
Un nuevo Papa emerge: Tras la huella de León XIV
Con fecha 08 de mayo del presente 2025 el mundo escuchó desde el balcón de la plaza san Pedro la clásica y emotiva expresión "Habemus Papam", proclamación a través de la cual el nuevo sumo pontífice de la Iglesia católica romana es presentado en lo público, un rito que trasciende dogmas, adherencias religiosas e ideologías políticas, por tanto, conocer quién es el nuevo líder del catolicismo en Roma resulta indispensable por estos días.
En primer lugar, el Papa León XIV, Robert Francis Prevost, quien previamente era Prefecto del Dicasterio para los Obispos y Arzobispo-Obispo emérito de Chiclayo, nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago (Estados Unidos).
Con solo 27 años fue enviado por la Orden a Roma para estudiar derecho canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino. Fue ordenado sacerdote el 19 de junio del año 1982. Obtuvo la Licenciatura en 1984 y luego fue enviado a trabajar en la misión de Chulucanas, Perú (1985-1986). En 1987 obtuvo el grado académico de doctorado con la tesis: “El rol del prior local en la Orden de San Agustín”.
En lo pastoral fue obispo de Chiclayo desde el 26 de noviembre de 2015. En marzo de 2018 fue elegido segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana. A su vez, destaca su asignación como prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latin a (30 de enero de 2023), junto con ello, su proclamación como Cardenal por el Papa Francisco en el Consistorio del 30 de septiembre de 2023, con la Diaconía de Santa Mónica.
Como si todo eso fuera poco, ha sido miembro de los Dicasterios para: la Evangelización (Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares), la Doctrina de la Fe, las Iglesias Orientales, el Clero, los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, la Cultura y la Educación, los Textos Legislativos; la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
El Papa León XIV es el primer pontífice estadounidense de la historia. No obstante, cuenta con nacionalidad peruana por su trabajo en el territorio, destacando simultáneamente su carrera como misionero en Sudamérica. También es el segundo Papa del continente americano, dado que el primero fue Francisco, y habla varios idiomas, entre ellos: inglés, español, italiano.
El medio CNN en español captó las primeras palabras del nuevo líder en Roma destacando las siguientes frases:
“La paz sea con todos ustedes. Este es el primer saludo de Cristo resucitado, el buen pastor que entregó su vida por Dios. Quisiera que este saludo de paz también llegara a nuestros corazones y a nuestras familias […] Recordemos la débil voz del papa Francisco que bendice Roma. El papa que bendijo Roma dio su bendición al mundo entero aquella mañana de Pascua. Permítanme retomar esa bendición. Dios nos ama. Dios ama a todos. El mal no prevalecerá”.
Tras aquellas palabras dirigidas hacia la multitud reunida en el Vaticano comenzaba una nueva era, una nueva etapa, una nueva historia, esa que tiene al mundo entero lleno de preguntas, reflexiones e inquietudes, esas que alojan un espíritu de diálogo, libertad y conciencia, categorías que estarán obligatoriamente sobre la mesa a la hora de avanzar en la nueva agenda papal durante los próximos días.
Recordemos que el Papa León XIV esbozó un importante acento en su discurso inaugural llamando a la Iglesia católica a ser una iglesia “sinodal”, “que avanza, que siempre busca la paz y está cerca de los que sufren”. Para muchos esta narrativa confecciona una continuación de Francisco, o bien, hay mucho de esta narrativa en esa perspectiva.
Al final de su discurso, el Papa agradeció a sus colegas cardenales por haberlo elegido para dirigir la Iglesia Católica:
“Quiero también agradecer a todos mis hermanos cardenales que me han elegido para ser el sucesor de Pedro y para caminar con ustedes como una iglesia unida. Siempre buscando la paz y la justicia. Procurando trabajar con hombres y mujeres fieles a Jesucristo sin temor para proclamar el Evangelio y ser misioneros”.
Tal vez, estamos en presencia de un Papa con respaldo agudo por parte del cuerpo de Cardenales, las votaciones y breve tiempo del Cónclave son fiel reflejo de aquello, símbolo de unidad y consenso en torno a la figura de Robert Prevost, ahora León XIV.
Pero la frase “Nuntio vobis gaudium magnum: habemus papam” (Les anuncio una gran alegría: tenemos Papa) que expresó el cardenal Dominique Mamberti para anunciar al nuevo jefe de la Iglesia Católica propicia una serie de preguntas de aquí en adelante, y algunas de ellas son las siguientes:
¿Cuáles serán las primeras directrices a nivel interno que propiciará León XIV? ¿Qué desafíos tendrá el nuevo Papa en lo pastoral e institucional, considerando los profundos cambios que experimenta día a día la sociedad civil en el siglo XXI? ¿Habrá una continuidad a rajatabla de lo hecho por Francisco, o bien, una iglesia con lecturas teológicas nuevas poco aceptas hasta ahora? ¿Será el rol de las mujeres discutido en este nuevo papado? ¿Qué diálogos encauzará León XIV en materia de aborto, eutanasia, matrimonio igualitario, pena de muerte, inmigración, derechos humanos, adopción homoparental y otras tantas discusiones públicas que sistemáticamente son motivo de tensión en el espacio público?
Sin duda, el nuevo Papa está llamado a continuar con esa tradición católica romana que por siglos ha impactado vidas y comunidades a lo largo de nuestra historia. Aquí, los puentes de diálogo, tolerancia y equilibrio serán la clave perfecta de un trabajo práctico, social, filosófico, teológico y político permanentemente unido, donde la verdadera teología sea una expresión de libertad y lectura reiterada, no una reflexión que abandone las grandes preguntas de nuestra sociedad.