
Con fuerte operativo policial: Nueva marcha por los jubilados tensiona al gobierno de Javier Milei
Miles de manifestantes comenzaron a movilizarse en las inmediaciones del Parlamento argentino en apoyo a los reclamos de los jubilados, en medio de un despliegue de unos 2.000 policías, calles cortadas por las fuerzas de seguridad, vallas y avisos a la población para que no acuda a la manifestación.
La marcha comenzó en un ambiente de tranquilidad hacia las 17:30 hora local, aunque se están produciendo momentos de tensión entre manifestantes y agentes de las fuerzas de seguridad.
Los jubilados piden mejoras en sus pensiones, cobertura de medicamentos y que se mantenga la moratoria previsional, por la que se cobra pensión aunque no se hayan cotizado 30 años, y que vence el próximo domingo.
"Cuando trabajaba me alcanzaba para vivir, ahora que estoy jubilada no. Tengo un trabajo extra para mantenerme. Pero no vengo por mí, vengo por todos los jubilados que no pueden venir", dijo a EFE Mónica, una de las mujeres presentes en la marcha.
"La gota que rebalsó el vaso fue la represión del miércoles pasado. Pegarle a un jubilado, no era necesario", agregó Mónica.
Esta manifestación se celebra en medio de un fuerte operativo de seguridad, con unos 2.000 policías desplegados y las calles aledañas al Parlamento, 100 metros a la redonda, cercadas con vallas para impedir la circulación de vehículos y controlar el paso de personas.
Hace una semana la policía reprimió de forma muy contundente la marcha de los jubilados, entonces apoyada también por sindicatos e hinchas de fútbol, con el resultado de más de 120 detenidos y medio centenar de heridos, entre ellos el fotógrafo Pablo Grillo, que sigue en estado grave a causa del impacto de un cartucho de gas lacrimóngeno en la cabeza.
Entre la vida y la muerte
El fotógrafo permanecía este miércoles en estado "delicado" pero con reacciones positiva a los estímulos de los facultativos.
"El cuadro todavía es delicado, pero hubo reacción, mueve las manos a pedido de los médicos, abrió los ojos. Le van a sacar el respirador", afirmó Fabián Grillo, padre de Pablo, en declaraciones a Radio 10, de Buenos Aires.
El 12 de marzo Pablo Grillo fue herido de gravedad por un cartucho de gas lanzado por un efectivo de la Gendarmería argentina, mientras tomaba fotografías de la movilización en los alrededores de la sede del Parlamento en apoyo a las protestas que cada miércoles hacen los jubilados por las pensiones paupérrimas que cobran.
Según se puede ver en diversos vídeos, Grillo se había agachado para poder captar imágenes de efectivos de las fuerzas de seguridad al disparara balas de goma y gases lacrimógenos cuando un cartucho impactó en su cabeza, lo que provocó que se desplomara en el acto.
El fotógrafo fue ingresado ese mismo día en la unidad de cuidados intensivos del hospital Ramos Mejía, de la capital argentina, y allí los médicos constataron que tuvo pérdida de masa encefálica, un cuadro de gravedad por el que ya fue sometido a dos intervenciones quirúrgicas.
Grillo, de 35 años y vecino de la localidad bonaerense de Remedios de Escalada, es fotoperiodista independiente.
El reportero cursó sus estudios en la Asociación de Reporteros Gráficos de Argentina (ARGRA), organización que ha manifestado su solidaridad con Grillo y ha repudiado la represión policial. EFE