
La oxigenoterapia: El novedoso tratamiento que utiliza oxígeno y ozono para reducir dolores por fibromialgia
Cada 12 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora el Día Mundial de la Fibromialgia, una enfermedad que aún plantea múltiples desafíos en su diagnóstico y tratamiento, debido al deterioro profundo de la calidad de vida del paciente.
Según estimaciones, la fibromialgia afecta aproximadamente al 6% de la población mundial, y se presenta con mayor frecuencia en personas entre 30 y 55 años, aunque también se ha detectado en adolescentes y adultos mayores.
El impacto en mujeres es significativamente mayor: por cada ocho mujeres diagnosticadas, solo un hombre presenta la enfermedad.
¿Cómo afecta la fibromialgia?
Este trastorno se manifiesta mediante dolores musculares persistentes en diversas partes del cuerpo como piernas, caderas, espalda, brazos, hombros y cuello.
Además, el paciente puede llegar a experimentar cansancio, fatiga y, alteraciones del ánimo y del sueño.
¿Cuál es la causa de la fibromialgia?
El doctor Igor Ríos, médico cirujano especializado en medicina complementaria en Clínica MEDS, señala que esta enfermedad tiene un origen multifactorial, que puede incluir antecedentes de trauma físico, infecciones previas o factores emocionales.
“Todavía las causas no están vislumbradas, pero todavía se está investigando en ello”, indicó.
¿Cómo tratar la fibromialgia?
El enfoque tradicional basado en fármacos está siendo complementado con terapias alternativas que, según los especialistas, han logrado resultados alentadores.
“Hay una serie de terapias complementarias que van a ayudar a restaurar y restablecer la función normal del organismo, como la acupuntura, la medicina biorreguladora, ayurveda, yoga, terapia neural, oxigenoterapia, entre otras”, explicó Ríos.
Estas técnicas buscan reducir la inflamación y reequilibrar el cuerpo, mejorando aspectos como el descanso, el estado de ánimo y la movilidad.
Una de las técnicas más innovadoras en este campo es la oxigenoterapia, que utiliza oxígeno y ozono como estímulo para activar mecanismos de autocuración en el cuerpo.
“El oxígeno y el ozono van a estimular en el cuerpo para que éste mismo cree sus propios analgésicos antinflamatorios. A través de esta terapia, el paciente va a sentir un efecto relajante en cada uno de los puntos que se coloque, percibirá mayor movilidad y se sentirá más descansado”, detalló el especialista.
La efectividad de estas terapias varía según el caso y factores como la edad del paciente, la presencia de enfermedades crónicas y la regularidad con que se aplican los tratamientos.
Claramente, “mientras más joven, va a responder mucho mejor, ya que están menos expuestos a toxicidades alimenticias, ambientales y sociales”, explicó Ríos, agregando que una buena salud en estos pacientes también depende de hábitos alimenticios, equilibrio emocional y actividad física constante.