
El senador Quintana y el genocidio de Gaza
Jaime Quintana, senador de la República de Chile y presidente del Partido Por la Democracia (PPD), en una entrevista radiofónica afirmó que no considera que la situación en Gaza sea un genocidio. Según él, los genocidios tienen características específicas, como “el intento de erradicar un pueblo, y en este caso, se trata de una lucha contra grupos terroristas”.
Agrega nuestro honorable senador que “Chile (refiriéndose al gobierno del Presidente Boric) lamentablemente ha sido parte en propagar el antisemitismo” y “Hay muchos inocentes muertos, mujeres también, y los principales responsables de cuidar a esos niños son sus propios padres, que los usan muchas veces como escudos humanos”, continuó.
Nuestro honorable senador parece que ignora algunas cosas básicas acerca de la realidad del genocidio perpetrado actualmente por el ejército de ocupación israelí en Palestina. Y esto es grave.
Frente a un hecho de crueldad, como genocidios, torturas, detenciones y desapariciones, encarcelamientos masivos, ejecuciones sumarias, bombardeos sobre población civil, etc. caben tres posiciones pasivas: la primera, ignorancia (“no sabía que eso pasaba”); la segunda, negación: (“no quise o no quiero saberlo”) y la tercera, crueldad o sadismo, (“lo sabía pero no me importó o considero que merecían lo que les pasó).
En principio, en sociedades moderadamente sanas, donde todavía la ética y la compasión y el dolor por el dolor ajeno guía los comportamientos individuales y colectivos, la mayoría de sus habitantes debería ocupar las dos primeras posiciones, además, por supuesto, de una posición activa que significa luchar, de múltiples formas, para que nada de eso ocurra.
Cuando está presente la tercera alternativa, de manera cada vez más recurrente, es necesario preocuparse e indignarse. Recordemos que en este país, otro honorable, en este caso un diputado, elegido por sufragio universal y ahora precandidato a la Presidencia de la República de apellido Kaiser, hace poco demostró que compartía la tercera posición.
Incluiremos al senador Quintana en el grupo de la ignorancia. Esta atribución no está exenta también de preocupación, porque creíamos que a estas alturas del partido de la historia en la clase política nacional, por lo menos en la llamada “progresista”, sea lo que sea que esta etiqueta signifique hoy por hoy, estaba claro lo que ha sucedido en Palestina desde la imposición a sangre y fuego del Estado de Israel.
Y lo que ha sucedido y continúa sucediendo se llama genocidio, es decir, la voluntad de exterminio de un pueblo, una etnia o una cultura. Desde hace algunos años se utiliza el término “limpieza étnica” con un significado similar.
Al parecer, el senador Quintana no conoce el libro “La limpieza étnica en Palestina” del prestigioso historiador israelí, Ilan Pape. Allí se narra con detalle la destrucción sistemática desde 1947 de las aldeas palestinas, primero por las guerrillas terroristas Haganá e Irgún, antecedentes del actual Likud de Netanyahu y después por las eufemísticamente denominadas Fuerzas de Defensa de Israel.
Los palestinos a ese período lo denominan Nakba (la “catástrofe”) y es equivalente para ellos lo que fue el Holocausto para los judíos. Pape relata la destrucción que aldea tras aldea, casa tras casa, huerto tras huerto, perpetraron las huestes sionistas, arropados por la falacia de la consigna “un pueblo sin territorio para un territorio sin pueblo”.
Le recomiendo encarecidamente que lo lea y también, dentro de sus múltiples ocupaciones, encuentre un tiempo para leer también “Gaza: la cárcel más grande de la tierra”. Creo que no es necesario abundar en su contenido. Y, efectivamente, de lo que se ha tratado siempre es de “erradicar y eliminar a un pueblo”. Y eso se llama genocidio.
A parecer, tampoco el senador conoce la diferencia entre antisemitismo, antijudaísmo y antisionismo.
Antisemitismo se refiere al rechazo, con diferentes grados de violencia y crueldad (pogromos medievales, exterminio nazi etc.) a un pueblo semita que habitó hace dos mil años aproximadamente en parte del actual territorio de Palestina y después se desperdigó por el mundo. Un segmento de los herederos de ese pueblo considera que ese territorio todavía es suyo y que es legítimo construir un Estado en ese lugar.
Antijudaísmo se refiere al rechazo, por diversas razones, de la religión monoteísta dominante en ese mismo pueblo. Antisemitismo y antijudaísmo han sido fuente de mucho dolor para los judíos pero no son lo mismo que antisionismo.
El sionismo es una doctrina convertida después en ideología masiva, inventada por Theodor Herzl el cual imaginó la creación de un Estado Judío, sosteniendo que ese territorio les pertenecía, aunque en un primer momento también consideró posible la Patagonia argentina. Antisionismo es oponerse a una ideología supremacista, excluyente y mesiánica que, de manera simétrica, ha causado mucho sufrimiento al pueblo palestino diseñando una perversa sociedad dual basada en el apartheid.
De hecho, existen y cada vez más, sobre todo jóvenes, judíos antisionistas, en todo el mundo y también en Chile. El senador debería conversar con ellos. Y no, no se propaga el antisemitismo criticando la barbarie sionista del Estado de Israel, se propaga identificando el judaísmo con el sionismo y con el Estado de Israel.
Tampoco el senador Quintana parece conocer que existen desde 1947 veintiséis resoluciones de la ONU que Israel ha incumplido, además de otras múltiples condenas realizadas por organismos internacionales como la Corte Penal Internacional. Esta institución el 21 de noviembre de 2024 emitió órdenes de arresto contra Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel y Yoav Galant, su exministro de Defensa.
Los acusa de responsabilidad por el crimen de guerra de hambruna como método de guerra y los crímenes contra la humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos durante la guerra en Gaza.
Tampoco parece saber el senador que hasta la fecha han muerto alrededor de 50.000 de palestinos. ¿De verdad el senador cree que eso es el resultado de usar niños como escudos humanos? ¿De verdad piensa que lo que sucede en Palestina es el resultado de la acción de Hamás? ¿De verdad cree que la guerra en Palestina comenzó en octubre de 2023? ¿De verdad cree que criticar sus desafortunadas y poco informadas declaraciones es “fomentar discursos de odio e intolerancia”?