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El perfil de los 9 cardenales más nombrados que podrían suceder al papa Francisco en el próximo cónclave

El perfil de los 9 cardenales más nombrados que podrían suceder al papa Francisco en el próximo cónclave

Por: Nicole Donoso / Agencia EFE | 03.05.2025
Algunos, seguidores de una postura más progresista de la Iglesia como la aceptación de parejas homosexuales, el cuidado del medio ambiente o el respeto por otras religiones, mientras que otros mantienen una postura más conservadora e incluso crítica del legado del papa Francisco.

Con la muerte del papa Francisco el pasado 21 de abril, el Vaticano enfrenta un proceso decidor que repercutirá directamente en la conducción de la Iglesia Católica y en sus millones de fieles alrededor del mundo.

Queda menos de una semana para que los 132 cardenales habilitados para votar se reúnan y den inicio al cónclave, proceso que definirá al nuevo líder de la Santa Sede y que se desarrollará el próximo miércoles 7 de mayo, cuando la fumarola blanca sea expulsada desde la Capilla Sixtina.

Como sucede tras cada fallecimiento de un papa, el ambiente para los seguidores católicos se torna lleno de incertidumbre y, por supuesto, los fieles especulan cuál de los cardenales es el mejor posicionado para continuar el legado del papa Francisco.

En ese sentido, te presentamos 9 cartas que el Vaticano baraja, cada uno representativo de diferentes polos internos dentro de la misma institución, algunos partidarios de una Iglesia progresista, mientras que otros se mantienen fieles a los valores conservadores y tradicionales.

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Claudio Gugerotti

El cardenal italiano de 69 años, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, ha destaco por su habilidad diplomática, sobre todo al ser considerado un puente entre el Vaticano y las comunidades cristianas orientales de, por ejemplo, Georgia, Armenia o Bielorrusia.

Si bien su nombre no ha resonado tanto en la prensa a comparación de otros cardenales, dentro del Vaticano se ha ganado el aprecio y es que tanto el papa Francisco, como Benedicto XVI y Juan Pablo II, promovieron su figura.

De hecho, el fallecido papa lo nombró cardenal el 30 de septiembre de 2023. Previo a su designación se desempeñaba como obispo tras la orden del papa Juan Pablo II en 2002.

Su última misión comandada por el papa argentino fue llevar la bendición papal a las comunidades cristianas de Siria y recalcar el apoyo de todos los católicos al "renacimiento" del país.

Odilo Pedro Scherer

Nacido en Brasil y descendiente de familia alemana, el cardenal mantiene una fama de buen administrador que lo llevó a asumir la mayor archidiócesis de Sudamérica en 2007. Incluso, en 2013 su nombre también resonó fuerte para convertirse en papa.

Con 75 años, habla portugués, alemán, italiano e inglés, entre otros idiomas. La última misión que recibió del papa Francisco fue continuar en la archidiócesis por otros dos años más, la que cuenta con 6 millones de católicos.

Se convirtió en cardenal en el año 2007 y previo a ello su fama se construyó a partir de sus habilidades como mediador y conciliador en conflictos sociales y políticos, tras su participación en la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) y la Conferencia General del Episcopado de América Latina y El Caribe (Celam).

Se le considera un religioso conservador moderado. Sin embargo, aboga por algunos cuantos logros de la Teología de la Liberación. Además, de manifestar preocupación por temas medioambientales como cuando solicitó al Gobierno brasileño mayor cuidado para la Amazonía.

"Ningún papa es igual a otro", pero con toda seguridad "será alguien que velará por la Iglesia y su testimonio", ya que "nadie puede esperar a un papa a favor de la guerra, que no cuide de los pobres o que no quiera sacerdotes bien formados", declaró hace algunos días.

Lazzaro You Heung-Sik

El cardenal coreano Lazzaro You Heung-Sik, un huérfano de la guerra que dividió Corea y que se entregó al cristianismo en la adolescencia atraído por los pioneros del catolicismo de su país, también resuena en la lista para suceder al papa Francisco.

Tiene 73 años y si bien no se le conoce por tener posturas doctrinales polémicas, su nombre fue postulado por el diario italiano Corriere della Sera.

Con sensibilidad reformista en lo estructural y pastoral, su afiliación al Movimiento de los Focolares y su trabajo por la reconciliación intercoreana refuerzan su imagen como una voz de apertura y diálogo dentro de la Iglesia.

En 1979, con 26 años, fue ordenado sacerdote en la diócesis de Daejeon. Allí desempeñó diversos cargos, entre ellos el de vicario parroquial en la catedral diocesana, el de director de un centro educativo y de una casa de retiros, y fue el rector del seminario de la ciudad entre 1998 y 2003.

En junio de ese año, el papa Juan Pablo II lo nombró obispo coadjutor de Daejeon y dos años después sucedería al obispo Joseph Kyeong Kap-ryong como obispo diocesano.

En mayo de 2007, Benedicto XVI lo nombró miembro del Consejo Pontificio 'Cor Unum', el organismo de la Santa Sede que se encarga de distribuir la caridad del papa.

Durante su tiempo como obispo de Daejeon y como director de Cáritas Corea, entre 2004 y 2008, You trabajó en intercambios intercoreanos y visitó Corea del Norte en cuatro ocasiones.

En 2014, el entonces obispo You invitó al papa Francisco a viajar a Corea del Sur para la VI Jornada de la Juventud Asiática. Tras el evento se reunieron y en años posteriores el pontífice lo recibiría en varias audiencias en el Vaticano.

Siete años después, Francisco nombró a You prefecto de la Congregación para el Clero y sería ordenado cardenal en 2022, cuando también se convirtió en el prefecto del Dicasterio para el Clero, el organismo responsable de supervisar los asuntos relacionados con los sacerdotes y diáconos sin orden religiosa y de los seminarios.

Jean-Claude Hollerich

Jesuita como Bergoglio y relator del Sínodo sobre la Sinodalidad (proyecto iniciado por el papa Francisco en 2021) el arzobispo de Luxemburgo aboga por una Iglesia "más inclusiva y participativa".

Nació el 9 de agosto de 1958, se caracterizó por una fe que desarrolló asistiendo a misa, como en la época hacían todos los niños de su edad, aunque no sus padres.

Años más tarde analizaría con severidad que los cristianos de aquella sociedad, en la que reinaban "muchas grietas e hipocresía", fueran a misa mayoritariamente por convención.

Después de sus estudios secundarios, en 1978 partió hacia Roma para comenzar su formación sacerdotal en la Pontificia Universidad Gregoriana y en 1981, con 23 años, ingresó en la Compañía de Jesús para después hacer el noviciado en Namur (Bélgica) durante dos años.

Fue en 2011, cuando el Papa Benedicto XVI lo nombró arzobispo de Luxemburgo, algo que el jesuita de entonces 52 años acogió con sorpresa y cuya actividad desarrolló en contacto con los creyentes y no creyentes de diferentes condiciones sociales.

Su diagnóstico de la Unión Europea es severo ante lo que considera una crisis de sentido y de esperanza. En su opinión, la UE ha olvidado el ideal de sus fundadores y se ha limitado a una política puramente materialista, consumista e individualista, lo que ha dado alas al rechazo de una parte de sus ciudadanos y al auge del populismo que se alimenta de los miedos.

Sobre las cuestiones éticas, el cardenal defiende la solidaridad con los inmigrantes y critica el reconocimiento por parte de las instituciones europeas del aborto como un derecho fundamental.

Respecto a la homosexualidad, ha expresado en ocasiones su posición favorable hacia las parejas homosexuales, aunque es contrario al matrimonio sacramental entre personas del mismo sexo porque no se caracteriza por una finalidad procreadora.

Apuesta por la integración de más mujeres en las estructuras de toma de decisiones de la Iglesia y por reformas en la institución tras las crisis de los abusos sexuales a menores.

En su diócesis de Luxemburgo, los seminaristas deben someterse a ocho sesiones psicológicas destinadas a detectar tendencias pedófilas, según datos de Jesuitas de Europa Central.

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Juan José Omella

Nacido en España en 1946, ha sido uno de los hombres de confianza del papa Francisco. El Pontífice que ya lo había nombrado un año antes miembro de la Congregación para los Obispos, le convirtió en 2015 en Arzobispo de Barcelona.

Nombramiento que se dio en un momento en que Cataluña vivía la efervescencia del llamado 'procés', un movimiento independentista alimentado por el Gobierno de la región y otras fuerzas y que acabó con condenas en los tribunales para sus promotores.

En 2017 se convirtió en un nuevo cardenal de la Iglesia y en 2020 fue el presidente de la Conferencia Episcopal, lo que le convirtió en el máximo representante de la Iglesia en España y permitió a Francisco tener a alguien afín al frente de la institución, hasta que en 2024 fue sucedido por el actual arzobispo de Valladolid, Luis Argüello.

Omella es además miembro del Consejo de Cardenales (el conocido como C-9), organismo consultivo del Papa en el gobierno de la Iglesia Católica.

Pragmático y de perfil moderado, pese a críticas internas de algunos sectores de la Iglesia en Barcelona, tanto del ala conservadora como de la progresista, Omella ha gobernado la archidiócesis sin demasiado ruido hacia afuera, pero con algunas polémicas que han generado cierto revuelo de puertas para adentro.

Una de ellas es la decisión de acelerar la transformación de las parroquias en comunidades pastorales, al agruparlas para ajustarlas a una realidad local en el que el número de fieles ha caído y hay falta de vocaciones, lo que ha generado dudas y cierto rechazo entre bastantes fieles y sacerdotes.

También, sobre el hecho de que se permitiera que en el documento de propuestas hecho por los fieles de la archidiócesis con motivo del Sínodo salieran posiciones contrarias a la doctrina católica oficial, como la posibilidad de estudiar la instauración del sacerdocio femenino o el celibato opcional para los curas.

Cuando cumplió los 75 años, en 2021, edad de jubilación de los obispos católicos, Omella puso su cargo a disposición del papa Francisco, sin que durante su pontificado se llegara a producir ningún relevo.

Charles Maung Bo

El cardenal birmano Charles Maung Bo, arzobispo de Rangún, suena como papable desde el continente asiático, del que aún no ha procedido ningún papa, con un perfil cercano a Francisco en temas como el cambio climático, y en quien se ha inspirado para pedir la paz en su país.

En su homilía en Rangún, la ciudad más poblada de Birmania (Myanmar), posterior al fallecimiento del papa el 21 de abril, el cardenal Bo recordó que el mensaje de Francisco es construir la "paz y la reconciliación", en un país asolado por décadas de conflicto, agudizado tras el golpe militar de 2021.

Nacido en la pequeña aldea de Monhla, en la región de Mandalay, el 20 de octubre de 1948, Bo es el primer purpurado en la historia de su país, de mayoría budista y donde apenas hay unos 700.000 católicos, el 1,3% de la población.

Al papa le unía además su compromiso con la lucha contra el cambio climático, que afirma "ha devastado los medios de vida de millones", y afirma haberse inspirado en su trayectoria en el papa Benedicto XVI y en Francisco, con quien compartía su énfasis en la misericordia.

Una de las voces más claras en favor de la libertad religiosa en su país. El 15 de mayo de 2003 el papa Juan Pablo II lo nombró arzobispo de Rangún, y, activo con su compromiso del diálogo entre religiones, fue también presidente de la Conferencia Episcopal de Birmania entre 2000 y 2006.

Sobre lo que puede aprender la Iglesia de Asia, Bo, crítico con el Partido Comunista de China, dijo a propósito de la gira de Francisco el pasado septiembre:

"En Asia aprendemos a cooperar, dialogar y respetarnos (...) Creo que caminos de paz y armonía a través del diálogo es lo que Asia puede ofrecer a la Iglesia universal".

Cristóbal López Romero

El arzobispo de Rabat, el español Cristóbal López Romero, nombrado en septiembre de 2019 cardenal por el difunto Francisco, es un firme partiario del diálogo interreligioso que recientemente confesó sus reticencias a ser elegido papa porque sería una responsabilidad que le "desbordaría".

"Hay un refrán que dice que 'el que entra al cónclave como papa sale del cónclave como cardenal'. Que se hable de mí como candidato me gusta porque me garantiza que no lo voy a ser, porque no quiero serlo y no debo serlo, porque no estoy a la altura, no sería capaz y porque sería una responsabilidad que me desbordaría", afirma.

La muerte de Francisco fue "una gran sorpresa" para López, quien trató con el pontífice muy de cerca durante su visita a Marruecos en 2019.

Para el arzobispo español, el difunto papa era "una persona muy querida" a la que consideraba como "un padre, como un hermano mayor, como un amigo y sobre todo como un modelo y un ejemplo de pastor", lamenta.

Conocido en su entorno por su vocación en la defensa del diálogo interreligioso y su apertura al mundo islámico.

Varias personas que trataron con el cardenal español en Rabat consultadas por EFE destacan la afinidad de su enfoque pastoral con la línea aperturista de Francisco, por su defensa del entendimiento entre las religiones y su cercanía a los inmigrantes irregulares.

Ángel Fernández Artime

El cardenal español Ángel Fernández Artime, de 64 años, es actualmente proprefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, pero Francisco le nombró purpurado, sorprendiendo a todos, cuando era rector Mayor de los Salesianos, y por tanto no obispo, con una vida de dedicación a la educación de los jóvenes.

Era la primera vez que se elegía cardenal a un superior de una orden, pero Francisco conocía muy bien a este asturiano pues coincidieron en Argentina cuando Jorge Bergoglio era arzobispo y Artime vivió en Buenos Aires cinco años como provincial de los salesianos.

A lo largo de los años en los varios cargos en los salesianos ha demostrado una extraordinaria capacidad para comunicarse e interactuar con los jóvenes. Pasó gran parte de su vida trabajando en escuelas y centros juveniles salesianos en diferentes partes del mundo, concibiendo la educación como una herramienta de transformación social.

 Apoyó la misión salesiana de brindar oportunidades de aprendizaje y desarrollo a las niñas y niños más desfavorecidos, ofreciéndoles una perspectiva de esperanza y un futuro mejor.

"Acompañar a los jóvenes en la vida está en mi ADN, y dondequiera que vaya y lo que me pidan, el énfasis siempre estará en los jóvenes, en la educación, en los más vulnerables”, explicaba.

Robert Sarah

El cardenal Robert Sarah, nacido en Ourous (Guinea), aunque desde hace décadas miembro de la Curia de Roma, fue uno de los máximos exponentes de la corriente crítica contra el papa Francisco durante todo su pontificado e incluso con acusaciones de herejía.

Su exposición mediática y sus casi 80 años de edad hacen difícil su elección, pero podría encabezar el área para votar a un conservador en el próximo cónclave.

Aunque Sarah ha criticado siempre a los medios de comunicación que le enfrentaban a Francisco, defendiendo que él siempre había sido "fiel", el cardenal fue uno de los purpurados que firmó en 2016 la carta pública expresándole sus "dubia" (dudas) y pidiendo una aclaración sobre las presuntas "herejías" contenidas en su exhortación apostólica sobre la familia, Amoris Laetitia.

Protagonizó uno de los momentos más tensos en la convivencia que mantuvieron los dos papas al anunciar la publicación de un libro escrito junto a Benedicto XVI en el que se defendía el celibato y que fue considerado por algunos una injerencia en el pontificado del papa Francisco.

El volumen, titulado "De profondeurs de nos coeurs" (Desde lo profundo de nuestros corazones) iba a publicarse en enero en francés por la casa editorial Fayard y llevaba en portada los nombres tanto de Benedicto XVI como de Sarah y la foto de ambos. Tras días de declaraciones y desmentidos la controversia se zanjó con la petición del papa emérito de eliminar su firma y su foto del volumen.

Sarah también tachó de "herejía" la bendición a las parejas homosexuales que se incluía en la declaración "Fiducia supplicans" aprobada por el pontífice.

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