
Sobrevivieron incendios, hongos mortales y sequías: Las ranas del Loa, de Darwin y Gigante que se resisten a desaparecer
Encajonado entre la cordillera y el mar, Chile posee un clima y una naturaleza única, con muchas especies que no existen en ninguna otra parte del mundo. Esta condición, que hace únicos y especiales a muchos animales y plantas chilenas, también los hace vulnerables a la extinción.
Es el caso de varias especies de ranas en Chile que están al borde de extinguirse debido a eventos extremos que han ocurrido en sus hábitats, como la sequía prolongada, un voraz incendio o el brote de un hongo mortal.
Ranita del Loa
En 2024, un incendio en el oasis de Calama arrasó con el hábitat clave de la ranita del Loa; una especie de rana chilena que está en peligro de extinción por la sequía. Científicos han monitoreado la zona y tienen la esperanza de que las ranitas hayan sobrevivido y se estén resguardando debajo del fango.
Ya en 2019, cuando científicos chilenos monitoreaban el río Loa, se dieron cuenta de un diezmo importante en la población de esta especie y rescataron decenas de ranas para trasladarlas hacia una zona cercana con características similares pero más agua, y otras 14 fueron llevadas al Zoológico Nacional de Chile para su cuidado y reproducción en cautiverio.
El hábitat de la ranita está siendo limpiado de cenizas por parte de científicos para que no se cree un ambiente anóxico que podría ser aún más mortal para las ranas que hayan sobrevivido. Los científicos relatan que la zona del río donde habita la ranita está degradada y llena de basura, por lo que ya no sería un hábitat apto y debería restaurarse.
En esa línea, la pasada semana una gran sección del río Loa, justo en la zona de Calama, fue declarada humedal urbano. Esta figura permite presentar proyectos y destinar recursos a recuperar el ecosistema, como paso para rescatar a la ranita de la extinción.
Rana gigante
Antes de que existiera Chile como tal, la rana gigante ya habitaba lo que hoy es la zona central del país. Pero esta especie, que existe hace millones de años y es considerada un fósil viviente, podría dejar de existir en las siguientes décadas por el cambio climático y la sobreexplotación de agua.
Se trata de la rana más grande de Latinoamérica. Puede pesar hasta 1 kilo y comer ratones u otras ranas. Por su tamaño, en zonas rurales las personas las cocinan y comen su carne, por lo que hay criaderos para esto, que tienen prohibido cazar ranas en estado salvaje.
Estas ranas viven en cuerpos de agua que hoy en día enfrentan años de sequía en la zona central del país, así como una presión inmobiliaria que ha fragmentado el hábitat de esta especie.
Científicos chilenos han ideado proyectos para mapear las poblaciones de rana gigante, identificar sus hábitat más importantes y crear campañas de difusión para la ciudadanía así como un protocolo de rescate para individuos decomisados o encontrados por ciudadanos.
Ranita de Darwin
Quizás el caso más emblemático de rescate de una ranita chilena a punto de desaparecer, es el de la ranita de Darwin cuyo hábitat clave en el sur de Chiloé se vio afectado por un hongo mortal para estos anfibios. En solo un año, el brote causó la muerte de 1300 ejemplares de la especie que ya se encontraba en peligro de extinción.
Para evitarlo, 51 científicos de 9 instituciones diferentes lograron trasladar 53 ranitas en un viaje de 13 mil kilómetros por tierra, aire y mar. Las ranitas están siendo cuidadas en el Zoológico de Londres, donde ya nacieron 33 nuevas ranitas.
El objetivo del rescate es que las ranitas sigan reproduciéndose en Londres mientras se restaura su hábitat natural y se elimina el hongo, para luego traerlas de vuelta a Chiloé.