo para casas en bordes de ríos: Anegamientos vuelven a zonas que se urbanizaron durante megasequía
Las lluvias mostraron su ausencia en Chile desde 2011 en adelante con una megasequía que se interrumpió en los últimos tres años. El agua, al volver a zonas donde históricamente se había acumulado, inundó a su paso decenas de urbanizaciones que se construyeron durante los años secos en los lechos y bordes de los ríos.
Así lo alerta la investigadora del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, María Victoria Soto, llamando a las personas a investigar si existían cuerpos de agua o quebradas en el lugar donde están buscando comprar o construir su vivienda.
“Nunca se sitúen cerca de un río, ni a la bajada o salida de una quebrada. Si antes había ahí una laguna y ahora no hay laguna, seguramente algo va a pasar ahí”, alerta la científica, llamando a las personas a revisar también los Planes Reguladores Comunales y las ordenanzas municipales que rigen sobre los lugares donde buscan construir o comprar una casa.
En su análisis, Soto devela una tendencia que ocurrió a lo largo del país, donde han surgido urbanizaciones regulares e irregulares en lechos fluviales y en cauces inactivos desde 2011. “Aunque estemos en escenarios de variabilidad climática y eventos extremos, otro tema es cómo usamos el territorio, dónde se instalan las ciudades y los asentamientos (…) todo esto pasa por un tema de planificación urbana y por un tema del mercado inmobiliario, que es enormemente avasallador en términos de usar suelo”, explica.
Loteos frente al río
Esta práctica quedó de manifiesto en agosto de 2023 con las primeras grandes inundaciones tras la megasequía, donde el presidente Gabriel Boric reconoció una fiscalización insuficiente en el crecimiento de loteos en zonas inundables. “Hay una práctica muy asentada donde hay gente que le venden loteos por $ 10 o 20 millones y que se terminan instalando en la ribera del río, donde no se debiera poder construir y no ha habido la fiscalización necesaria”, sostuvo en ese entonces.
Un caso emblemático de la falta de ordenamiento territorial ocurre en Licantén, donde toda la zona urbana está construida en la planicie de inundación del río Mataquito, que frecuentemente crece dejando bajo agua decenas de viviendas además de infraestructura crítica como hospitales y escuelas.
En la región de Biobío también ocurre lo mismo con el río Andalién, donde se ha denunciado la proliferación de rellenos en la llanura de inundación del río y los humedales contiguos para construir villas y empresas, reduciendo la capacidad de infiltración del suelo y generando crecidas y afectando zonas urbanizadas de Concepción.
Vecinos afectados por una de estas inundaciones en 2024 en el sector de Santa Rita, perdieron un juicio contra el Ministerio de Obras Públicas. El caso llegó hasta la Corte Suprema, que falló a favor del MOP determinando que las casas se hicieron en una zona inundable.