
Cónclave: Las similitudes entre la aclamada película y el proceso real que vivirá el Vaticano tras la muerte del papa Francisco
Tras la muerte del papa Francisco el pasado lunes 21 de abril, la película 'Cónclave', estrenada en 2024, aumentó en un 283% sus visualizaciones en plataformas de pago por evento, según informó el medio Variety.
De hecho, el 20 de abril la película dirigida por Edward Berger acumuló cerca de 1,8 millones de minutos de visualización. Mientras que, en las últimas horas del día del deceso del Pontífice, esta cifra se elevó 6,9 millones.
Y es que la película aborda el proceso interno dentro del Vaticano desde que la muerte de un papa hasta la elección de su sucesor. Por lo que surge la pregunta de qué tantos pasajes entre lo que muestra el film ocurren en la vida real.
Para responder a esas preguntas el director del Centro de Estudios Judaicos y académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, Luis Bahamondes, señala qué procesos de la serie se viven en la actualidad.
“La fórmula de reunión de los cardenales, el encierro, las disputas de poder, la pugna entre conservadores y ‘liberales’, el romper el sello una vez fallecido el papa y la aceptación del papa del nombre que marcará su pontificado", sí son parte de las similitudes con la película.
A mayor detalle, destaca por ejemplo "la emblemática fumarola que emana de la Capilla Sixtina" al momento de la elección papal.
Tal como se vio en la película, cuando muere un papa se declara Sede Vacante, periodo en que la Santa Sede queda sin un titular al mando.
Un periodo de transición que "convoca a todos los cardenales con derecho a voto a reunirse en Roma" con el fin de elegir a un sucesor.
"La elección se lleva a cabo de manera estrictamente secreta en la Capilla Sixtina y el que obtenga al menos dos tercios de los votos emitidos es proclamado como nuevo candidato a Papa, iniciando así un nuevo pontificado para la Iglesia Católica”, explica Bahamondes.
De un total de 252 cardenales, solo 139 tiene derecho a voto ya que no exceden la edad límite de 80 años.
Estos últimos hacen su ingreso a la Capilla Sixtina cantando “Veni Creator” siendo recibidos por el Camarlengo -quien verifica la muerte de un papa- para luego cerrar las puertas diciendo “extra omnes” (todos fuera) y dar inicio al proceso de votación.