
Descentralización, una tarea aún pendiente
Hace 15 años se estableció que el 31 de marzo sería el Día de las Regiones, como una forma de valorar estas unidades territoriales político-administrativas, visibilizando la descentralización y la necesidad de que los territorios administren su desarrollo desde los niveles locales.
Estas conmemoraciones obligan a reconocer y valorar los avances logrados, preguntarse sobre los desafíos y el contexto en que los afrontamos. Si bien en esta década y media son innegables los progresos en la materia –particularmente en términos de descentralización política, con la modificación de la orgánica de los Gobiernos Regionales (GOREs) que permitió que su órgano ejecutivo (el gobernador/a) y fiscalizador (el Consejo Regional) sean electos democráticamente por sufragio universal y votación directa–, es necesario seguir avanzando en este proceso, y no quedarse sólo con este logro.
En estos tres últimos años de gobierno, en que se manifestó explícitamente una voluntad del Ejecutivo por darle más poder a los territorios –y cuando resta sólo un año de gobierno–, aún hay margen para impulsar cambios que permitan darle mayor capacidad de acción a las regiones.
Luego de la presentación del proyecto de ley “Regiones más fuertes”, en abril de 2023 –que buscaba darles mayor autonomía fiscal a las regiones–, la irrupción del caso convenios bloqueó por completo su tramitación en la Cámara y empeoró la capacidad de los GOREs de administrar sus recursos. Pareciera, entonces, que estamos atravesando por un impasse, en que se han detenido los intentos de avanzar en materia de descentralización.
Los diagnósticos no han variado significativamente respecto a lo observado hace una década, y las recomendaciones siguen apuntando en la misma dirección: fortalecer la gestión a nivel subnacional para mejorar procesos en todo el territorio nacional; transferir de forma efectiva competencias desde el nivel central para que los GOREs puedan ejercer la administración del desarrollo social, cultural y económico de las regiones; y mejorar la coordinación entre los distintos niveles de gobierno. Se vuelve urgente entonces poner el foco en las capacidades institucionales de los gobiernos intermedios y en sus condiciones materiales.
Al respecto, el Consejo Asesor para la Política de Descentralización entregó al Presidente, en diciembre de 2024, un informe con 32 medidas estratégicas que incluyen propuestas operativas concretas de implementación de corto, mediano y largo plazo.
Elegir un par de estas medidas, tales como: establecer instrumentos de gobernanza y mecanismos de coordinación entre los distintos niveles de administración del Estado, fortalecer las competencias de los gobiernos regionales, o construir un indicador de costo de vida regional, son medidas viables y que pueden tener efectos multiplicadores significativos.
En esta misma línea, otra medida clave es dotar de capacidad operativa a los instrumentos de planificación existentes, como el instrumento regional de ordenamiento territorial (PROT), que, al carecer de reglamentación, no es vinculante como herramienta de planificación.
También sería valioso crear instancias formales de coordinación entre los gobiernos regionales para compartir buenas prácticas. En relación a esto, cabe mencionar y resaltar que, a pesar de limitaciones institucionales, varios gobiernos regionales han logrado experiencias de gestión muy exitosas, distinguiéndose entre sus pares.
Las vías de acción del Ejecutivo para impulsar la descentralización son múltiples y no se limitan al terreno legislativo. Antes de terminar el gobierno, se requieren acciones robustas que permitan consolidar la gobernanza territorial y avancen hacia un modelo de gobierno menos centralizado, en que las autoridades territoriales tengan mejores herramientas para impactar en el desarrollo territorial, y las políticas públicas puedan tener mayor pertinencia regional.
En enero de este año, asumieron su cargo la segunda “generación” de Gobernadores Regionales electos, que presidirán los GOREs hasta 2029. Por lo que esperamos que este último año de gobierno nos permita tener mayores avances para celebrar en materia de descentralización.